Buenos Aires, 20 diciembre (PR/19) — La utilización de drones en el mundo para hacer pulverizaciones es una tendencia que se acerca cada vez más al plano comercial.

Los drones tienen varias ventajas potenciales como, por ejemplo, resolver problemas de accesibilidad y de falta de mano de obra.

También pueden cubrir amplias superficies en poco tiempo y aplicar con precisión a través de la tecnología de Agricultura de Precisión.

Además, los drones no provocan la compactación de los suelos y no dañan los cultivos cuando hay que pulverizar en estadios avanzados.

Respecto a costos, los fabricantes de los vehículos aéreos no tripulados están procurando que resulten más competitivos respecto a las pulverizadoras terrestres convencionales.

Avance

El interés por los drones no sólo se puede localizar en las startups. También las marcas globales encuentran atractivo el tema.

Por ejemplo, John Deere presentó en Agritechnica 2019 un drone pulverizador de 9 metros que puede cargar 200 Kg de peso y cubrir 6 hectáreas por hora.

Una variante la encontró Amazone al utilizar drones para guiar las pulverizadoras terrestres a través de mapas de alta resolución sobre la distribución de malezas y hacer aplicaciones selectivas.

Diversidad

Por otra parte, la compañía china XAG lanzó un drone que siembra, pulveriza y fertiliza. Permite ahorrar hasta 90% en el consumo de agua y 30% en agroquímicos (ver nota).

En Brasil, XMobots diseñó el drone Nauru 500C que mapea 16.000 hectáreas en un vuelo y permite hacer prescripciones para aplicar.

Además, las compañías de agroinsumos también ponen el foco en los drones para hacer tareas agrícolas.

ADAMA desarrolló junto a la empresa israelí Tactital Robotics el súper drone pulverizador Ag-Cormorant que puede llevar una carga útil efectiva de más de 500 kilos.

A su vez, Bayer estudia en Japón el uso de drones para la aplicación de agroquímicos.

Fuente: Maquinac

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