Buenos Aires, 19 julio (PR/19) — El departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales porteña pronosticó hoy una caída del 7,9% en el área destinada a girasol para la campaña 2019-2020.
“En pocas semanas comenzará una nueva ventana de siembra para el girasol en Argentina, registrándose durante el período de precampaña una tendencia negativa respecto a la superficie que podría ocupar el cultivo”, sostuvieron los autores del informe.
Resultados preliminares de relevamientos realizados a lo largo de toda la región agrícola indican una posible reducción de área,
explicada principalmente por falta de condiciones adecuadas para la siembra en los núcleos productivos del NEA y Centro-Norte de Santa Fe, como así también una relación insumo-producto menos atractiva en comparación a campañas anteriores.
Bajo este escenario, se estima que la superficie destinada a girasol alcanzaría 1.750.000 hectáreas durante la campaña 2019-2020, reflejando una caída interanual de -7,9 % (- 150 mil hectáreas en números absolutos).
De concretarse, se estaría revirtiendo el ciclo de expansión del cultivo iniciado en la campaña 2015-2016.
Si bien esta primera proyección de superficie refleja una caída interanual, aún se ubica un 8,4 % por encima del promedio de las últimas cinco campañas (Superficie promedio 2014/15 a 2018/19: 1,6 millones de hectáreas).
“Asimismo, se encuentra sujeta a la evolución de variables climáticas y de mercado durante la ventana de siembra, la cual se extendería hasta fines de noviembre y principios de diciembre, momento en el cual los núcleos productivos del sur bonaerense se
encuentren transitando su ventana óptima para la incorporación del cultivo en la rotación agrícola”, indicaron los especialistas.
A pocas semanas de comenzar una nueva campaña, en los
núcleos girasoleros del norte del país aún predominan excesos de
humedad y lotes anegados.
Estos factores adversos que ya limitaron la siembra de trigo en las regiones NEA y en sectores del Centro-Norte de Santa Fe, también comprometen la superficie que podría ser implantada con girasol, explicando gran parte de la merma interanual de área prevista en ambas regiones para este nuevo ciclo.
En paralelo, si bien aún faltan varias semanas para iniciar la
ventana óptima de siembra sobre el centro y sur de la región
agrícola, en donde la humedad para la siembra no sería una
limitante para la implantación del cultivo, la intención en estas
regiones se encuentra comprometida por una más desfavorable
relación insumo-producto.
Bajo el escenario actual también se prevén caídas interanuales de superficie en diferentes sectores de Buenos Aires y La Pampa.
Las principales variables que hacen al manejo del cultivo se focalizan en los materiales de siembra, la fertilización
y el cuidado sanitario.
Sobre esto último, el uso de fungicidas es clave para el control de enfermedades foliares, aunque su aplicación no está generalizada en girasol y su uso muestra variabilidad según las distintas regiones.
El uso de fertilizantes en el nuevo ciclo 2019/20 se mantendría relativamente estable respecto a las últimas campañas relevadas:   se concentra mayormente en fuentes fosfatadas, con más del 65% del volumen total aplicado en girasol.
En tanto, el girasol en Argentina muestra durante al menos los últimos ocho años un nivel medio de tecnología aplicada, y en
términos relativos se ubica por encima del sorgo granífero, aunque por debajo de la soja y el maíz.
Con relación a los materiales de siembra y puntualmente a aquellos con tecnología para control de malezas, se espera que en el próximo ciclo 2019/20 se observe un nuevo incremento de uso, aunque leve respecto a años anteriores.
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Escenario Económico
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“Con el objetivo de describir los incentivos económicos recibidos por los productores durante esta nueva campaña
agrícola, al momento de analizar el escenario debemos tener en cuenta diversas variables, como precios de mercado,
costos y cambios en las políticas públicas que afectan al cultivo”, señalaron.
En este nuevo ciclo, los precios vigentes se ubican por debajo de los registrados en el mismo período de la campaña anterior.
“Si tomamos la cotización en el Mercado a Término de Buenos Aires (MATba), el precio del girasol se encuentra en promedio un 21% por debajo de la campaña 2018/19, cercano al mínimo de los últimas cinco campañas”, indicaron.
En cuanto a los costos, en las últimas campañas se observa una disminución de los precios de los insumos claves para la producción del cultivo, moderando en parte los efectos de los menores precios del grano en los márgenes brutos del productor, que de todas maneras se estiman inferiores a los de la campaña 2018/19.

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