Es un trabajo de hormiga”, dice el refrán popular. Nunca mejor dicho a la hora de realizar un control biológico de estos habitantes tan clásicos en las huertas familiares y en los jardines. Recomendaciones del INTA para lograr un control biológico adecuado.

“Las hormigas negras son seguramente una de las visitas más frecuentes y menos queridas de nuestra huerta, dentro de las especies más conocidas están la roja, carpintera y Argentina”, detalló Francisco Pescio –técnico del INTA Área Metropolitana de Buenos Aires y uno de los autores del libro “Mi casa, mi huerta”–

Y agregó que, “si bien cumplen un rol importante en la naturaleza, generalmente suelen traernos bastante inconvenientes en nuestros cultivos. Es por ello que tenemos que aprender a regular su población”.

Algunos métodos para combatirlas van desde los cebos de arroz partido hasta la lucha con fuego o entre hormigas. “El manejo o control biológico requiere que se realice en forma integrada y no solo aplicando una receta”, dijo el especialista del INTA AMBA.

En este sentido, destacó que es necesario “encontrar el equilibrio dentro de la huerta no destruyendo a las hormigas sino buscando que no ataquen a las hortalizas en principio mediante la combinación de especies o presencia de aromáticas”.

De acuerdo con el especialista, “no todas las especies son iguales para las hormigas ya que algunas serán las primeras en ser atacadas, como las leguminosas (habas y arvejas). Y otras pueden ser consumidas en último término o bien repelerlas. ¿Cuáles son buenas repelentes? La menta, ajo y cebolla, ajenjo, lavanda, ruda, sésamo”.

Cebos y trampas

Los cebos son elementos muy atrayentes, que pueden cumplir varias funciones. En el inicio de un ataque permiten “distraer” la atención sobre las plantas atacadas y dirigirlas al cebo. También pueden afectar la alimentación por si mismas de las hormigas (como es el caso del arroz).

Al mismo tiempo, de permitir que las hormigas transporten sustancias toxicas al nido, para que luego ataquen a la honguera (como ocurre con el sulfato de cobre).

Los cebos más utilizados son las cáscaras de cítricos, miel, granos de arroz partido. Las trampas son aquellas especies de plantas muy preferidas por las hormigas, a las que van a atacar en primer lugar.

Para ello tomamos algunas plantas, como las habas, y las podemos utilizar sabiendo que van a avisar que estén las hormigas. Cuando aparezcan atacadas (tenemos poco tiempo) empezamos a preparar nuestro arsenal de control biológico.

 

Extractos, preparados y purines

Pescio comentó que hay diferencias entre los mextratos, macerados y purín. “Nuestros preparados se llaman en realidad extractos vegetales”, expresó el técnico. Muchísimas plantas tienen compuestos con diversas propiedades insecticidas, funguicidas, medicinales, entre otros.

“La forma de extraerlos es mediante algún líquido, generalmente agua, aunque, el resultado varía de acuerdo a los procedimientos de extracción”, explicó.

En el Purín fermentado las partes de las plantas se colocan en recipientes con agua. Se cubre el recipiente y se revuelve todos los días hasta que ocurre un cambio de color en una o dos semanas. El olor que tiene es muy desagradable. Se diluye en agua y se puede aplicar.

En tanto, la infusión consiste en colocar las plantas en agua hirviendo. Se deja reposar 24 horas. A diferencia de la Maceración en la que se colocan los vegetales en agua durante no más de tres días. No debe fermentar.

En todos los casos, debemos filtrar el resultante. Generalmente también se diluye para luego aplicarlo.

Naranjo en flor

Esta técnica utiliza a los hongos que atacan a las frutas cítricas. Generalmente aparecen en los frutos unos característicos hongos de color verde y azules, que pertenecen a las especies penicilium sp. Como su nombre lo indica, a partir de esta familia de hongos se obtuvo la penicilina, potente antibiótico. La técnica consiste en tomar varias de estas frutas y realizar un macerado.

Se filtra este líquido y se riega sobre la entrada del hormiguero. El objetivo es “regar” esporas de estos hongos sobre el hormiguero, las cuales germinaran en la honguera y eliminaran al hongo que utilizan las hormigas como alimento; provocando así su alejamiento de la zona.

No siempre es exitosa esta técnica, porque en la honguera las hormigas cultivan no solo el hongo que les sirve de alimento, sino otros hongos que generan sustancias de defensa. Según como sea la relación entre estos hongos y los que agregamos, será el resultado final.

Una gran comunidad

Las hormigas son los insectos sociales más evolucionados ya que presentan una organización en castas y se distinguen en: reina que comparada con toda su progenie es gigantesca y su vida entera, una vez que ha establecido la colonia, se restringe a poner huevos.

Tanto los reproductores alados, las hembras vírgenes fértiles (aladas, sólo usan las alas en el vuelo nupcial y después de fecundadas se desprenden de las alas deciduas) y los machos (se mueren al término de su único vuelo: el nupcial); y obreras (hembras asexuadas y ápteras) son la mayoría de la población de la colonia y las responsables de los daños. Miden entre 6 y 10 milímetros de largo, son de color negro semilustroso.

El especialista explicó que “existen una gran variedad de hormigas en la huerta, y no todas nos afectan de la misma manera: tenemos las típicas hormigas coloradas, con su clásico hormiguero elevado que salvo por las molestas picaduras, estas hormigas no se alimentan de vegetales; y existen otro tipo de hormigas coloradas, que no pican que pueden llegar a traer otros problemas, pero no atacan las plantas”.

Por esto, Pescio se centró en el control de las famosas hormigas negras que dañan las verduras u hormigas cortadoras. ¿Pero cómo las diferenciamos? “Las hormigas cortadoras se diferencian fácilmente de las no cortadoras porque cuentan con espinas en la parte dorsal del tórax (arriba del lomo, en criollo)”, responde el técnico del INTA AMBA.

Primicias Rurales

Fuente. INTA informa