Por Manuel Alvarado Ledesma
Buenos Aires, 21 enero (PR/20) —  El último (y reciente) reporte de Estimaciones de Oferta y Demanda Mundial del USDA redujo la estimación sobre stocks finales de trigo para el mundo, respecto a la campaña 19/20 que está finalizando.

En lugar de un volumen estimado del mes anterior, de 289,50 millones de toneladas, ahora calcula 288,10 millones, es decir 1,40 millones menos de trigo.

La baja en la producción resulta de los problemas sufridos en Australia y en Rusia. Las terribles condiciones que tuvo que soportar la costa este de Australia permiten inferir que la cosecha de trigo del país sería las más reducida de los últimos 15 años. Veremos…

En la Unión Europea, la situación de siembra del trigo de este año deja bastante que desear por el exceso de lluvias, sobre todo en Francia.

Así las cosas, el precio del trigo ha logrado niveles máximos, desde mediados del año 2018.

Para acentuar la situación de oferta restringida en el comercio internacional, las autoridades de Rusia han anunciado que establecerán una cuota de exportación de trigo de 20 millones de toneladas para el primer semestre. Pretenden garantizar la cobertura de las necesidades domésticas del cereal.

También, el nuevo cuadro de importaciones por parte de China, luego de la firma de la fase 1 del acuerdo entre EE.UU. y China, ha abierto grandes expectativas sobre la compra de productos agrícolas estadounidenses que podrían beneficiar no solo a la soja sino también al trigo.

En fin, el panorama sigue siendo muy bueno para los precios del trigo. Porque además de lo comentado, el temor que suscita el clima en el mundo continúa profundizándose. Lo que pasa en Australia está dejando una marca muy honda en los mercados internacionales.

¿Y qué está pasando con la soja? Contra todo lo esperado, después de la firma de la Fase 1 del Acuerdo, no hubo mejoras en los precios.

Por el contrario, están retrocediendo, fundamentalmente por toma de ganancias por parte de los inversores especulativos. A ello se une cierto pesimismo de los operadores que se preguntan si verdaderamente China realizará las importaciones prometidas.

Sin embargo, no hay razones para el pesimismo. Porque, después de todo, China abre su comercio con EE.UU. y, subsecuentemente, con el mundo. El proteccionismo exacerbado deja de ser un fantasma.

No olvidemos, además, que EE.UU. muestra una baja en la producción de aproximadamente 20 millones de toneladas. Una buena para el precio de la soja… ¿no? Al menos para el mediano plazo.

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Fuente: Agrositio