Desde la Federación Agraria Argentina y en defensa de los derechos de los pequeños y medianos agricultores que representamos, de nuestras cooperativas y de todos aquellos que trabajan día a día en pos de la soberanía alimentaria, instamos a que una nueva ley de semillas o la modificación de la actual 20247, venga a resolver los conflictos generados por los vacíos legales y por el abuso de posición dominante de empresas monopólicas.

Por tanto sostenemos como principios indispensables:
Terminar con el conflicto de cobro de cannon de producción sustentado en derechos de patentes en vegetales que nuestra ley no reconoce, y que definitivamente debe quedar plasmado el cobro de toda tecnología incorporada a la semilla en la “bolsa”. El agotamiento del derecho de propiedad intelectual debe ser contundente en el momento de adquisición de la semilla por parte del agricultor. Los vegetales NO son patentables.

El uso propio gratuito es un derecho consagrado en nuestra legislación y ello debe mantenerse firme. Segmentar las políticas públicas en pos de salvaguardar los derechos de los más vulnerables solo podría reflejar el cobro excepcional a los grandes usuarios de semillas.

El Orden Público es la manera de terminar de una buena vez con estos conflictos, bolsatech y que la ley sea para todos, y que nada ni nadie pueda a través de contratos condicionar al productor y a las cooperativas.

El rol del Estado en el contralor de la semilla debe fortalecerse a través de las funciones y rol del INASE, de tal manera que contemos con semillas y creaciones fitogéneticas de calidad y controladas.

Federación Agraria Argentina seguirá, como lo ha hecho siempre, desde sus bases fundacionales bregando por establecer una relación sustentable entre la producción y el entorno ambiental, luchando por un marco socialmente justo en el uso de los recursos naturales, a la vez de velar por la férrea defensa de la soberanía argentina sobre todas sus áreas y recursos estratégicos, sostener y afianzar el uso propio de la semilla y el mantenimiento de la amplitud genética, como vehículos para establecer y reafirmar la soberanía alimentaria.

Prensa FAA
Primicias Rurales