“El desafío de la mudanza del mercado empezó hace muchos años. Aunque ahora sí están dadas las condiciones para que podamos concretarla durante el primer semestre de 2020”, dijo a Valor Carne Eduardo Crouzel, Presidente de Mercado de Liniers SA y Director ejecutivo del Centro de Consignatarios de Productos del País. Y anticipó: “Por lo pronto, cuarenta y cinco casas consignatarias estiman que se realizará una inversión de unos 10 millones de dólares en un moderno emprendimiento. Y ya estamos en obra en el predio de Cañuelas”.

El traslado fuera de la Ciudad de Buenos Aires fue un compromiso asumido en 1992 cuando el mercado pasó a ser administrado por una empresa privada. La entonces Secretaría de Agricultura llamó a licitación y un conjunto de firmas consignatarias y de remates-ferias crearon una sociedad anónima, denominada Mercado de Liniers SA, que ganó el concurso. El objetivo era mantener el dinamismo de un mercado concentrador de hacienda, formador y orientador de los precios, en una ganadería de oferta y demanda muy atomizada.

Finalizados los 10 años de concesión, la Sociedad debía dejar el centenario emplazamiento. Sin embargo, el desarrollo de un nuevo mercado debió sortear las numerosas turbulencias de la economía argentina, con incertidumbre financiera y cambios en las reglas de juego, que retrasaron el traslado.

Escenario desafiante

“Trabajábamos muy bien como concesionarios y en 1997 compramos un campo en San Vicente, para hacer la mudanza en 2002 como correspondía. Pero en 2001 se produjo la crisis y nos otorgaron una prórroga por tres años, porque no había facilidades para construir un mercado de envergadura como queríamos”, recordó el directivo.

Vencido ese plazo, estaba todo listo para iniciar la obra: se había hecho el anteproyecto y los estudios de impacto ambiental y les habían ofrecido un crédito blando del Banco Nación para la obra. ¿Qué pasó? “Llegó la intervención del Secretario Moreno y se resintieron fuertemente las entradas, cayeron a la mitad, y era imposible pensar en una inversión tan grande. Tuvimos que hablar con las autoridades y ellos nos pidieron “quédense, mantengan la fuente de trabajo”, reconoció Crouzel, aludiendo a que el mercado da ocupación en forma directa o indirecta a más de 2.000 familias.

En el ínterin, en San Vicente, se construyeron barrios privados, countries, se cambió la zonificación y en el campo adquirido por la Sociedad sólo se permitía desarrollar ese tipo de emprendimiento.

“Ante esta limitante, desde el gobierno nos invitaron a radicarnos en el Mercado Central, que es un ente interestadual. Empezamos con los estudios y también teníamos el apoyo del Banco Nación, con un crédito a tasas razonables. Cuando estábamos bastante adelantados, la intendencia de La Matanza, presentó un recurso de amparo, porque en el predio asignado se había emplazado un monumento en homenaje a los derechos humanos. Finalmente, quedó imposibilitado para el mercado”, pormenorizó.

Con los tiempos apretados para el traslado, un grupo de 45 consignatarios de Liniers creó una nueva sociedad, Mercado Agroganadero S.A, que adquirió un campo de 110 hectáreas en Cañuelas, sobre la ruta provincial 6.

Cañuelas, hora cero

“El lugar es ideal, estratégico. Cañuelas significa estar 70 km antes de la Capital, se ahorran fletes y complicaciones para transportistas, productores y operadores. Además está a 30 ó 40 km de las principales plantas de consumo, que abastecen el Gran Buenos Aires, donde vive casi la tercera parte de la población del país”, indicó.

Otra cuestión que agrega valor al emprendimiento es el proyecto superador que se llevará adelante. “No sólo estamos construyendo un mercado moderno, con instalaciones de última generación, sino un polo agro-ganadero para actividades afines al propio mercado y para la modernización de la ganadería”, afirmó.

El mercado ocupará 30-35 hectáreas y las 70 restantes serán desarrolladas y comercializadas por la firma South Patagonian, para empresas transportistas, restoranes, bancos, hoteles, estación de servicio y centro de convenciones, entre otros. “Esto nos está ayudando a contar con una financiación que hoy desde las entidades bancarias, si bien hay muy buena disposición, con las altas tasas de interés, es inaccesible. Aunque apenas se pongan a tiro, tomaremos un crédito para acelerar aún más la mudanza”, reveló Crouzel.

¿Por qué se insiste en un mercado físico en mundo que avanza a lo virtual? “Esta inversión millonaria del sector privado pone en evidencia que los productores argentinos siguen interesados en remitirnos hacienda y los clientes en comprar de forma presencial”, planteó. Y argumentó: “Acá, como hay más de 500 operadores, el productor puede defender mejor su producto. Y cuando el comprador lo ve, si le gusta, puede pagar un peso más por esa mercadería”.

La propuesta de Cañuelas podrá renovar el atractivo de las ferias locales de ser un ámbito de encuentro con colegas y permitirá apreciar y comparar diferentes haciendas, ya que será de fácil acceso y con comodidades para reuniones de negocios. Además, está proyectado construir un centro donde las ventas físicas convivan con los remates por Internet para que todos decidan cómo quieren operar.

De cualquier modo, Crouzel reiteró que la función más importante del mercado sigue siendo la formación del precio. “Es el único mercado del mundo de esta magnitud con presencia de animales para faena y no es casual. Tenemos los ejemplos de los lanares y los porcinos, que al desaparecer los mercados no hubo más referencias de valores, algo que acentúo la marginalidad e incluso contribuyó a liquidar stocks. Hoy se nos han acercado productores de ambas especies, interesados en participar del emprendimiento de Cañuelas. Y la idea es abrirles las puertas”, anticipó.

¿Otras innovaciones? “Está prevista la venta de animales para invernada. En realidad ya hoy conseguimos que pueda salir de Liniers hacienda que no esté terminada, con destino a feedlot, como paso previo a la faena”, respondió. Por otro lado, el Mercado está haciendo una gestión ante la Unión Europea, con la ayuda de la Cancillería, para poder vender novillos de exportación. “Es algo que está bastante adelantado. Nos gustaría poder ver algún remate ya aquí en Liniers, habilitando un día y un recinto para que los animales no tengan contacto con los de consumo. En Cañuelas, con instalaciones especiales, le daríamos volumen a esta categoría y un precio de referencia”, anticipó.

Para el directivo, el Mercado Agroganadero es un proyecto superador que consolida una experiencia exitosa de más de 100 años. “Estamos mirando la actividad consignataria adecuada al futuro y las nuevas herramientas que convivirán con las anteriores, producto de nuestra cultura del negocio. El interés en participar de empresas y asociaciones de productores, nos confirma que el nuevo mercado será beneficioso para la ganadería y el conjunto de la sociedad”, finalizó Crouzel.

Por Ing. Agr. Liliana Rosenstein, Editora de Valor Carne

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