Buenos Aires, 23 junio (PR/19) — La siembra de trigo en la zona núcleo va por delante de las anteriores cinco campañas con un 17% de diferencia y se lleva implantado el 60% de lo previsto, más allá de un avance lento y trabajoso, que debido a tanta humedad provoca que se trabaje unas pocas horas por día.
“Hay numerosas zonas con barro y excesos de agua que siguen dificultando los trabajos en el centro sur de santa fe y el este de Córdoba”, sostuvo la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Allí las altas condiciones de humedad limitan la capacidad de trabajo diaria a unas cuatro o cinco horas, “pero nadie afloja, hay un febril esfuerzo en sembrar la mayor cantidad posible de lotes con ciclos largos, cuando ya se está sobre el límite de tiempo”.
“Incluso se avanza sobre lotes que no tienen condiciones de siembra y empiezan a notarse graves problemas de implantación con emergencias muy desparejas. Pero el apuro está en que nadie quiere quedarse sin sembrar lo que proyectó. Y en esta semana, muchos productores decidieron sembrar más hectáreas, aumentando la apuesta por el trigo”, indicaron los autores del reporte.
Pero el problema es la semilla: “Hay que pasar a sembrar ciclos cortos y la semilla no alcanza para todos. En los últimos días de la ventana de siembra de los ciclos largos, los pronósticos de lluvias le pondrían fin a la siembra de estas variedades”, dijeron.
Sin embargo, los buenos precios del cereal, la necesidad de hacer rotaciones y financiarse y la falta de disponibilidad de semillas de ciclos más cortos hará que muchas variedades del largo se siembren igual, aunque queden implantados fuera de la fecha óptima para su crecimiento.
El norte bonaerense lleva el mayor avance de las últimas campañas, se ha sembrado casi la mitad de la superficie intencionada, mientras que en los últimos ciclos el avance era de tan sólo un 15% en promedio.
Desde el 20 de mayo no se producen lluvias importantes y esto ha permitido un gran progreso.
En tanto las aplicaciones de nutrientes también están afectadas por la alta saturación de humedad en las capas bajas de la atmósfera.
Los fertilizantes a granel no corren por las máquinas, se apelmazan, “se está aplicando igual, pero en condiciones que no son las adecuadas”, añadieron.
“También hay atrasos en la aplicación de tratamientos de control de malezas en barbechos largos para maíz y soja. Se especula con la aparición de heladas para atemperar las malezas y realizar aplicaciones más eficientes”, manifestaron.
Queda por cosechar la última tanda de maíces, los sembrados en diciembre que no terminan de secarse.

NA

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