Buenos Aires, 17 junio (Especial de NA, por Matilde Fierro) — El precio de la soja se derrumba en Estados Unidos, pero está alto en el mercado local argentino en pesos, ajeno a los vaivenes de la pelea que Donald Trump mantiene con China por los aranceles norteamericanos a productos que exporta el gigante asiático.
   En el mercado local, el precio de la oleaginosa cerró la semana a 7.700 pesos la tonelada arrastrado por la suba del tipo de cambio del dólar que llevó a un giro de conducción en la cúpula del Banco Central.
   Según la economista Emilce Terré de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), a nivel general reina la cautela en medio de una campaña productiva de soja muy complicada y de baja producción.
   En el ciclo 2017-2018 que está terminando hay disponibles 6,9 millones de toneladas, cifra muy baja, cuando el promedio de las últimas cinco campañas para comercializar en esta época era de 26,5 millones de toneladas.
   El productor se ve favorecido por la suba de precios de la soja local, pero la baja externa del valor lo toca al exportador en el FOB, en la mercadería puesta en puerto.
   Según Terré, la mayoría de los demandantes recortó el abanico de ofertas de compra a la recepción de mercadería en los próximos 30 días, pero sin cupo asegurado para una determinada fecha o bien para fijaciones de contratos previos.
   A los productores que ya están embarcados en la siembra del trigo 2018-2019 no les conviene el alza del dólar porque influye en la compra de insumos que están dolarizados, la semilla, los fertilizantes, inoculantes, herbicidas, con lo cual se encarece la campaña del cereal.
   En tanto, Trump ratificó que impondrá un arancel del 25% a China para evitar "el robo de propiedad intelectual" y de acuerdo con el sitio Valor Soja, la medida es beneficiosa para la soja producida en el Mercosur.
   El arancel será a un extenso listado de artículos tecnológicos provenientes de China que en conjunto representan importaciones equivalentes a 50.000 millones de dólares por año.
   Entre los bienes que se incluirán en el nuevo arancel adicional del 25% –según un comunicado difundido el viernes por la Casa Blanca– se encuentran aquellos comprendidos en el plan estratégico denominado Made in China 2025.
   Esto es debido a que el plan está diseñado "para dominar la alta tecnología emergente que promoverá el futuro crecimiento económico de China, pero que dañará a los stados Unidos y otras naciones del mundo".
   "Estados Unidos no puede tolerar más la pérdida de tecnología y propiedad intelectual propia por medio de prácticas desleales" por parte de China, añade el comunicado.
   China, por su parte, anunció aranceles de represalia sobre bienes estadounidenses por valor de 34.000 millones de dólares, incluidos productos agrícolas.
   La comisión de aranceles y aduanas del Consejo de Estado chino dijo en una declaración en línea que un arancel del 25 por ciento entrará en vigor el 6 de julio sobre productos agrícolas, automóviles y "productos acuáticos".
   Los aranceles contrarrestan el anuncio hecho por el Representante Comercial de Estados Unidos de que Estados Unidos impondrá inicialmente un arancel adicional del 25 por ciento a 818 importaciones chinas por valor de unos 34.000 millones de dólares.
   El anuncio de Trump promovió un derrumbe de las cotizaciones de los contratos futuros de soja en el mercado de Chicago (CME Group).
   Sin embargo, el nuevo escenario es claramente alcista para los valores FOB de la soja producida en las naciones del Mercosur (región que es la principal exportadora mundial del poroto). .
   Así debido a que los productos de soja son importantes en el área, Brasil y Argentina tienen sus propias bolsas de futuros para el descubrimiento de precios de la soja.
   La BCR es la bolsa argentina de la soja junto con el Mercado a Término de Buenos Aires (MATba); la BM&F Bovespa es la de futuros brasileña.
   Las bolsas locales pueden ser utilizadas como cobertura por comerciantes brasileños y argentinos; para los precios internacionales de la soja, sin embargo, los exportadores tienden a mirar más a la CBOT (Chicago) y Dalian (China).
   En los últimos años, los mercados de soja se han visto impulsados en gran medida por la demanda.
   El rápido ascenso de China en el escenario mundial, ha hecho que el país sea responsable del 60% de todas las importaciones mundiales de soja.
   Si bien el país es el mayor importador, sólo es responsable del 4% de la producción mundial de soja (12,5 millones de toneladas); esto hace que China siga siendo el cuarto productor mundial de este producto básico y la Argentina el tercero detrás de Estados Unidos y Brasil, en ese orden.
   El mercado argentino de la soja es inflamable, tironeado por el derrumbe de los precios de Estados Unidos y la suba del tipo de cambio del dólar en el país. 
 
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