Buenos Aires, 13 mayo (PR/20) — La actual situación causada por el Covid-19 genera momentos de reflexión de las diferentes actividades productivas a mediano y largo plazo. En esta encrucijada se encuentra el sector inmobiliario, donde la situación actual no muestra signos vitales estando virtualmente paralizada, pero con buenas expectativas a mediano plazo.

Es por esto que Juan Minola, titular de uno de los jugadores con más trayectoria en el sector inmobiliario analiza la coyuntura y las previsiones a futuro: “después de grandes crisis o guerras, los productores de alimentos son los beneficiados o los que salen fortalecidos”.

“Entonces, no es errado pensar que el valor de la tierra dentro del mediano plazo tenderá a subir y muy probablemente luego de unos años superaran los valores alcanzados en el 2011-2012. Dentro de las opciones futuras de inversión, el campo o los inmuebles rurales, son una de las mejores opciones en este país”, dijo.

En este sentido, Minola explica que “gracias a lo que está pasando con el COVID 19, la mayoría de los activos económicos y financieros se ven desplomados, a excepción del oro, la tierra es una de las mejores opciones como refugio de capital. Y con un hábil manejo productivo tienen un potencial interesante de ganancia. La crisis mundial ocasionada por la pandemia muestra la fragilidad de los activos y las enormes pérdidas que ocasiona la caída de actividad comercial e industrial, mientras que la actividad agropecuaria sigue su actividad esencial con normalidad. El productor agropecuario genera productos dolarizados, mientras mantiene el valor del capital”.

Como argumento, el especialista comparte un cuadro donde se muestra el comportamiento del valor de la tierra en los ultimos 25 años, donde describe: “Se ve claramente que después de cada crisis comienza el repunte nuevamente de los precios de los campos y siempre superando los precios máximos establecidos en el último pico”.

Primicias Rurales

Fuente: Agrofy News