Buenos Aires, 4 junio (Especial de NA, por Matilde Fierro) — 
La noticia de que China canceló embarques ya pautados de poroto 
de soja desde Brasil despertó la incertidumbre en la Argentina 
porque en 2016 el 87 por ciento de ese grano local fue al país 
asiático. 
   Ocurre que se debilitó la molienda en China que es el principal 
comprador de soja del mundo: adquiere el 60 por ciento de la 
producción mundial. 
   Si bien la Argentina lidera en la exportación de harina y 
aceite de soja, no es cuestión de perder el mercado de poroto, se 
plantean la exportación. 
   Este fin de semana, la voz de alerta lo dio el economista 
Federico Di Yenno en un completo análisis para la Bolsa de 
Comercio de Rosario (BCR), en el que tomó información proveniente 
de la agencia Reuters. 
   Mientras tanto, en la Argentina, así como el trigo pelea contra 
el clima y la humedad en los suelos, además del deterioro de los 
caminos rurales, para sembrar la campaña 2017-2018, la soja da su 
batalla a fin de ser levantada de los campos, con dificultades por 
los propios motivos. 
   Según el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de 
Cereales porteña, luego de una semana con buenas condiciones 
climáticas en gran parte de la región agrícola, la recolección de 
soja volvió a cobrar impulso e ingresa a su etapa final. 
   Los especialistas del PAS expresaron que se alcanzó a cubrir 
con la recolección el 85,5 por ciento del área apta estimada de 
soja con un adelanto respecto del año pasado (cuando llovió mucho 
en la cosecha) de 6,8 puntos. 
   Además, el rendimiento nacional descendió un poco hasta 
ubicarse en un promedio de 3.250 kilos por hectárea, lo que 
permite acumular un volumen parcial que ya supera los 50 millones 
de toneladas en campos, acopios y puertos. 
   El PAS decidió mantener la proyección de producción al cierre 
del ciclo 2016-2017 en 57.5 millones de toneladas, cifra que se 
encuentra sujeta a la evolución del rinde en regiones afectadas 
por excesos hídricos, las que a su vez concentran más del 50 % del 
área aún pendiente de cosecha. 
   Se trata del oeste y centro de Buenos Aires, amplios sectores 
de La Pampa y del Chaco y Santiago del Estero.
   De acuerdo con el análisis de Di Yenno, más allá de lo que 
sucede en Brasil con los embarques de mayo y junio suspendidos por 
China, "hubo un debilitamiento de los precios de exportación de 
nuestra soja". 
   A principios de año, la Argentina había aprovechado los fuertes 
márgenes de procesamiento que tenía la industria sumada a los 
precios más bajos en Brasil después de la enorme cosecha de esta 
campaña, lo que llevó a los industriales del país asiático a 
comprar agresivamente la semilla oleaginosa brasileña. 
   Pero el margen bruto de procesamiento del gigante asiático, se 
revirtió fuertemente en los últimos meses alcanzando el día jueves 
una pérdida de -51,87 dólares la tonelada. 
   "Es decir que, tomando el precio disponible de la soja en la 
principal región productora de China –la provincia de Shandong- y 
los precios obtenidos por los subproductos multiplicados por sus 
respectivos coeficientes de conversión (usados en un 80% harina- 
20% aceite) nos daría que los procesadores de China sólo por 
ingresar en sus plantas el poroto adquirido estarían perdiendo más 
de 50 US$ por tonelada", sostuvo Di Yenno.
   Hasta el momento no se registran cancelaciones de pedidos de 
soja argentina a embarcar, lo cual es un alivio si se tiene en 
cuenta que (como dijo en un informe especial El Cronista) uno de 
cada tres dólares invertidos en la gestión de Mauricio Macri 
correspondieron al agro. 
   Un relevamiento de la consultora Abeceb registró desembolsos 
por 4.240 millones de dólares en soja en la campaña 2016-2017. 
   Respecto de los precios domésticos, la soja disponible en el 
recinto de la Bolsa rosarina oscila entre los 3.850 pesos la 
tonelada y los 3.900, pero psicológicamente para el productor es 
que toca un tope de 4.000 pesos. 
   No obstante, cayó fuertemente el margen para la exportación 
local del poroto: del valor índice FOB de la oleaginosa, 
relevada por el Ministerio de Agroindustria -el más cercano 
de embarque data 350 dólares la tonelada- con la deducción de las 
retenciones del 30%, surge un número de 245 dólares la tonelada. 
   "Frente a los 237,36 dólares de la tonelada del poroto local, 
nos da 7,64 dólares de diferencia, valor que tendría que absorber 
los gastos de comercialización y los incurridos en puertos. Esto 
nos arroja la visión de unos márgenes muy ajustados", precisó el 
especialista de la BCR. 
 
NA
 
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