Buenos Aires, 10 mayo (PR/20) — Por Lola López — Agustín Paviolo es biólogo investigador del Conicet y coordinador del Proyecto Yaguareté de la asociación civil CeIBA de Misiones. Junto con el gobierno nacional, el provincial y otras organizaciones realizan acciones para que la presencia del yaguareté no sea un problema para el productor ganadero.

-¿En qué zonas del país queda yaguareté?

-Hoy vive en tres regiones del norte de argentina: la selva misionera, la región chaqueña (sobre todo en la zona de El Impenetrable que es la más seca), y en las selvas de yungas de Salta y Jujuy. Se estima que perdió más del 95% de su distribución original en el país, que llegaba hasta el norte de la Patagonia. Hay un plan avanzado de reintroducción de la especie en los Esteros del Iberá, en Corrientes, así que se esperamos que en el futuro cercano haya una población también allí.

-Puntualmente en Misiones, ¿cuántos hay?

-Según datos del 2018 estimamos que en la provincia de Misiones hay unos 83 individuos. Pero si consideramos todo el Corredor Verde que incluye las áreas vecinas de Brasil, como el Parque Nacional do Iguaçu, la población asciende a 105 individuos. Los individuos se mueven frecuentemente a través de la frontera de ambos países y la población es una sola. Este año nos toca volver a censar, por lo que en unos meses tendremos una actualización de la información.

-¿Hoy podemos decir que está recuperando la especie?

-De forma muy lenta, pero sí. Hace 30 años se estimaba que en el Corredor Verde había entre 400 y 800 individuos pero a fines del siglo pasado la población declinó drásticamente y hacia 2003 teníamos menos de 50 animales. A partir de ahí se empezó a trabajar con el gobierno nacional, provincial y otras instituciones para recuperarlo y así repuntamos hasta la cifra de hoy.

-¿Cómo es la relación con el colono?

-Un poco ambigua. Hay cierto respeto y admiración del animal como símbolo de la selva, pero los productores ganaderos lo perciben como un peligro para su ganado y también se le teme bastante. Es que como en Misiones las propiedades son pequeñas si el yaguareté anda cerca, significa está cerca de la casa también.

-¿Es una amenaza para el ganado?

-Algunos individuos atacan al ganado, sobre todo cuando el manejo de los animales domésticos no es muy cuidado, y por ejemplo los animales salen al monte a pastar o a parir. También la falta de presas naturales hace que ocasionalmente busque ganado. Pero los que atacan suelen ser individuos particulares. No es que todos los yaguaretés se alimenten de ganado. Hay muchos ejemplos de yaguaretés que frecuentan áreas cercanas al ganado y nunca lo atacan.

-¿Cómo se soluciona esta situación?

-Hay varias iniciativas que están tratando de solucionar este conflicto. Una manera es garantizar que haya más presas disponibles evitando la caza furtiva y también manejando mejor el ganado, para que el acceso del yaguareté a los animales domésticos no sea tan fácil. Una de las opciones es encerrar los animales más chicos cerca de la casa durante la noche y también usar boyeros o distintos tipos de luces.

-¿Qué programas pensados para este tema existen?

-Trabajamos junto al gobierno provincial, la Red Yaguareté y Fundación Vida Silvestre para dar apoyo a productores, por ejemplo ayudando a alambrar algunos potreros y siempre estar cerca del ganadero para ayudar en el manejo de los animales y minimizar ataques. En Misiones hay una ley que prevé compensaciones a los productores si sufren pérdidas por el yaguareté y estamos también trabajando en mejorarla.

-¿Mejorarla en qué sentido? ¿Cómo son las compensaciones?

-La Ley nunca ha sido reglamentada y muchas veces los mecanismos para acceder a la compensación son muy engorrosos. Eso hace que en muchas ocasiones los productores desistan de reclamar y la herramienta pierde sentido. Estuvimos trabajando en algunas modificaciones para luego reglamentarla para que sea todo más sencillo.

–¿Qué resultados hay?

-Observamos que las técnicas de manejo de ganado funcionan y disminuyen la posibilidad de ataque. Tienen un costo de implementación y mantenimiento que debe afrontar el productor, pero nosotros trabajamos para apoyarlos ya sea con conocimiento y consejos. o también con ayuda material en algunos casos puntuales. El desafío está en convencerlos. Algunos aceptan enseguida y otro no tanto. Es un trabajo de hormiga. Lo bueno es que al manejar mejor el ganado también aumenta el rendimiento (menos abortos, menos robos, mejor sanidad) y así se benefician el productor y el yaguareté.

-¿Por qué es importante respetar la fauna silvestre?

-Por un lado, porque son otras formas de vida con las cuales compartimos el planeta. Es una cuestión ética: todos tenemos derecho a existir. Pero por otro lado, hay cada vez más evidencia que demuestra que las especies viven en un equilibrio que si lo alteramos todos sufrimos las consecuencias. En particular, los grandes depredadores, como el yaguareté, tienen un rol fundamental en el mantenimiento del equilibro del ecosistema. Un ecosistema en equilibrio nos garantiza lo que necesitamos para vivir (oxigeno, agua, cultivos sanos) y nos protege de la emergencia de potenciales enfermedades.

-¿Se refiere al coronavirus?

-Y… esta pandemia que vivimos tiene sus raíces en los desequilibrios que hemos causado nosotros. Para que todos podamos vivir bien, en armonía, es fundamental tener ecosistemas completos, o sea, con todas las especies, y también empezar a pensar en formas de producción más amigables con el ambiente y con todos los seres. Todo esto nos mejorará la vida a los humanos. Es un cambio que necesitamos emprender.

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Fuente: Bichos de Campo