Buenos Aires, 25 noviembre (PR/19) — Las lluvias llegaron para facilitar la siembra de granos gruesos, soja y maíz en especial y constituyen una oportunidad apreciada para que La Pampa y Buenos Aires se alejen de la falta de agua que se arrastra desde mitad de año.

Así lo destacó la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en un informe donde sus autores afirmaron que “la siembra gruesa comienza sin el aporte de forzantes globales y con reservas de agua en rojo”, y que para este lunes se esperan “las tormentas de mayor intensidad y más generalizadas”.

Así “la necesidad de lluvias supera los 150 mm en la franja oeste de Argentina” y “respecto al año pasado, las siembras de maíz en Córdoba están atrasadas un 30%; en Buenos Aires, 15% y en La Pampa, 25%. Allí, la siembra de soja ni siquiera arrancó por la sequía”, dijeron.

“La falta de agua viene arrastrándose desde mitad de año. Pero se cumplen pronósticos de lluvias importantes que permitirían alejar este escenario”, añadieron.

Por otra parte señalaron que en la región núcleo resta por sembrar un 10% de soja de primera mientras que en la semana pasada se implantaron 330 mil hectáreas y “el avance queda 5 puntos por encima del progreso del año pasado,
en esta misma fecha”.

“La campaña anterior, un temporal con acumulados de hasta 300 mm provocaba la pérdida de 400 mil hectáreas de soja. El contraste es impresionante:
ahora la falta de humedad paraliza la siembra”, consideraron.

En tanto, la cosecha triguera tomará fuerza cuando pasen las lluvias, “sólo en algunas localidades aisladas, donde la siembra fue más temprana, como en Cañada de Gómez (Santa Fe) y en los alrededores de Rosario, la trilla lleva un progreso del 40%”.

“Los rindes de trigo (en la región núcleo) son mejores de lo que se esperaba, incluso superan a los del año pasado. Hay promedios de 4000 kilos por hectárea y valores que se mueven entre los 5000 y los 3500 kilos por hectárea”, precisaron en GEA.

Maíces tempranos muy estresados en Pergamino

En la región núcleo, algunos lotes, al mediodía, empiezan a acartuchar sus hojas. Pero en Pergamino ya son notorios los efectos de la falta de agua. La pérdida de vitalidad y condición es evidente desde la semana pasada.

Fuente: BCR

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