Por Pablo Adreani*.
Buenos Aires, 13 abril (PR/19) — Hace ya algunas semanas que el mercado de soja esta mostrando síntomas de debilidad, y si no se consolidó la baja fue porque en forma intermitente Chicago mostraba reacciones alcistas ante el ingreso o no de China en el mercado americano de soja. .
Es probable que estemos asistiendo al final de la baja anunciada, y de ser así el productor debe tomar sus recaudos y tener vendida a futuro el 30% de su producción, en el caso de campo propio y rindes a cosecha por encima de lo normal.
Lo que sucede es que el futuro ya llegó, pues la cosecha de las sojas sembradas temprano ya avanza y a partir de ahora se va a sentir cada vez con mayor fuerza el ingreso al circuito comercial de la nueva cosecha. .
La acción de no vender nada, expone al riesgo de precios en el 100% del volumen producido.
El dato de la realidad es que la soja disponible cerró últimamente a 223 U$S la tonelada y la posición Mayo a 227 U$S la tonelada como un reflejo que la demanda se va a sentir más en el mes de mayo.
Abril es un mes de transición entre la cosecha muy temprana y el pico de la cosecha que comenzara a sentirse a partir de principios de mayo.
Hace exactamente tres semanas el precio de la soja disponible era de 232,5 U$S la tonelada, es decir acumuló una baja en la últimas semanas de 9,5 U$S la tonelada.
Si analizamos la posición Mayo, hace dos semanas cotizaba a 234 U$S la tonelada, la baja fue menor de 7 U$S la tonelada.
En tanto, la soja disponible es la que va a ir marcando la tendencia de la posición Mayo, plena cosecha si el clima lo permite.
La industria aceitera se está comprando todo: si uno analiza la evolución de las ventas semanales declaradas por los productores, equivalen a las compras efectuadas por la exportación y la industria, nos encontramos que las aceiteras están acelerando su volumen de compras mientras que los exportadores la están viendo pasar.
En la semana entre el 13 y el 20 de marzo, la industria compró por un volumen total de 1,4 millones de toneladas mientras que los exportadores apenas adquirieron 250 mil toneladas.
Esta puede ser una estrategia entre ambas divisiones de la misma empresa con el propósito de permitir a la industria aumentar sus compras en su mayoría a fijar asegurando descarga y dejar a la exportación que ingrese al mercado en pleno momento de la cosecha para comprar a precio y cerrar margen de exportación de poroto.
Hasta el momento la industria ya tiene compradas 9,6 millones de toneladas, de las cuales 7,8 millones están a fijar y solamente 1,8 millones tienen ya precio cerrado.
En el caso de los exportadores, las compras acumuladas llegan a 1,6 millones, de las cuales 300 mil son a fijar y 1,3 millones a precio.
Entre la industria y la exportación, las compras totales de soja a precio, que es el dato relevante para el análisis, llegan a un total de 3,1 millones de toneladas, de una producción total estimada en 53 millones de toneladas como piso, pues estamos viendo que los altos rindes proyectados pueden hacer subir la cosecha hasta los 56 millones de toneladas.
Números más números menos, hay todavía 50 millones de toneladas de soja que en algún momento del año serán vendidas por los productores, con un fuerte cambio en el patrón de ventas ante la proximidad de la elección presidencial el próximo octubre.
El bimestre mayo-junio es el más fuerte en cuanto a oferta y venta por parte de los productores. Este año podremos tener mayor oferta en abril por las fechas de siembra en tiempo y forma.
Proyectamos 3 millones de toneladas de soja a venderse en abril, 6 millones en Mayo y 7 millones en junio, un total de 16 millones de toneladas, equivalente al 32% de la producción total y un equivalente de U$S 5.300 millones.
A partir de julio, entramos en el desierto, la oferta de soja ira disminuyendo cada vez más fuerte hasta alcanzar el límite mínimo el mismo día de la elección presidencial.
A partir de ahí el productor seguirá reteniendo o no en función del resultado de las elecciones.
Este comportamiento del productor se sustenta en tres factores o pilares de razonamiento, 1)el dólar está muy volátil y espera a que suba más previo a las elecciones, 2)la incertidumbre política es tan alta que termina por arrastrar a la micro económica y prefiere no vender hasta saber el resultado de las elecciones, y finalmente 3)el productor no va a necesitar vender soja pues los rindes récord de trigo y de maíz le permitieron hacer caja con estos dos cultivos.
(*) Consultor. Fundador de GuruMarket

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