Buenos Aires, 8 junio (PR/19) — El nuevo ciclo agrícola 2019-2020
marcará un nuevo récord de rotaciones de cultivos y más lejos de
la soja ya que por primera vez, en más de 10 años, la relación
pasa 1,75 hectáreas de la oleaginosa por una de gramínea, por los
aumentos que se estiman de trigo y maíz para esta campaña.
Los datos corresponden a un informe de la Guía Estratégica para
el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) sobre la
región núcleo que comprende parte de Santa Fe, norte de Buenos
Aires y sur de Córdoba.
“Cambia el paisaje de la región y el cambio es drástico. Hace 5
años, en la campaña 2014-2015, por cada lote de trigo o maíz se
sembraron 4,4 lotes de soja. El año pasado bajó a 2,1 hectáreas de
soja por cada una de gramínea (trigo o maíz). Pero por primera
vez, en más de 10 años, la relación pasa a 1,75 por los aumentos
que se estiman de trigo y maíz para esta campaña 2019-2020”, dice
el reporte.
Agrega que la tendencia de subir en un 10% la siembra de maíz
temprano respecto al año pasado cada semana es más firme y que “si
se logra sembrar todo el trigo que se intenciona, la zona núcleo
sumaría más de 250 mil hectáreas con gramíneas en este año”.
“Esto es muy importante: volver a rotar el suelo es la práctica
más eficiente para producir en forma sustentable y ponerle trabas
a los excesos hídricos”, manifestaron los autores del reporte.
Los especialistas señalaron que “aparte de la ventaja que
tienen las rotaciones para el manejo del lote, como el control de
malezas o evitar el desarrollo de enfermedades entre otras, es una
práctica muy favorable para la región en contextos de años
lluviosos”.
“Incrementar las hectáreas con trigo y maíz baja el
escurrimiento del agua al aumentar la cantidad de rastrojos que
queda en el campo. Y cómo también necesitan más milímetros para su
crecimiento, funcionan como bombas de extracción de agua, bajando
las napas de la región”, estimaron.
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Trigo
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Aunque esta semana se logró un gran avance en la siembra de
trigo, alcanzando el 27% del total a implantar en la región
núcleo, los excesos hídricos ponen en jaque el progreso.
El centro sur santafesino lleva implantado un 35% del área,
cuando el año pasado, en esta misma fecha, ya se había sembrado la
mitad de los lotes estimados.
Si bien los registros de precipitaciones durante esta semana
fueron menores a los 10 mm, la alta humedad ambiental impide que
los suelos se oreen.
La ventana de siembra para los ciclos largos de trigo se achica
y, aunque no hay intenciones de bajar la intención de siembra, ya
muchos productores buscan semilla de ciclos cortos: “Pero la
disponibilidad de semillas podría poner límites a la siembra
triguera”, dijeron en GEA.

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