Buenos Aires, 13 mayo (PR/20) — Luego de la suba de precios ocurrida en el mes de marzo, tanto por cuestiones estructurales como coyunturales (paro del campo, lluvias, feriados, COVID) y tal lo previsto en nuestro informe anterior, en cuanto se normalizasen los envíos a faena, los precios de la hacienda tendrían un retroceso y el tema del precio de la carne dejó de ser mediático en los medios nacionales.
En invernada y cría transcurren los meses del año que se ofertan la mayor
cantidad de terneros de invernada y se realizan las tareas de detección de preñez.
El mercado se encuentra firme, con negocios y pedidos de vientres preñados,
entendemos que en gran parte se debe a que nadie se quiere quedar con los
pesos en la mano; se cobra y rápidamente se compra hacienda o insumos con el dinero disponible ante la incertidumbre económica.
En cuanto a la exportación en el mes de marzo se exportó 59 mil toneladas
res con hueso, un 20% más que en marzo del año anterior, permitiendo buena
salida de la vaca fundamentalmente con destino China.

Stock
Durante el mes de abril el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca
publicó los datos sobre stock ganadero a inicios de 2020. Este informe mostró
que el rodeo bovino nacional se redujo un 1% (-547 mil cabezas) en comparación con el informado a inicios del 2019, en donde las categorías de vacas y vaquillonas fueron las de mayor reducción con 560 mil y 227 mil cabezas respectivamente. A pesar de la alta faena de vientres que ocurrió durante el año 2019, en donde la participación de las vacas había sido relevante en la composición de la faena, desde Agroideas siempre sostuvimos que el stock podía mantenerse o disminuir levemente, en contraposición de aquellas “visiones apocalípticas” que pregonaban una importante reducción del stock.

Del mismo modo, tampoco consideramos relevante la mejora en la
relación ternero / vaca, “dado que hay más terneros con menos vacas”. Esta
relación, aunque pudo mejorar uno o dos puntitos continúa siendo uno de los
problemas históricos que tiene el sector para poder incrementar la
producción de carne.

Precios
El precio del ganado en pie con destino a faena retrocedió en todas las
categorías de consumo y novillos en el mes de abril; siendo el novillo pesado la
categoría que más disminuyó su valor al tener los mercados de la UE cerrados. La vaca fue una excepción a la baja registrada, con un incremento en su precio del 4,44 % sostenida por la demanda China.

Por su parte, el mercado de Invernada y Cría está trabajando con precios
sostenidos y activamente a pesar de la cuarentena con la incorporación de nuevas modalidades de venta al no haber prácticamente remates presenciales. El ternero terminó el mes de abril con un promedio de $ 104 (Rosgan) dos pesos más que el mes pasado y si bien los vientres siguen siendo la categoría que menos varió su precio, se observa interés y pedidos de compra. El promedio de vaca preñada nueva es de $ 40.000 (entresurcosycorrales), medido en dólares billete está muy por debajo del promedio de los últimos 10 años.

A diferencia del año 2019, año excepcional en el cual el ternero valió lo
mismo que el gordo, en el 2020 está levemente por encima del gordo, en una
relación igualmente favorable para el engordador y más cerca del diferencial
histórico. Con respecto a un insumo básico como el maíz en abril tenemos la
mejor relación carne/maíz del último año, parte de lo cual explica el interés
vigente por hacerse de terneros por parte de los productores dedicados al
engorde.

Faena
Luego de la caída coyuntural a faena de vacunos ocurrida en el mes de marzo, el mes de abril volvió a tener el ritmo de los meses anteriores, alcanzando las
1.181.878 cabezas.
Como venimos mencionando desde el mes de julio del año pasado, cada
mes viene registrándose los volúmenes más altos de faena de los últimos 10 años, con excepción ocurrida en el mes de marzo por la caída coyuntural debida al paro del campo, lluvias, feriados y coronavirus.
Si analizamos los últimos doce meses – abril 2020 / mayo 2019 – contra
similares períodos de la última década, la faena resultante alcanzó los 14 millones de cabezas superando en un millón la ocurrida en el mismo período 2019 – 2018.

De continuar con esta tendencia – y nada hace suponer que vaya a cambiar
– el presente año transcurrirá con altos volúmenes de carne que serán destinados para abastecer el consumo interno como la exportación.
Como comenzamos a analizar en nuestro informe anterior, tanto los
valores alcanzados en la cantidad de animales faenados, producción de carne,
exportaciones tiene similitudes a lo ocurrido durante los años 2004 -2006.
Durante estos años, post salida de la convertibilidad, Argentina comenzó a tener
una importante participación en el comercio internacional, pasando a exportar
del 14% al 24% de su producción.
De la misma manera viene ocurriendo en el último trienio, en dónde la
cantidad de cabezas faenadas subió de 12,6 M a 13,9 M, la producción de carne
de 2,85M a 3,134 M. de toneladas y las exportaciones se incrementaron de
313.107 toneladas y 845.877 toneladas en 2019. Durante este período el precio
de la hacienda subió 144% en los tres años.
Puede observarse también, que la oferta volcada al mercado interno tanto
durante el período 2003 – 2005 como en 2017 – 2019 fluctuaron alrededor de 2,2
M a 2,5 M de toneladas. Por el contrario, cuando la oferta en el mercado interno
superó las 2,6 – 2,7 M de toneladas (2007 – 2009) ya sea por caída de
exportaciones o incremento en el volumen faena, aún con momentos de
crecimiento económico en el país, la suba de precios en los precios alcanzó
solamente un 20 % en tres años.
Por lo cual, de continuar con los altos volúmenes de faena mostrada en los
últimos meses, podríamos llegar a estimar unos 14,4 millones de cabezas
faenadas y una producción de carne estimada en 3,24 millones de toneladas. Con estos elevados volúmenes de oferta es clave el rol que tendrán las
exportaciones para descomprimir la oferta en el mercado interno. Si las
mismas estuvieran en 600 mil toneladas o superiores podríamos tener una oferta interna de alrededor de 2,64 Millones (oferta también importante para el
consumo interno).

Si la exportación cayera sustancialmente en sus volúmenes difícilmente el
mercado interno pueda absorber estos niveles de producción, potenciado a su
vez por la crisis económica que sufre nuestro país potenciada en el futuro por el
Coronavirus, con el consiguiente efecto depresivo en el precio para el corriente
año.

Conclusión
Los indicadores claves para el corriente año para seguir
➢ Participación de las exportaciones hacia china.
➢ La distribución del llenado de los corrales, para no causar una ¨avalancha¨
de hacienda gorda finalizando el invierno.
➢ La relación ternero/gordo y hacienda/maíz que permita rentabilidad en la
recría y engorde a fin de sostener el precio del ternero para el criador.
➢ El sostenimiento del alto volumen en faena.

Recomendaciones:
– Eficiencia en la producción en todas sus etapas.
– Retrasar encierres de terminación. Recría con base pastoril, diversificando
las ventas en el tiempo.
– Cubrirse en los precios, fundamentalmente los “dolarizados” como
consecuencia de la alta inflación futura, tomar posiciones en insumos.

Dr. Fernando Gil: fernandogil@agroideas.net ;
Dr. Federico Santangelo: fsantangelo@agroideas.net
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