Por Juan Balbín* .
Buenos Aires, 9 febrero (Especial para NA) — A 10 años de su primera edición, la Cumbre de Líderes del G20 se realizó en América del Sur con Argentina en la presidencia y el objetivo de construir consenso para el desarrollo equitativo y sostenible, a través de una agenda inclusiva, centrada en las personas y con visión de futuro.
Estratégica para la cooperación económica, financiera y política, convocó a las principales potencias mundiales, para cerrar un año de trabajo, con un papel relevante del INTA en todo lo concerniente al sector agropecuario.
Con el objetivo de consensuar los temas de interés común que tratarían los ministros, dos meses después, la organización de la Reunión de Jefes Científicos Agrícolas (MACS) –uno de los principales encuentros del G20– representó para nuestro organismo la oportunidad para intercambiar con referentes mundiales miradas acerca de la agenda internacional en cuanto a la sostenibilidad de los sistemas agropecuarios y la responsabilidad de abastecer al mundo con alimentos saludables.
Los temas seleccionados, en articulación con los otros países miembro, fueron la edición génica, los suelos saludables y la intensificación sostenible, con el cambio climático en relación con su impacto en la producción agrícola como eje subyacente.
Como brazo científico tecnológico de la Secretaría de Agroindustria de la Nación, la reunión de Ministros de Agricultura del G20 nos reafirmó el posicionamiento destacado del INTA en el mundo, en materia de investigación de tecnologías de vanguardia y en la construcción de una base de conocimiento.
Con necesidades de fortalecer el intercambio y la colaboración en investigación, profesionales y tecnología, contamos con la visita de funcionarios de las carteras de Agricultura de Sudáfrica, Canadá y Jamaica, quienes compartieron el interés en identificar oportunidades de sinergia para impulsar la cooperación y el intercambio con nosotros para ofrecer soluciones conjuntas en favor de la sustentabilidad agrícola.
En estos encuentros bilaterales también coincidimos en que, siendo el objetivo en 2050 alimentar a 9.000 millones de personas que habitarán el planeta, tenemos que estar a la altura y generar herramientas para encarar temas como el cambio climático y la irrupción cada vez más virulenta de enfermedades.
Así, además de las soluciones que acerque la biotecnología, será sobre todo necesario adoptar un manejo integral y responsable del suelo.
El INTA ha logrado avanzar en la investigación de tecnologías de vanguardia y construir una base de conocimiento destacada en el mundo, que le permite actualmente profundizar la exploración de otras herramientas. Ahora la oportunidad viene de la mano de herramientas como la edición génica, orientada a silenciar una determinada característica no deseable en cualquier expresión vegetal, animal o microbiana.
Así el G20 y, en particular, el MACS nos plantearon una extraordinaria visibilidad y la oportunidad inmejorable de intercambio con los países miembro.
Hoy la modernidad pasa por detectar los problemas y buscar las capacidades para resolverlos, por encontrar las sinergias y trabajar en equipo para dar soluciones conjuntamente.
La Cumbre de Líderes cerró un arduo año de trabajo y abrió múltiples oportunidades de intercambio y cooperación para ir por esa senda.
(*) Presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA)

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