Buenos Aires, 8 octubre (PR/19) — Como lo anunció el pasado 25 de septiembre, en el marco del Lanzamiento de Campaña Gruesa 2019/20, el Departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales porteña prevé una superficie para soja durante el nuevo ciclo es de 17.600.000 hectáreas, registrando una expansión interanual de 200 mil hectáreas (+1,1 % vs 17,4 MHa sembradas durante la campaña 2018/19).
Para esta nueva campaña se prevé una mayor participación del área sembrada con soja de segunda, como consecuencia a la expansión de la superficie implantada con trigo. El área ocupada con doble cultivo (trigo – soja de segunda) aportaría el 33 % de las 17,6 millones de hectáreas proyectadas, alcanzando un nuevo récord para esta modalidad de siembra.
resulta alentador, difícilmente se puedan repetir las elevadas roductividades recolectadas durante la campaña 2018/19, en la que lotes de primera y segunda entregaron rendimientos muy por encima a las expectativas.
Escenario Agronómico
La caída en la intención de siembra de maíz relevada durante las últimas semanas ha dado espacio a una nueva expansión del área de soja.
Por otra parte, como se mencionó anteriormente, durante este nuevo ciclo se alcanzaría un récord de área sembrada con doble cultivo. La expansión de la superficie destinada al trigo hacia el centro de la región agrícola registrada durante las últimas campañas, permitió que gran parte de la misma sea posteriormente ocupada con soja de segunda, ncrementando año a año la participación de esta modalidad de siembra sobre el total del área implantada con soja.
inicialmente ocupada con cereales de invierno a soja de segunda.
Escenario Climático
En el NOA Argentino, donde el efecto de “La Niña” es positivo, se vienen observando precipitaciones superiores a lo normal como si tuviera lugar un episodio de ese tipo. En forma similar, pero con síntomas opuestos, el Sudoeste de la Región Pampeana, donde el efecto de “La Niña” es negativo, exhibe cierto nivel de sequía como si estuviera presente ese fenómeno.
Pacífico es causado por un incremento de la velocidad de los Vientos Alisios, mientras en el caso actual, los mismos se encuentran dentro de su rango promedio.
Durante agosto y lo que va de septiembre, el Pacífico Ecuatorial se enfrió lenta pero persistentemente, a lo que se sumó un paralelo enfriamiento de la Costa Americana, configurando un panorama similar al que suele darse en el inicio de un episodio de “La Niña”.
Paralelamente, la corriente fría de Malvinas ascendió hacia el norte, desplazando a la corriente cálida del Brasil, y enfriando considerablemente el Litoral Atlántico. Por estas causas, se observan perturbaciones locales de notable magnitud que encienden una luz de alerta.
Las precipitaciones se activarán gradualmente, pasando de valores por debajo de la media al comienzo de la estación, a registros normales al final de la misma en la mayor parte de la región agrícola.
En paralelo, si se prevé que se restablezcan gradualmente los niveles de los grandes ríos, que al presente aún se encuentran bajos. Esto gracias a la perspectiva de registrar un extenso foco con moderada a fuerte actividad sobre el Litoral Fluvial Argentino, irradiando su acción hacia las zonas circundantes.
Respecto a las temperaturas, las marcas térmicas irán ascendiendo asumiendo valores algo superiores a lo normal, en promedio, al mismo tiempo que las irrupciones de aire polar reducirán gradualmente su alcance e intensidad.
Dado el escenario previsto para la campaña 2019/20, no se esperan cambios significativos en relación a la tecnología aplicada en el cultivo de soja. En las últimas campañas, el nivel tecnológico se mantuvo prácticamente estable, con un ligero incremento del nivel alto. En términos generales, la producción de soja presenta mayor adopción de nivel tecnológico alto que los cultivos de girasol y sorgo, aunque se encuentra por debajo del maíz.
Con respecto a las tecnologías en semillas, la adopción de soja Bt, que otorga resistencia a insectos lepidópteros, creció sostenidamente durante los últimos años. Sin embargo, en la campaña 18/19 se mantuvo constante respecto de la anterior y se espera una estabilización de esta tendencia para la próxima campaña. Los valores más altos de adopción se presentan en el norte de la región agrícola, donde se registra una alta incidencia de lepidópteros y en consecuencia la tecnología Bt cobra gran importancia.
7Por su parte, la adopción de soja STS (tolerante a herbicidas sulfonilureas) crece sostenidamente. En la última campaña 2018/19 su adopción creció un 43% respecto de la anterior y se espera que esta tendencia continúe en la próxima campaña, aunque a menor tasa.
Con respecto a la fertilización del cultivo de soja, en la campaña 2018/19 se aplicó fósforo en una dosis promedio nacional de 9 Kg P/Ha. En las regiones del NOA y Núcleo Sur se registraron las mayores dosis promedio con 12 Kg P/Ha y en Núcleo Norte con 11 Kg P/Ha.
Para la campaña 2019/20 los precios a cosecha de soja están por debajo de los valores de la campaña previa. En particular, hacia fines de septiembre la diferencia interanual en los futuros de soja a mayo 2020 muestra una caída cercana al 5%.
A partir de los planteos productivos y el uso de tecnología relevados por el ReTAA (Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada) en las distintas zonas productivas del país, se observa que para la campaña 2019/20 también se presenta un aumento de los costos directos para la soja de entre 4% y 10%, aunque se mantiene la distribución entre zonas.
Con menores precios a cosecha y aumento de los costos directos para la campaña 2019/20, los márgenes brutos para todos los cultivos tienen un descenso más que importante. En el caso de soja pasaron de entre 250-600 USD/ha para la campaña 2018/19 a 80-340 USD/ha para la campaña 2019/20.
Debe tenerse en cuenta que este escenario no fue el vigente desde el inicio de la pre-campaña. Los márgenes brutos para soja y maíz se vieron afectados considerablemente en el mes de agosto. Después de un aumento del precio del maíz, debido al potencial impacto de excesos hídricos sobre la producción en EE.UU., la cotización disminuyó 13 dólares por tonelada, a medida que sucesivos informes del USDA estimaran una producción en el país del Norte mayor a la pronosticada por los analistas privados.
En cuanto al panorama macroeconómico, y de concretarse las estimaciones de producción, la cadena sojera aportaría en su conjunto 14.292 millones de dólares al PBI argentino en 2020. Con respecto a la campaña previa, esto representa un retroceso del 10%, explicado en su mayor parte por una disminución de las cantidades en relación a la campaña 2018/19 y en menor medida por un escenario de menores precios internacionales. Esta cadena continuará siendo la más importante, explicando el 46% del Producto Bruto de las Cadenas Agrícolas (PBA).
El menor volumen producido y el menor precio de la soja, producto del complejo contexto internacional, afectarían negativamente al resto de las variables económicas para esta campaña. Se presentarían reducciones del 15% en la recaudación fiscal, 10% en la inversión y 12% en las exportaciones, alcanzando para la campaña 2019/20 los siguientes valores en millones de dólares para todo el complejo sojero: 6.146 de recaudación fiscal, 5.917 de inversión y 16.493 de exportaciones.