Buenos Aires, 22 octubre (Especial de NA, por Matilde Fierro) – — El campo ajustó sus números en 2017 y su futuro, para 2018, es todavía un escenario con final abierto, según evaluaron especialistas de la Fundación Mediterránea.
   Esta semana se dieron a conocer análisis de la campaña pasada comparadas con la actual jaqueada por el cambio climático y los excesos hídricos por parte de por lo menos dos consultoras.
   "El margen neto de explotación (ingresos por ventas menos todos los costos) estimado para un establecimiento de referencia (zona norte de Córdoba) se redujo un 40% en el ciclo pasado 2016-2017 respecto de la campaña anterior", consignaron los economistas Juan Manuel Garzón y Nicolás Torre de la Mediterránea.
   Consideraron que el deterioro surge de una combinación de factores que afectan a todo sector exportador de commodities, por una baja en los precios internacionales y un menor poder de compra del dólar en el mercado interno.
   A nivel productor, los granos compran hoy menos bienes finales que durante todos los años del pasado reciente, con excepción del 2015.
   Este año una tonelada de trigo, maíz o soja pudo servir para comprar entre 7% y 23% menos bienes que durante 2016 y entre 22% y 35% menos (promedio) que durante el período 2004/2015.
   Así existencias abundantes y un buen arranque del ciclo 2017/2018 en el hemisferio norte mantienen los precios de los granos estabilizados a nivel mundial.
   Lo que suceda en el hemisferio sur (en particular Brasil y Argentina), terminará por inclinar la balanza de los precios hacia una u otra dirección.
   Los futuros locales (Mercado a Término de Buenos Aires, MATBA) anticipan una leve suba en el precio interno de la soja a cosecha 2018, explicada en parte por la baja de derechos de exportación (0,5 puntos porcentuales mensuales, a partir de enero de 2018).
   En maíz y trigo la situación está bastante estable Ahora ¿Qué puede pasar con los márgenes en el nuevo ciclo agrícola 20172018? .
   Según los analistas de la Fundación Mediterránea, un proceso de apreciación cambiaria dejaría el margen neto en un nivel similar al de este año (en poder de compra), caído en perspectiva histórica, equivalente al 57% del período 2005/2014 y sólo superior a 2014/2015, el más bajo de las últimas 16 campañas .
   Ocurre que la rentabilidad de la inversión agrícola en el último ciclo productivo (2016/2017) se deterioró respecto de la lograda en la campaña 2015/2016.
   La desmejora provino de una combinación de factores que le son adversos a todo sector exportador de commodities, una baja en los precios internacionales y un menor poder de compra del dólar en el mercado interno.
   Los expertos apreciaron que a los factores comerciales negativos se sumaron problemas productivos, en particular en eterminadas zonas de la región pampeana, afectadas por excesos hídricos (caso del noreste de Buenos Aires o el sur de Santa Fe).
   "Las abundantes lluvias complicaron el cierre de la campaña pasada y están complicando el arranque de la nueva (2017/2018); en este último caso los inconvenientes se manifiestan en distintos frentes: área triguera que quedó sin sembrar, área triguera que fue sembrada y está afectada, siembra de granos gruesos (maíz básicamente) demorada hasta que mejoren las condiciones, mayores costos (agroquímicos, labores) para mantener los campos sin malezas", estimaron.
   Además analizaron que de mejorar el poder de compra interno del dólar, los márgenes se recuperarían un 30% respecto de los observados este año y se ubicarían, si bien todavía por detrás, un poco más cerca de los niveles 2007/2014 (27% por debajo). .
   En tanto, el IARAF, Instituto Argentino de Análisis Fiscal, respecto de la campaña pasada 2016-2017 (cuya soja atraviesa en la Argentina demoras en la comercialización), a nivel mundial se estima una producción de maíz de 1.075,3 millones de toneladas, mientras que en el ciclo que está comenzando se proyectan en 1.038,8 millones de toneladas, con una baja de 3,4% (36,53 millones menos).
   Las proyecciones de soja para la campaña que está comenzando 2017-18 establecen que esta oleaginosa registraría una producción en niveles inferiores al ciclo anterior ya que alcanzaría los 347,9 millones, con una leve baja de 1% respecto a 2016-2017.
   Por su parte, la demanda mundial crecería para el ciclo actual 2017-2018, en el caso del trigo la disponibilidad del grano subiría un 4,4% respecto al previo con un coeficiente stock – consumo de 36,3%.
   Por su parte, el cociente stock-consumo del maíz caería un 11,7%, nivelando en 18,9%; en el caso de la soja, su coeficiente se encontraría apenas por debajo de la campaña en curso (27,9%), con una baja de 2,9%.
   En Argentina, de acuerdo con el informe del Ministerio de Agroindustria del mes de septiembre, se estima que se superarían las 133,37 millones de toneladas producidas de los siete principales cultivos.
   Este valor implica unas 12 millones de toneladas más que en la campaña anterior (9,5%), con esto, el ciclo 2016-17 se constituiría en una campaña récord en términos de producción ya que la actual está jaqueada por los excesos hídricos.  
 
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