Nieta de Walter Kugler, quien fuera Director del INTA Pergamino y Ministro de Agricultura durante el gobierno de Illia, la Ing. Agr. Nora Kugler, 53 años, vive en Trenque Lauquen, está casada, tiene dos hijos de 16 y 17 años, y heredó una fuerte vocación por la producción agropecuaria. Este legado fue lo que la llevó, siendo mujer, a dedicarle la vida a una actividad tradicionalmente de hombres: asesora técnica de establecimientos ganaderos en la región del Oeste Arenoso.

“Me crié en el campo, en el sur de la provincia de Buenos Aires. Mi abuelo fue un referente en la agricultura y me transmitió la pasión por producir evitando la erosión y sin contaminar el suelo ni el agua. Desde jovencita dije que iba a estudiar agronomía, me gustaban los animales y me incliné por el ganado vacuno. Hoy, le pongo un plus a mi tarea por la herencia familiar que me lleva a cuidar los recursos en cada establecimiento que atiendo”, contó Kugler, que inició su carrera en el INTA Valle Inferior, donde trabajó 15 años en la ganadería de Río Negro.

“Siempre estaré agradecida con la institución que me permitió formarme profesionalmente. Un paso importante fue hacer el posgrado en Producción Animal en el INTA Balcarce- Universidad de Mar del Plata”, se sinceró. Años después, ya con un buen bagaje de conocimientos, se trasladó a Trenque Lauquen por cuestiones familiares y empezó a desarrollar su especialidad en forma privada.

Nuevos horizontes

Kugler ingresó a CREA en 2011 fundando el Grupo Corralero junto a seis empresarios de la región del Oeste Arenoso, que contaban con encierres de diversas escalas, desde 2.000 hasta 15.000 cabezas.

“Había establecimientos que tenían un feedlot hace tiempo, pero lo llevaban adelante sin mayor dedicación. La propuesta fue hacerlo en forma ordenada”, recordó la asesora, que colaboró con los productores y su personal en el aprendizaje de procesos claves para lograr buenos resultados físicos y números que cierren.

El primer paso fue generar información sobre las rutinas diarias, las formas de manejo y los sistemas de alimentación, entre otros. “Así, por ejemplo, establecimos cómo se debían tomar las pesadas de inicio, intermedias y de terminación, haciéndolas de una misma forma, para poder compararlas. En base a esto creamos protocolos de trabajo y, personalmente, me ocupé de capacitar a los empleados de campo para implementarlos”, explicó.

En tal sentido, argumentó: “si hay orden se obtienen mejores ganancias de peso y eficiencias de conversión”. Entonces, de no saber qué resultados tenían, los feedloteros pasaron a conocerlos, en lo productivo y económico, y pudieron cotejarlos entre ellos. Y haciendo una balance, remarcó: “Que aprendieran a medir fue el mayor éxito. También, debo decir que aprendí mucho de ellos”.

Tres años después, Kugler dejó el asesoramiento del Grupo Corralero buscando potenciar su carrera profesional. “Mi tarea estaba cumplida. Era una actividad muy demandante, mi marido me apoyaba cuando viajaba, se quedada con nuestros hijos, que por entonces eran chicos de primaria”, afirmó la especialista, aludiendo a que la metodología CREA implica recorrer los establecimientos una vez por mes, lo que lleva medio día o un día entero, además de la reunión mensual, que requiere preparación, para mostrar qué hizo cada empresa, qué logró. “Por eso, en mi nueva posición, la intención fue abrir un poco mi espectro”, señaló.

Consolidación + innovación 

Desde fines de 2013, la especialista coordina la iniciativa “Acción Ganadero” que reúne a 14 grupos CREA de la región Oeste Arenoso, con el fin de hacer análisis de información, extensión y difusión de la actividad. Involucra a un total de 85 empresas que hacen ganadería: la mayoría se dedica al ciclo completo, aunque algunos tienen la cría en la zona y otros fuera de la misma, en la provincia de Buenos Aires o en La Pampa.

“Cada grupo tiene su representante y junto con sus técnicos identificamos las necesidades y demandas de los productores y diseñamos acciones de experimentación, capacitación y comunicación. A su vez, por mi parte, participo en la “Mesa técnica ganadera de CREA” compartiendo los avances con asesores de otras regiones del país”, relató.

¿Innovación? “Dentro de Acción Ganadero, hay un grupo de gestión ambiental en el feedlot, integrado por ocho empresas Crea y extra Crea. Lo armamos en conjunto con el INTA y lo interesante es que participan especialistas en suelo, en hidrogeología, es interdisciplinario. Estamos evaluando cómo mitigar la contaminación, medimos nitratos, nitritos y otros parámetros en las napas, y, a su vez, nos ocupamos de mejorar el manejo del estiércol. Es el único grupo del país que está trabajando en esto y generando información local”, indicó.

¿Algún adelanto? “Advertimos que no en todos los sitios es necesario hacer lagunas de decantación. Por ejemplo, en un campo con un feedlot muy grande, construido sobre un médano, hicimos cinturones verdes de alfalfa, una especie de raíces largas que, cuando llueve, capta los efluentes. Después testeamos cómo evolucionan las napas”, explicó. Y anticipó: “Por lo pronto, la experiencia está funcionando muy bien, próximamente presentaremos los primeros resultados en una jornada de campo”.

Además de su tarea en CREA, que hoy demanda el 30% de su dedicación laboral, Kugler atiende una veintena de clientes propios, mayormente establecimientos con feedlots en el Oeste Arenoso y algunos un poco más alejados, que tienen cría, recría e invernada.

“Me apasiona lo que hago y eso es lo que les transmito. Los visito cada mes o cada dos o tres meses, según el caso. Los escucho, les doy ideas, los desafío, veo cuáles son las áreas de mejora. Entonces, trazamos un objetivo, hoy estamos acá, en este punto, y tenemos que llegar a tal otro”, comentó.

¿Mi fuerte? “Logro buenas relaciones con los productores y con el personal, sea de a caballo o de a pie. Mi objetivo es que todo el equipo crezca en forma armónica. Es la única manera de avanzar en la mejora continua, que estén entusiasmados y tengan desafíos permanentes”, subrayó. Y reveló: “cuando atiendo un campo, me encanta descubrir esa gente con vocación, encargados y peones, que muchas veces tienen una educación formal mínima y es increíble lo que saben, los criterios con los que hacen la tarea. Valoro su cultura y ellos me responden. Estoy viendo un enorme potencial en la capacitación del personal, hacia allí voy”.

Finalmente, Kugler se refirió a los desafíos de la mujer en la carrera profesional agropecuaria. “Trabajo de lunes a sábado y la mayoría de los días duermo en casa, trato de volver. Mi familia está acostumbrada, ahora mis hijos son adolescentes, es más fácil, aunque sigo pendiente de sus temas”, contó. ¿La retribución laboral? “En mi caso, con mi personalidad, le pongo más esfuerzo a cada tarea para que salga bien. Soy muy exigente, muy cuidadosa de los detalles y eso hizo que me haya posicionado bien en el mundo empresarial, con una remuneración semejante a la de los hombres”, concluyó.

Por Ing. Agr. Liliana Rosenstein, Editora de Valor Carne 

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