Buenos Aires, 25 mayo (PR/20) — La pandemia del coronavirus desestructuró mercados y la actividad foresto industrial argentina no es una excepción, sin embargo en el sector planean subirse al segundo tren de desarrollo que es la producción de papel marrón y cartón para los embalajes demandados por el creciente comercio por internet.
“La Argentina podría convertirse en exportadora mundial de estos productos”, sostuvo en diálogo con NA, Claudia Peirano, directora Ejecutiva de AFoA, la Asociación Forestal Argentina.
Explicó que “en la coyuntura, hoy la actividad de los aserraderos ha disminuido y el sector forestal trabaja en baja por falta de construcción, salvo la producción de palets para el comercio, el resto atraviesa una caída muy importante”.
Según el análisis de esta especialista que integra la mesa del Plan Estratégico Forestal y Foresto Industrial Argentina 2030, la Argentina ya perdió el primer tren de crecimiento de la celulosa al que sí se subieron Chile, Uruguay y Brasil y que conforman el grupo de los principales exportadores del mundo de esta materia prima.
Según explicó, Argentina se quedó atrás, hace 40 años que produce la misma cantidad de celulosa, un millón de toneladas de las cuales exporta una parte, mientras que importa papel.
“Uno de los mitos en la población es que se utilizan bosques nativos que son 50 millones de hectáreas para la producción forestal cuando lo que se usa en la actividad foresto industrial son 1.3 millones de bosques plantados de pino, eucalipto y salicáceas mayormente, de las cuales más del 40% se encuentran certificadas por sellos de gestión sostenibles”, sostuvo Peirano a Noticias Argentinas.
De ahí provienen maderas, tableros, ataúdes, pisos, entre otros productos, de plantaciones forestales que el 80 por ciento están en Misiones, Corrientes, Entre Ríos y el Delta bonaerense mientras que el resto está en cuencas importantes en la Patagonia norte y en el sudeste de Buenos Aires.
La actividad forestal genera 100 mil puestos directos en blanco al igual que otro número similar en empleos formales indirectos y se utiliza el 50 por ciento de la materia prima que está disponible en las plantaciones forestales porque no se ha invertido en valor agregado.
“El desafío que tiene Argentina es subirse al próximo tren del crecimiento forestal que es lo que están viendo los especialistas, derivado de la utilización de internet para las compras, el e- commerce requiere papel de embalaje y cartón y ya hay un fuerte aumento de la demanda”, indicó la experta.
Los papeles marrones de embalaje se fabrican “con fibra larga que viene del pino”, plantaciones en la que Argentina es líder con las actuales 600 mil hectáreas y podría ser “un proveedor mundial”.
“No había inversiones previstas para plantas de fibra larga, y Argentina tiene la zona más productiva de pino en el mundo y tiene tierras disponibles en Corrientes para hacer un millón de hectáreas de foresto ganadería con esta especie arbórea”, señaló.
En el horizonte productivo se avizora también el crecimiento de la construcción de viviendas ya que “la cuestión del cambio climático tiende a utilizar productos carbono neutro como es la madera”, dijo.

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Fuente: NA