Buenos Aires, 22 noviembre (PR/19) — Casi una cuarta parte de la  cosecha nueva 2019-2020 proyectada a noviembre ya está comprada por exportadores y fábricas.
Así lo consignaron Julio Calzada, jefe del Departamento Económico de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) y Emilce Terré, economista de la entidad.
“Según datos oficiales, al 10 de noviembre las compras del  sector exportador e industrial ascienden a 29,4 millones de toneladas, el 23% de la producción estimada para los principales seis cultivos, soja, maíz, trigo, cebada, girasol y sorgo, un récord”, indicaron en un informe.
Además señalaron que “ello no sólo constituye un récord  histórico, sino que prácticamente triplica el volumen de los últimos cinco años y supera en más de 12 millones de toneladas, los negocios cerrados para la misma altura del año anterior”.
El dato del Ministerio de Agroindustria releva la mercadería comprada por el sector exportador e industrial.
Las ventas totales del sector productor pueden ser más altas, ya que en caso que su contraparte sea un intermediario (acopio, cooperativa o canjeador) y aún no se haya vendido esa mercadería a exportadores y fábricas; esas operaciones no están registradas en esta publicación oficial.
“El aumento en el volumen de negocios anticipados de la nueva campaña es un fenómeno que se viene sosteniendo en los últimos años, aunque la tasa de crecimiento de esta campaña es la más alta de los últimos tres años”, añadieron.
Esta suba “se explica así por una multiplicidad de factores entre los que se destaca, la preferencia por este tipo de negocios como modo de financiamiento del sector productor, en un contexto de altas tasas de interés y la reticencia de los productores a endeudarse”, manifestaron los especialistas.
Además lo atribuyeron a “la necesidad del hombre y mujer de campo de cubrirse ante el riesgo de precios en el marco de la tendencia decreciente del valor internacional de los commodities agrícolas desde los récords alcanzados en el año 2012”.
“Este factor se ve agravado por la inestabilidad que genera la guerra comercial entre China y los Estados Unidos de América”, mientras que “en algunos segmentos puntuales, como es el caso del trigo este año, asegurarse la originación de la mercadería ante una menor producción respecto de lo esperado ante el déficit hídrico de este año”.
También se contabilizó la “fuerte competencia en el sector exportador e industrial para asegurarse la disponibilidad de la mercadería” y la “indefinición en la política agropecuaria ante el cambio de gobierno, donde los productores presumen que los precios de los granos pueden llegar a bajar en el corto plazo”.

NA

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