Por Pablo Adreani*.
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Buenos Aires, 26 octubre (PR/19)) — Hay 8,200 millones dólares en granos sin vender, ante la incertidumbre el productor opta por retenerlos y no vender.
En esta última semana la característica ha sido la salida de los ahorristas de su posición en pesos, para volcarse a la compra de dólares.
Todo esto dentro de las restricciones que impone el cepo de limitar las compras de los particulares a un máximo de 10.000 dólares mensuales y en un contexto de fuerte escasez de dólares.
Y esto se vio reflejado en el movimiento del dólar oficial que, aún con el Banco Central vendiendo dólares para evitar la suba, la divisa mejoró en un día un peso. Y el dólar blue llegó a un nuevo piso de 70 $/US$, reflejo de la incertidumbre económica y cambiaria que se fue generando en el mercado los días previos del domingo 27.
Ante este escenario aquellos productores que disponen de granos sin vender, como es el caso de la soja, maíz y trigo, no tienen ningún apuro por hacerlo.
Sucede que el productor no posee muchas alternativas para aplicar los pesos en el caso de que decida vender disponible.
Limitantes en la compra de dólares por el cepo, la percepción de que el valor del dólar se debería ajustar y podría subir aún más siguiendo la pauta de inflación de los últimos meses, aparecen como las principales limitantes para inducir al productor a desprenderse de mercadería física.
En momentos de incertidumbre cambiaria, el productor siempre ha decidido no vender y resguardarse de una potencial devaluación reteniendo los granos: después de todo tener granos implica tener dólares.
Mientras que en estos momentos, el productor de soja, por citar el principal cultivo de la Argentina, ha vendido un total de 32 millones de toneladas, de las cuales 21,5 millones las compró la industria aceitera y 10,5 millones fueron adquiridas por los exportadores.
Considerando un volumen de producción de 55 millones de toneladas, quedarían sin vender en manos de productores unos 20 millones de toneladas descontando uso propio de semilla y existencias finales.
A valores de mercado FOB de 360 US$ la tonelada, el volumen sin vender de soja en manos de productores equivale a US$ 7200 millones.
No es novedad que la caída de reservas que viene acumulando el Banco Central es hoy el principal talón de Aquiles que deberá enfrentar el próximo Gobierno.
Porque no hay sector, hoy en la Argentina, que tenga en sus manos el equivalente de US$ 8200 millones en granos, si incluimos soja, trigo, maíz y otros productos, que puedan ser convertidos en dólares si alguna medida los tienta o convence de hacerlo.
Estamos en momentos de gran escasez de dólares en el mercado, se deberá implementar un sistema de incentivo para que el productor venda su stock y alivie la ajustada situación que enfrenta la economía argentina.
Se deberá elegir entre recaudar por retenciones o lograr dólares líquidos contantes y sonantes. Esto significa que se debería sacrificar ingresos por derechos de exportación para favorecer el ingreso de dólares al circuito económico, durante los primeros 90 días de gobierno.
Para hacerse de los dólares que están hoy en manos de los productores, se debería dar algún incentivo a fin de convencerlos de vender su mercadería, de lo contrario seguirán reteniendo los granos.
Por ejemplo, se podría eliminar el 10% de las retenciones en todos los productos para productores que vendan antes del 31 de enero.
Luego, se sugiere bajar el beneficio eliminando sólo el 5% para los que vendan durante el mes de febrero y bajar a cero las retenciones con las ventas a partir del 1 de marzo, si se quiere estabilizar la economía.

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