Buenos Aires, 5 febrero (PR/20): Eduardo Bertea, miembro del Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa), advirtió que las comunidades indígenas de la Argentina son víctimas de la indiferencia y la falta de soluciones estructurales que mejoren sus condiciones de vida y evitar más muertes.

Lo hizo tras la muerte por desnutrición de seis niños de la comunidad wichí en Salta, mientras se expande la frontera agrícola sobre sus territorios.

El referente de Endepa habló con ACI Prensa, tras conocerse la muerte de seis niños de la comunidad wichí en Salta, a raíz de la pobreza y desnutrición que padecían.

Esta situación forzó al gobierno salteño a decretar la “emergencia sanitaria y social” durante seis meses para priorizar iniciativas en el ámbito de la salud integral, detectar casos de emergencia y encaminar acciones para revertirla.

Bertea, que conoce hace más de 30 años la situación, explicó que para muchos argentinos “la realidad indígena les resulta ajena y distante, sobre todo a quienes viven en las grandes ciudades, debido a la gran diversidad y extensión del territorio”.

“En muchos lugares las comunidades indígenas mantienen su lengua, su cultura, sus costumbres, su entorno. Es el caso del grupo wichí, que hicieron noticia por las muertes recientes, viven en el monte chaqueño distribuidos en las provincias de Formosa, El Chaco y Salta”, agregó.

El referente de Endepa dijo que el primer factor de amenaza para estos pueblos es la “ampliación de la frontera agrícola que se va expandiendo sobre los asentamientos indígenas con los cultivos nuevos transgénicos”.

“Ellos viven la constante amenaza de ser desalojados de sus hogares porque aún no tienen el título sobre esas tierras”, aseguró, y sostuvo: “Lo más grave es que viven distanciados de la sociedad por un abismo cultural. Hay una barrera cultural y de discriminación por el desconocimiento. Yo reconozco que son gente con muchos valores”.

Bertea explicó que en época de lluvia abundante como la actual, “la infraestructura se muestra más precaria: hay caminos malos, comunicaciones precarias, no hay acceso al agua potable y servicios de salud precarios. Pero esto no es una novedad, es de todos los años”.

En ese sentido, destacó que Endepa “promueve el reconocimiento de la dignidad de las personas más allá de su origen, pueblo y raza, y busca su reconocimiento como hijos de Dios, lejos del asistencialismo”.

“Buscamos que se respeten los derechos fundamentales de estas comunidades, como por ejemplo el agua, un elemento vital; el acceso a la tierra, a sus recursos naturales; y que los indígenas no sean un objeto benefactor, sino que sean escuchados, sean interlocutores”, precisó.

Asimismo, hizo un llamamiento a conocer las comunidades originarias y mantener “un contacto permanente con los pueblos, a reconocerlos como hermanos, a imitación de la Virgen de Guadalupe con el indígena Juan Diego”.

“Sentimos que todos los cristianos estamos llamados a escucharlos, a tener un oído atento y un corazón abierto. Ellos son una interpelación que Dios nos hace a todos los creyentes y a partir de eso escuchar sus clamores, sus reclamos, su sabiduría”, subrayó.

“No debemos considerar a los indígenas como un problema sino como parte de la solución, como lo ha dicho el papa Francisco, que si se hubiese escuchado el clamor de los indígenas no estaríamos en la crisis ambiental que estamos viviendo ahora”, concluyó Bertea.

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Fuente: AICA