Por Lucrecia Gieco *
Buenos Aires, 17 noviembre (Especial para NA) — El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) desarrolló un nuevo cultivar de trigo de ciclo largo.
Se trata de MS INTA 119 que posee muy buen potencial de rendimiento de grano, buen comportamiento a enfermedades y aceptable calidad industrial.
Este logro se suma a los ya obtenidos en la larga trayectoria del grupo de trabajo del INTA Paraná (Entre Ríos), que lleva adelante líneas de investigación en mejoramiento genético de trigo, soja, colza y lino desde hace muchos años.
Los especialistas del grupo de Genética, Mejoramiento y Biotecnología Vegetal de la Estación Experimental Agropecuaria Paraná del INTA tienen como objetivo de trabajo la obtención y desarrollo de nuevas variedades de cereales (trigo) y oleaginosas (soja, colza y lino).
Son productos de alta productividad, con buena calidad comercial e industrial, buen comportamiento a estrés bióticos y abióticos y adaptados a los diferentes territorios.
En el caso del programa de mejoramiento de trigo se seleccionan genotipos de alto potencial de rendimiento, adaptados a la Subregión triguera III y que presenten, además, estabilidad en las otras subregiones del país.
Con este objetivo se desarrolló un nuevo cultivar, recientemente aprobado para su inscripción en los registros de cultivares y de la propiedad de cultivares, denominado MS INTA 119.
Los trabajos de investigación en mejoramiento genético de trigo se realizan a través de un convenio de vinculación tecnológica con la empresa MacroSeed, que es la encargada de la multiplicación y comercialización de la semilla de los cultivares inscriptos.
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Obtención del Ms INTA 119
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El nuevo cultivar se obtuvo mediante el cruzamiento de una línea inédita del programa de mejoramiento de trigo, seleccionada en la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Marcos Juárez (Córdoba), con la variedad Baguette 19 y luego con un segundo cruzamiento con SRM Nogal.
Una vez seleccionado en ensayos comparativos de rendimiento locales, fue evaluado en diferentes localidades del país, con diseños estadísticos, con tres repeticiones durante los años 2015, 2016 y 2017.
Además, se evaluó la calidad comercial e industrial del grano en el Laboratorio de Calidad Industrial y Valor Agregado de Cereales y Oleaginosas del INTA Marcos Juárez (Córdoba) los dos primeros años.
Y fue supervisado en el Laboratorio de la Cámara Arbitral de Cereales de Bahía Blanca en el tercer año además de ser caracterizado también por su fenología y buen comportamiento frente a enfermedades.
(*) Investigadora en el Área de Producción Vegetal en la EEA Paraná del INTA, en el Grupo Genética, Mejoramiento y Biotecnología Vegetal.
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