Buenos Aires, 21 enero (Especial de NA, por Matilde Fierro) — Los productores agropecuarios uruguayos están en pie de guerra contra el gobierno del presidente Tabaré Vázquez (Frente Amplio) y con sus movilizaciones y reclamos ya lograron el desplazamiento del ministro de Agricultura de ese país y su reemplazo inmediato.
   Por su parte, el presidente Tabaré Vázquez recibió esa tarde, recién llegado de sus vacaciones, a representantes de la Federación Rural, la Asociación Rural del Uruguay (ARU), las Cooperativas Agrarias Federadas (CAF), la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA) y la Asociación Nacional de Productores de Leche, entre otros.
   No todas las gremiales base respaldan la medida porque ésta surgió a partir de una protesta de autoconvocados, sin embargo con el correr de los días algunas entidades fueron girando hacia el apoyo de los reclamos. .
   Ocurre que Tabaré Vázquez logró enfurecer con pocas frases a gremialistas y productores, en una situación de altos costos y falta de competitividad que es casi un calco de la que atraviesan los hombres del campo argentino, en un silencio interrumpido por algunas voces.
   El precio de la soja sin retenciones es igual en Uruguay al de Argentina que ahora paga 30 por ciento y el 1° de enero de 2020, con una reducción gradual del 0,5 por mes, llegará al 18%.
   Los productores agropecuarios uruguayos ahora tienen prevista una gran movilización superadora de la anterior al término de la cual leerán el documento con los pedidos que entregarán a Vázquez.
   Por ahora, el Gobierno uruguayo parece un tanto desbordado por la situación y no ha hecho nada para acomodar el retraso cambiario que motivó que el sector agropecuario registre una progresiva pérdida de competitividad. En la Argentina ocurre lo mismo.
   Los productores argentinos además enfrentan malas condiciones climáticas y sobre la principal provincia productora del agro, Buenos Aires, se cierne el impuestazo con la suba promedio del 50% del tributo inmobiliario rural del que no se baja la administración de María Eugenia Vidal.
   Pero volviendo a Uruguay y en comparación con la Argentina, en el vecino país el valor de la soja disponible puesto en Nueva Palmira es de 9440 pesos la tonelada.
   Con ese dinero es posible adquirir 233 litros de gasoil grado 2 (con una concentración máxima de azufre de 50 partes por millón).
   En la Argentina esa relación es similar: con 5110 pesos la tonelada de soja alcanza para comprar 236 litros de gasoil grado 2, considerando el valor YPF en la región pampeana.
   Pero el precio de la soja argentina –por efecto de los derechos de exportación– tiene un descuento del 29,5%.
   Si el poroto no estuviese gravado con retenciones –tal como sucede en Uruguay– tendría un valor disponible del orden de 6500 pesos la tonelada, el cual permitiría comprar 300 litros de gasoil grado 2, indicó el sitio Valor Soja.
   La principal razón de esa distorsión es que las autoridades económicas uruguayas vienen pisando hace tiempo el tipo de cambio para evitar una disparada de la inflación.
   En tanto, Tabaré Vázquez invitó a los ruralistas a la residencia de Suárez y trató de calmar los ánimos al proponer formar mesas de trabajo para analizar la problemática de cada sector, pero igual los irritó con declaraciones.
   Por ejemplo en una carta dirigida el presidente Vázquez, Alfredo Lago, en representación de la Asociación Cultivadores de Arroz, le envió "algunas aclaraciones" luego de que el mandatario uruguayo afirmara que el sector arrocero debe mejorar "su productividad y competitividad" ya que "gana más o gana menos de acuerdo a los precios internacionales".
   Lago explicó que "Uruguay es reconocido internacionalmente por el alto rendimiento, la calidad y la inocuidad de su producción de arroz, alcanzando el puesto 8° como exportador neto mundial".
   Afirmó que el 95% de la producción se exporta, "generando un total de 505 millones de dólares en la zafra de 2016, según datos de la Comisión Sectorial del Arroz", cifra que tuvo su equivalente en 2017, indicó el presidente de la asociación.
   "El producto arroz uruguayo se destaca en el mundo y se exporta casi en su totalidad a más de 60 destinos", informó la misiva.
   El titular de la Asociación además manifestó que este tipo de hechos "no colaboran para el buen relacionamiento".
   En la otra margen al mismo tiempo, se produjo una gran sorpresa para los productores arroceros de Entre Ríos que acaban de recibir boletas de electricidad por parte de la empresa provincial Enersa con valores de entre 200 y 300 mil pesos por el consumo de noviembre y diciembre de 2017, período en que comienza el riego del grano (con sistema eléctrico) y que se extiende hacia mediados de febrero.
   Ante las quejas, el gobernador entrerriano Gustavo Bordet decidió una prórroga de los vencimientos para abril y pedirá a la Nación que los incluya en un régimen de promoción por actividad electrointensiva.
   Hugo Müller, presidente de la Fundación Proarroz, dijo que en Entre Ríos el productor chico y mediano "está desapareciendo" y que unos 550 productores dejaron la actividad en la provincia entrerriana en casi 15 años para ser ahora sólo 170.
   En Uruguay, mientras, arriba de sus camionetas, camiones, tractores y automóviles y hasta en aviones agrícolas, los manifestantes se hacen escuchar. 
 
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