Buenos Aires, 15 septiembre (Especial para NA)– La anemia infecciosa equina (AIE) es una enfermedad viral que afecta a los équidos (caballos, asnos y cebras) y se transmite a través de la mordedura de tábanos (vectores) y de cualquier objeto punzante que contenga sangre de un animal enfermo.
La próxima peregrinación a caballo a Luján será un ámbito ideal para el control en ruta. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) exigirá la certificación negativa de la enfermedad, un buen estado físico de los animales y la documentación correspondiente.
En tanto, la transmisión del virus es más probable cuando los equinos se hallan muy próximos entre sí y los vectores se presentan en grandes cantidades, usualmente en regiones de climas húmedos y durante el período estival.
Por eso la peregrinación a caballo a Luján, a celebrarse del 27 al 30 de septiembre próximos, será un marco apropiado para el fortalecimiento de los controles de ruta que realiza el Senasa.
En este caso, además de contar con la mencionada certificación negativa de AIE, los propietarios de equinos van a tener que prestar especial atención al bienestar del animal durante el recorrido, garantizando su buen estado físico, brindando agua suficiente y una sana y equilibrada alimentación.
Mientras que en el caso de la AIE, el contagio se suele producir al realizar transfusiones de sangre y plasma o al compartir entre animales elementos que contengan sangre contaminada, como agujas y jeringas hipodérmicas, instrumentos quirúrgicos, equipamiento dental y accesorios u otros utensilios para el uso en equinos, como aperos, frenos, bocados y espolines.
Es importante destacar que la enfermedad no tiene tratamiento ni cura, no se transmite de manera directa entre equinos, es de baja diseminación y no es una zoonosis, es decir, no existe transmisión del virus a las personas.
Para la prevención y el control de la anemia equina, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria recomienda la detección de equinos portadores mediante el test diagnóstico de laboratorio y su posterior eliminación, mediante sacrificio o envío a faena.
Además, es importante destacar que el éxito en el control de la enfermedad requiere del correcto asesoramiento técnico profesional privado y la aceptación y aplicación responsable de las medidas y recomendaciones de competencia del tenedor o propietario, veterinario privado y laboratorista.
Asimismo, se recuerda a los propietarios o tenedores de equinos que el animal infectado con AIE habitualmente no manifiesta estar enfermo y que el riesgo de transmisión de AIE es muy alto cuando no se conoce el estado sanitario de los equinos.
Por eso, el Senasa recomienda realizar periódicamente (al menos dos veces al año) la prueba de laboratorio para la detección de equinos enfermos, ingresar únicamente equinos a su establecimiento que presenten un certificado diagnóstico negativo de AIE y no compartir entre caballos elementos que puedan transmitir la enfermedad (objetos que puedan transportar sangre infectada).
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Recomendaciones para el ingreso de equinos a establecimientos.
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Dada la gran dinámica de movimiento y estabulación de equinos, al momento de ingresar un animal a un establecimiento, debe:
• Exigir un diagnóstico y certificado negativo.
• Aislarlo del resto de la población, en lo posible, por una distancia mayor a los 100 metros.
• Realizarle un diagnóstico serológico de AIE entre los 20 y 40 días posteriores a su ingreso.
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Control y requisitos para el movimiento de equinos.
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Los equinos que se movilicen deberán hacerlo con su documentación correspondiente (libreta sanitaria equina, pasaporte o certificado), en la que se constate una certificación de diagnóstico negativo de anemia infecciosa.
La validez del certificado es de 60 días desde la fecha de extracción de la muestra en todo el país, con excepción de los equinos que quieran ingresar a la Patagonia donde, por ser una zona libre de esta enfermedad, es de 15 días.
(*)Programa de Enfermedades de los Équidos Dirección Nacional de Sanidad Animal del Senasa
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