Por Matilde Fierro.
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Buenos Aires, 15 septiembre (Especial de NA) — La rotura de silobolsas con granos almacenados en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba junto con delitos de abigeato, corte de colas a caballos criollos y tajeada a una yegua colocó a los productores en estado de alerta ante las pérdidas y vandalismo en los campos.
Huellas de motocicletas, de pisadas y la impunidad del silencio cómplice de la noche fueron los vestigios, con las imágenes que dieron cuenta del grano desparramado, en su gran mayoría soja y maíz, de los actos vandálicos que estremecieron a productores y contratistas los últimos días.
Los hechos fueron tales que llevaron al ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Miguel Etchevehere a participar de una reunión que tuvo lugar en la Sociedad Rural de Chacabuco, en el noroeste de Buenos Aires, para debatir sobre medidas de prevención y de seguridad, en la intersección de Ruta 7 y Acceso Irigoyen.
Chacabuco se vio sacudida por la rotura de seis silobolsas y según destacó en diálogo con NA, el protesorero de la Sociedad Rural local, Osvaldo Falabella, “se trata de conseguir más seguridad”, pero aclaró que “las patrullas rurales trabajan muy bien”.
Consideró que los delincuentes buscan “hacer daño”, ya que “cada silo roto son 200 toneladas de granos que se desparraman, si lo cortan se raja de punta a punta, da un trabajo tremendo juntar y en el caso de que llueva, se arruina el grano”. .
“Queremos que se pongan las pilas la justicia y los fiscales en especial, los que se tienen que mover, todos ponen peros cuando la policía pide una orden de allanamiento porque detectó un delito, no la dan, no sé qué buscan, no se entiende”, dijo a Noticias Argentinas, Falabella.
Respecto de qué hay detrás de la rotura de silobolsas, exclamó “¡no se sabe si es cosa política! Hace siete u ocho años ocurrieron hechos similares y además de los incendios provocados ya que un campo con rastrojo arde como si fuera nafta; fue durante el gobierno kirchnerista, en esa oportunidad era gente mandada”.
Por otra parte señaló que “la gente que tiene silobolsas, es un ahorro como es el caso del productor damnificado de acá Chacabuco, Ricardo Kling, tiene doce personas que dependen de él, el silobolsa es el ahorro que tiene él, vende el grano y va comprando el combustible, lo usa para pagar los sueldos”.
“Es imposible devolver un crédito en el banco. Entonces el silobolsa se utiliza como caja de ahorro. No se vende el grano porque no se quiere sino que se lo va vendiendo a medida que necesitan dinero”, precisó.
También se refirió al caso de Martín España, un contratista de la zona que alquila campos, “le rompieron cinco silobolsas” y en lo que hace a Kling, en el roto, los autores escribieron UATRE para imputar a la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores.
“Anoche estuvimos reunidos con los muchachos de UATRE ¡cómo van a ir a romper y pintar su nombre! la UATRE es una gente que trabaja, las cosas se arreglan conversando y nunca hay problemas con ellos”, contó Falabella.
Señaló que “todos los productores queremos ver cómo encarar el tema porque el otro problema es llegar al campo a la noche y si el tipo que está rompiendo silobolsas tiene un arma, te mata, hay que tomar precauciones antes de que suceda”.
“La patrulla rural”, insistió, “funciona bien, patrulleros circulan toda la noche, pero es un partido muy grande con unas 250 mil hectáreas”, lo que dificulta cubrir toda la extensión con el patrullaje.
En una seguidilla, se produjo la rotura de nueve silobolsas en el establecimiento de Ricardo del Barro, en la localidad bonaerense de Lobos y se repitió en Chivilcoy, en el kilómetro 150 de la ruta nacional 5, donde rompieron dos bolsones con soja, propiedad de Luis Davico.
Juan Clavel, presidente de la Asociación Rural de Chivilcoy consignó: “hay un mensaje claro y es contra el sector agrícola, esto no es vandalismo solamente”.
En la exposición rural N° 100 del enclave bonaerense de General Villegas, a un grupo de caballos criollo que participaban de la muestra les cortaron los flequillos y también las colas; una de las yeguas apareció tajeada en su cara por un cuchillo.
Ocho de los caballos que fueron perjudicados en la noche pertenecen a dueños privados y otros dos son de la Escuadra Albiceleste de la policía bonaerense.
En tanto, también la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja) manifiestó su “preocupación y rechazo ante los hechos de ataques a silobolsas registrados los últimos días en distintos campos de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe”.
Dentro de los casos de abigeato, unos 20 corderos fueron sustraídos de un campo lindero a la ruta 2, a la altura del km 190, en Castelli.
En Santa Fe también reclamaron para más seguridad en los campos y se llevó a cabo una asamblea en la que participaron dirigentes de la Confederación de Sociedades Rurales (Carsfe) y las sociedades rurales de San Justo, Crespo, La Criolla y San Cristóbal.
Además de autoridades de Gendarmería Nacional, jefes de Policía y de la Dirección General de Seguridad Los Pumas, intendentes y presidentes de las comunas de Esther, Colonia Angeloni, San Bernardo, Videla, Nare y Marcelino Escalada.
Entre todos llegaron al acuerdo de crear “una red de trabajo” que posibilite el envío y la recepción de datos a las fuerzas de seguridad y se comprometieron a seguir los casos que lleven los fiscales así como recomendar a los productores cómo desenvolverse frente a los hechos vandálicos.