Rosario, 18 febrero (PR/20) — La confianza de los productores en enero 2020 cae un 51% respecto a enero 2019. El AG Barometer de la Universidad Austral acaba de mostrar los menores niveles de confianza desde el comienzo de su medición en octubre 2018.

Este nivel mínimo se refleja tanto en relación a la situación presente como a la que proyectan a futuro. A pesar de los buenos rendimientos esperados, los resultados económicos serán peores a los de la campaña 2018-2019.

Aún en un contexto de incumplimientos de parte de actores importantes de la cadena comercial, los productores en su mayoría sostienen que mantendrán los canales comerciales habituales.

El Ag Barometer Austral en el mes de enero 2020 muestra los menores niveles de confianza desde el comienzo de su medición en octubre 2018. El índice total muestra un valor de 52. El Índice de Condiciones Presentes es claramente negativo con un valor de 46, mientras que el Índice de Expectativas Futuras -aún siendo también muy negativo- muestra un nivel un poco más alto, con un valor de 56.

La confianza de los productores en el piso de la serie

Si observamos la serie completa del Ag Barometer Austral, podremos ver que en el inicio hubo una tendencia ascendente en la confianza de los productores, que tuvo valores máximos en el mes de julio antes de las PASO. A partir de allí, se produce un punto de inflexión producto del resultado de las elecciones primarias, ya que comienzan a surgir expectativas de adopción de medidas negativas para el sector, como el incremento de las retenciones, que finalmente se concretaron.

En este sentido, en la primera lectura posterior al cambio de gobierno, y ya con las medidas en marcha, vemos en enero 2020 una caída todavía mayor en la confianza de los productores. Como parte de este proceso, los productores adelantaron la comercialización de trigo, maíz y soja de la campaña 2019/20, según lo reflejan las estadísticas oficiales de compras, ventas y embarques.

El pesimismo además es alimentado por el incremento en la presión impositiva. Tal es el caso de la provincia de Buenos Aires y otras provincias donde la suba de los impuestos inmobiliarios rurales en muchos casos ha superado a la inflación, incrementando los costos fijos de los productores, sin tener en cuenta las condiciones de rentabilidad de sus explotaciones.

Buen clima, mal pronóstico

A pesar de condiciones climáticas favorables con buenos rendimientos, los productores esperan tener peores resultados. Normalmente el clima y la expectativa de rendimientos en el mes de enero, que es clave para la producción de maíz y soja, se traslada en una expectativa optimista. Sin embargo, en esta medición vemos que a pesar de que casi el 80% de los encuestados ve condiciones climáticas favorables o en línea con el promedio, y que de hecho un 77% de los encuestados estima tener rindes iguales o mejores frente a un año promedio, la expectativa de rentabilidad es, en un 62% de los casos, peor que la del año anterior.

Dado que la variable productiva estaría bien, el condicionamiento negativo estaría provocado por los valores a los que se venderá la producción. El incremento de las retenciones juega un papel muy importante en la caída en los precios, a esto se suma la baja en los precios internacionales de la soja y el desdoblamiento cambiario.

Los precios internacionales están en niveles similares a los del año anterior, pero en esta oportunidad la carga impositiva es mucho mayor. Pasamos de un 23% de impuestos en soja a un 30%, y en cereales de 7% a 12%. Asimismo, los costos van subiendo por la necesidad de controlar malezas resistentes y por el aumento esperado en los fletes, fruto del encarecimiento del combustible.

A esto hay que agregarle que el excedente que pueda generarse entre ingresos y costos, se ve licuado al llevarse a dólares por la brecha cambiaria. Por ejemplo, si tomamos el precio máximo que llegó a tocar la soja de 260 USD/tt, y lo pesificamos al tipo de cambio oficial de 60, vemos que corresponden 15.600 $/tt, pero esto llevado a dólares usando el dólar bolsa, que es hoy la única alternativa legal para hacerlo, llegamos a 195 USD/tt.

Pero como si esto fuera poco, ya se está alertando que la presión de cosecha podría generar bajas todavía mayores en los precios, y con menos jugadores del lado de los compradores, las posibilidades de negociación se verán reducidas.

Estrategias comerciales sin mayores cambios

A pesar de los problemas de default en actores importantes tanto del corretaje como de la industria/exportación, los productores no van a modificar sustancialmente sus estrategias comerciales.

El año 2019 será recordado por el sistema comercial de granos argentino con mucho dolor. A mediados de año dos corredores de mediana embargadura tuvieron problemas para honrar sus compromisos, y más sobre el final se sumó un tercero que generó mucho impacto. Pero justo cuando las aguas comenzaban a calmarse, surgieron problemas para uno de los principales exportadores de capitales nacionales.

Los dos casos más resonados tienen un elemento común: ambos venían haciendo inversiones muy grandes en activos fijos, lo que terminó conduciendo a un severo problema de liquidez que no pudieron sortear.

Frente a esto sería razonable pensar que el productor se volvería más cauteloso al elegir sus canales comerciales, y es por eso que incorporamos esta pregunta en el relevamiento de enero 2020. Sin embargo, el 75 % de los encuestados manifestaron que van a mantener la forma en la que manejan su comercialización.

De quienes sí van a cambiar, el grueso piensa buscar contrapartes con mayor respaldo, sólo 8% manifestó que buscará aumentar operaciones con exportadores de primera línea y sólo 3% manifiesta que evitará las firmas corredoras que manejan acopios dentro de su estructura.

Si bien los resultados dan un panorama preliminar, podría decirse como conclusión que los productores interpretan a esta situación como algo puntual de los actores involucrados, pero no del sistema comercial en su conjunto. En este sentido, es que no se ve una expectativa masiva en búsqueda de un cambio en los canales comerciales.

Primicias Rurales

Fuente: El Centro de Agronegocios y Alimentos de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral es una entidad especializada y de alto nivel académico cuya misión es impulsar, desde Rosario, el fortalecimiento de las cadenas de valor agroalimentarias e instituciones relacionadas, como un motor de desarrollo humano, económico y social de largo plazo para la Argentina, a través de la formación y de la investigación aplicada.