Buenos Aires, 23 enero (PR/20) — El balance del año 2019 recientemente finalizado puede ser como el año de la recuperación de la Argentina en el mercado internacional por el crecimiento de las exportaciones dirigidas fundamentalmente hacia el mercado chino.

Teniendo en cuenta que la faena y la producción de carne fue récord en la última década, el aumento en las exportaciones descomprimió fuertemente la oferta disponible en el mercado interno. La devaluación de la moneda argentina sumado a los importantes precios pagados por el mercado chino durante los primeros once meses del año, impulsó el boom exportador con la consecuente suba de precios de la hacienda, que no hubiera ocurrida en el contexto de un mercado interno sumergido en una crisis económica. La firmeza en el precio de la vaca y la recuperación del precio del ternero en el último trimestre cambió la cara de los criadores hacia fin de año, luego de haber pasado varios meses con costos en aumento y precio del producto por debajo de esos incrementos.

Por su parte, el engordador a corral propiamente dicho tuvo otro año difícil – 2018 y 2019 – en donde luego de las sucesivas devaluaciones el precio del alimento, fundamentalmente maíz, se despegó del precio de la hacienda.
Ante estas situaciones que se repiten, como ya mencionáramos en otros informes, toma importancia la recría como parte indispensable del proceso de engorde, lograr crecimiento con ganancias de peso adecuadas en sistemas con base pastoril.

Faena
La faena del año 2019 con 13.832.688 cabezas bovinas fue la mayor de los últimos 10 años incrementándose un 5 % con respecto a la del año 2018 y con una producción de carne en playa de faena de 3.129.990 toneladas de res con hueso, un 2,08% más que el 2018. El peso promedio res en gancho de 225 kg, cifra que no varía sustancialmente en los últimos años.
El consumo aparente de carne vacuna fue de 51.5 kg/habitante/año.
Esto fue como consecuencia directa de que la producción de carne no aumentó lo suficiente para poder abastecer mayores volúmenes al mercado interno y el incremento de la demanda externa. En Agroideas siempre mencionamos que el
mercado argentino de carnes absorbe la totalidad de la oferta ofrecida y ajusta por precio. Durante el 2019 aumentó considerablemente la producción de carne y aumentaron los precios. De haberse mantenido un consumo interno con alto poder adquisitivo la suba de precios hubiera sido mayor.
Al desagregar la faena y analizar como se constituyó durante el año pasado, surgen datos de interés y ayudan a comprender
en parte lo ocurrido. El crecimiento de ésta fue a expensas del incremento en faena de hembras, que alcanzó al 48% siendo también el mayor de la década.
Con el fin de disipar las diferencias debido a los cambios en la tipificación, la faena en machos cayó levemente con respecto al año anterior – 46 mil cabezas (- 2,4%), en tanto que hubo un importante crecimiento en las hembras de un 11.8% de un año a otro. El total de vacas faenadas fue de 2.684.869 cabezas, siendo tanto en términos nominales cómo en porcentaje
sobre su propio stock los valores más altos de la década. Claramente enciende una luz de atención a futuro y habrá que seguir su evolución, recordando que partimos de un stock de vacas en 2019 muy superior al de años atrás. A partir del año 2012 se produjo un proceso de retención de hembras en mayor o menor medida con el incremento de vientres en el rodeo bovino, en dónde se pasó de 21 millones de vacas en el año 2012 a 23.7 millones en el 2018.

Precios
En el transcurso del último trimestre del 2019 el precio del ganado en pie se incrementó en todas sus categorías, pero no fueron para todas por igual. La invernada que venía más castigada fue la que mayor suba tuvo en el 2019 con el 91% interanual, en tanto que la hacienda gorda se incrementó un 78%, ambas por encima de la inflación anual. Esta recomposición del precio del ternero en conjunto con el buen precio de la vaca para faena producto de los altos volúmenes de exportación a China, hicieron que el criador tome un poco de respiro económico-financiero ante la baja renta de la actividad. En el último año el maíz se subió por debajo de la hacienda, no así si tomamos los dos últimos años, dónde el maíz tuvo el mayor incremento acumulado (235%), producto de las fuertes devaluaciones, haciendo difícil y en muchos pasajes inviable el negocio del engorde a corral.
El precio al consumidor varió un 62%, por debajo de la hacienda, absorbiendo la industria y el comercio parte de la suba en el contexto de un mercado interno sumergido en la crisis económica. Tanto el pollo como el cerdo incrementaron su precio en góndola por debajo de la carne vacuna durante el año 2019; el pollo un 53% y el cerdo un 57%. Asimismo, la carne aviar se
incrementó en mayor proporción en los últimos 24 meses con respecto a la carne vacuna.

China
Durante el mes de diciembre se produjo un cambio significativo en la política de importaciones de China, en donde luego de los fuertes incrementos de los volúmenes y precios en los primeros once meses del año, el gobierno chino decidió intervenir para poner fin a la escalada de precios. Lanzó al mercado interno importantes volúmenes de stocks de intervención de carne
porcina, restringió la financiación a los importadores, autorizó la importación de carnes vía Hong Kong y Vietnam y renegociaron los valores de compras ya realizadas provocando una fuerte caída en los precios.
Desde la aparición de la Peste Porcina Africana los volúmenes y precios de las importaciones crecieron sustancialmente, que para nuestro país fue del orden del 35% hasta el mes de noviembre. Luego de las medidas impuestas por el gobierno, los precios cayeron entre 2.500 dólares por tonelada. Ante este panorama, los frigoríficos exportadores disminuyeron sus faenas y/o comenzaron a redireccionar sus ventas hacia otros destinos.

Conclusión
El cambio en las condiciones de importaciones por parte del gobierno chino genera incertidumbre en lo que pudiere ocurrir en el futuro con los volúmenes y valores importados, lo que generará repercusiones en los precios de la ganadería de nuestro país. Va a ser determinante en el futuro el volumen de exportaciones hacia ese país, porque una caída importante en sus compras no descomprimiría la producción local de carne como ocurrió en el transcurso del año pasado. Con los valores actuales sumado al tipo de cambio fijo dictaminado por el gobierno nacional más las retenciones, los frigoríficos locales no competirían con hacienda destinada al consumo interno como ocurrió durante los meses de octubre y noviembre. De esta manera le quita presión a los precios de la hacienda, que es lo que vemos ocurriendo en los primeros días de enero.
Pero en contraposición, los corrales de engorde continúan en un nivel bajo de ocupación con una suba importante del precio del maíz lo que hace muy justo el número o trabajando a perdida en este eslabón. De esta manera, se produciría una menor oferta de hacienda destinada al consumo interno al igual lo ocurrido en febrero de 2019, en donde registró el comienzo de la suba de precios.

Informe Sectorial de la Cadena Carne Vacuna 
Por Fernando Gil y Federico Santangelo

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