Recalculando: el maíz cae en 200 mil hectáreas;
la soja sube y va por 17,9 millones de hectáreas.

Con esta área, la cosecha de soja argentina 2018/19 se
proyecta en 50 millones de toneladas (Mt). La de maíz, que hace un mes se
calculaba en 45 Mt, con el cambio de área cae a 43.
La intención de siembra maicera pasa de 6,8 millones de
hectáreas a 6,6 M ha.

Así lo consignó la Guía Estratégica para el Agro (GEA)
de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Los cambios en el frente tributario ya impactan en las
decisiones de siembra y la amenaza de la falta de agua
limita el avance de siembra. La carrera expansiva del maíz
se ha detenido. Tras esperarse hace un mes 6,8 M de ha
y un aumento de área de un 6% respecto al año pasado,
ahora llega el ajuste con 200 mil ha menos.
Sigue habiendo un aumento interanual en la intención de
siembra, pero este cae al 2,6%. Los cambios de planes no
afectan a los lotes de siembras tempranas, sino a los de
siembra tardía, los que se realizan a partir de diciembre.
Las provincias del norte del país junto a Córdoba
conforman el área que más manifiesta el cambio de
planes. Se cambiará el maíz por planteos de soja con
menos tecnología, en busca de minimizar el riesgo
financiero. Con 6,6 M de ha que se sembrarían, 5,6 M de
ha de cosecha para el circuito comercial, se espera una
producción de 43 M Tn.
Para la nueva campaña gruesa se proyectan 50 Mt de
soja argentina
Aunque en principio se esperaba un nuevo retroceso de la
superficie de soja, el área de siembra subirá en este
nuevo ciclo. Se estima una intención de siembra de
17,9 M ha, lo que resulta en un incremento de 1,3%
respecto del año pasado. Con estos guarismos se proyecta
una cosecha de 50 Mt.
Un frente de tormenta que puede ser clave para el trigo
Los 21 M de Tn que se proyectaban para la campaña de
trigo se tambalean ante la falta de lluvias. El oeste del país
es la zona más afectada. La falta de agua condiciona la
sobrevivencia de los macollos, y menos macollos por
planta es directamente menos rindes por menor cantidad
de espigas por metro cuadrado. Por ello, si estas lluvias
fallan esta semana, las pérdidas de macollos le pondrán un
techo al rinde. Las lluvias que se esperaban para esta
mañana en Córdoba se han retrasado, pero podrían llegar
en pocas horas más. Si bien se esperan de 8 a 15 mm, el
cultivo necesita al menos 40 mm. De todas formas la
llegada del agua a la región centro, y en especial a
Córdoba, será muy importante. Los últimos dos eventos de
lluvias arrojaron registros muy inferiores respecto a lo que
marcaban los pronósticos. Sí estas lluvias se manifiestan,
puede ser un signo de cambio en la dinámica
atmosférica que empiece a favorecer las zonas más
necesitadas de la región pampeana. El norte del país,
tambien necesitado de lluvias, cuenta con pronósticos más
firmes. Chaco, Santiago del Estero y el norte de Santa
Fe tienen muy buenas chances de recibir mayores
lluvias, en torno a los 40 mm. Entre Ríos y Buenos Aires,
y sobre todo el sur bonaerense, con una mejor oferta de
agua, se perfilan con mejores posibilidades de rindes para
este año.
Trigo 2018/2019
Tras un agosto deficitario de agua y con un mes de setiembre
con eventos de lluvias que han fallado, dejando
algunos milímetros sobre el este del país, el trigo cumple
con sus etapas de macollaje, encañazón y espigazón. Y
mientras tanto, el déficit hídrico se agrava en el oeste y
norte del país. Las enfermedades han aparecido pero se
mantienen en bajos niveles y no son una preocupación en
este momento. Si genera incertidumbre el hecho de que
semana a semana, el área con reservas escasas de agua se
haya ido pronunciando y ya se despliegue con un
contundente avance en el territorio Argentino, como
puede visualizarse en la imagen actualizada de
clasificación de humedad. Hay altas expectativas por un
nuevo frente de tormentas que cruza la región pampeana en este momento,
con expectativas de 8 a 15 mm para el
centro de la región pampeana, incluyendo la provincia de
Córdoba. Es un momento clave para el trigo. Si no llueve
en los próximos días, las pérdidas de rindes van a empezar
ser importantes en la región pampeana. Llama la atención
el fuerte contraste con lo que sucedía exactamente hace
un año atrás, cuando las fuertes lluvias de agosto y los
primera quincena de setiembre provocaban la pérdidas de
250 mil ha trigueras por los anegamientos.
En la provincia de Santa Fe en el extremo sur, centro y
norte de Santa Fe se observa un desarrollo bueno a muy
bueno en los cuadros sembrados. En el centro sur, si bien
la condición es buena, la necesidad de lluvias para evitar
caídas en el rinde es urgente. Los cultivos están más
atrasados que en otros años por las bajas temperaturas,
mejor macollados tambien, pero con la necesidad de
lluvias para mantener su potencial. Los cultivos en general
están sanos, con enfermedades que si bien han aparecido
no son de importancia, a diferencia del año pasado donde
los controles se hacían inexorables para mantener la
integridad de la hoja bandera. Las perspectivas son
buenas, pero la llegada del agua es necesaria para afirmar
el buen desarrollo de los cuadros.
Las heladas muy intensas y frecuentes que se dieron este
año sumado a los intensos vientos y la falta de agua
forman un combo extremadamente negativo para los
cuadros de trigo de la provincia de Córdoba. Ya hay
numerosos lotes en floración y gran parte está encañando.
Mientras tanto, la condición del cultivo se deteriora cada
vez más. Se sembró con las expectativas puestas en que el
mes de agosto sería generoso con su oferta pluvial, tal
como sucedió en el 2017. Por el contrario, el mes dejó una
oferta de agua escasa a nula.
Las expectativas de lluvias de septiembre tampoco se han materializado.
Se estima que el nivel de rinde potencial estaría bajando en casi 10
quintales respecto al año pasado. De todas formas, la
evolución del cultivo puede mejorar o empeorar según lo
que suceda con la oferta de agua en los próximos quince
días.

Fuente: GEA – BCR

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