Las trampas en nuestro cultivo son una forma eficaz de monitorear y controlar plagas, estas son dispositivos que atraen a los insectos para capturarlos y/o destruirlos. Comúnmente se utilizan para detectar la presencia de insectos, facilitando la determinación de estas especies y obteniendo la abundancia, con el objetivo de utilizar algún tipo de control químico, mecánico o biológico que pueda eliminar la plaga. En pequeños cultivos el implemento de trampas son métodos efectivos para eliminar algunas plagas.

 

Las trampas están hechas básicamente por una fuente de atracción y un mecanismo que captura y/o elimina a los insectos atraídos, a pesar de lo sencillas que pueden ser las trampas para insectos hay muchos tipos de estas.

Algunas de las más comunes y efectivas son las trampas pegajosas, trampas de luz, y cebos tóxicos.

 

Trampa pegajosa



Ciertos colores resultan atrayentes para algunas especies de insectos, uno de ellos es el color amarillo. Las trampas consisten en pedazos de plástico amarillo cubiertos de una sustancia pegajosa, que pueden ser pegamentos especiales fabricados con este fin, o bien aceites y grasas de origen vegetal, mineral o sintético.

 

Trampas de luz



La función de estas trampas es atraer insectos por medio de la luz ya sean de un foco, tubos fluorescentes, o incluso velas y mecheros.

 

Cebos tóxicos



Los cebos tóxicos son trampas muy útiles y especificas ya que se utiliza como atrayente feromonas o alimento para hacer que las plagas entren en contacto con un pesticida, sin la necesidad rociar todo nuestro cultivo, y al ser especificas también conservan los insectos benéficos, es uno de los tratamientos más económicos y selectivos.

 

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