Un aislante doméstico de precio reducido producido en China ha sido identificado por la Agencia de Investigación Ambiental (EIA) de EEUU como origen del misterioso aumento de un agente destructor del ozono, el informe de este organismo internacional “demuestra de manera concluyente que el uso de CFC-11 en el sector de aislamiento de espuma rígida de poliuretano de China, en particular en el subsector de la construcción, está muy difundido y generalizado”.

CFC-11, también conocido como triclorofluorometano, un gas altamente dañino para la capa de ozono, se utiliza como un agente de espumación para la fabricación de paneles de espuma moldeada y espuma en aerosol utilizada con fines de aislamiento. La NOAA había detectado un misterioso aumento en la presencia de este agente en la atmósfera, pese a su prohibición expresa.

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EIA tiene evidencia de dieciocho compañías en diez provincias que usan CFC-11. Las discusiones detalladas con los ejecutivos de la compañía dejan en claro que estos no son incidentes aislados, sino que representan una práctica común en toda la industria.

Los cálculos del EIA muestran que las estimaciones de emisiones asociadas con el nivel de uso informado por estas compañías “pueden explicar la mayoría de las emisiones identificadas en el estudio atmosférico”, además, existe un potencial significativo para el comercio internacional ilegal de CFC-11 que contiene polioles preformulados para la fabricación de espumas en otros países.

Según el informe, “la escala del problema de cumplimiento es tal que no puede tratarse como una serie de incidentes aislados”.

EIA tiene evidencia de dieciocho compañías en diez provincias que usan CFC-11. Las discusiones detalladas con los ejecutivos de la compañía dejan en claro que estos no son incidentes aislados, sino que representan una práctica común en toda la industria.

Por esta razón, la EIA insta al Gobierno de China y a las Partes en el Protocolo de Montreal “a que reconozcan la magnitud de este delito ambiental y tomen medidas inmediatas para investigar más a fondo, implementar reformas legislativas y garantizar una aplicación eficaz impulsada por la inteligencia”.

 

 

Solo a través de una acción urgente e integral –advierte este origanismo– puede el Protocolo de Montreal garantizar que continúe mereciendo su reputación como el tratado medioambiental global más efectivo.

Por: ECOticias.com / Red / Agencias

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