Buenos Aires, 3 junio (PR/20) — La intervención del mercado de trigo –tal como demuestra la historia reciente– promueve apagones tecnológicos que terminan perjudicando la calidad del producto y la imagen argentina como proveedor confiable de alimentos.

En 2016, luego de que el presidente Mauricio Macri eliminara los derechos de exportación y las restricciones a la exportación (ROE) vigentes en el mandato de Cristina Fernández de Kirchner, el cereal argentino regresó al mercado internacional sin restricciones.

Sin embargo, como el trigo se había sembrado en un mercado intervenido que no presentaba perspectivas favorables –por entonces no estaba clara la victoria de Macri en las elecciones presidenciales de octubre de 2015–, el diseño agronómico del cultivo se instrumentó con un bajo aporte tecnológico (fundamentalmente fertilizantes).

Como resultado de esa desinversión, el 60% de las 10,0 millones de toneladas registradas para exportación en el período comercial 2015/16 (diciembre de 2015 a noviembre de 2016) correspondieron a la denominación “trigo baja proteína (menos de 10,5% calculado sobre una base de 13,5% de humedad). Es decir: trigo forrajero para alimentación animal.

Tal situación se regularizó a partir del ciclo 2016/17 con la eliminación de las distorsiones oficiales presentes en el sistema de formación de precios del trigo vigente en el mercado argentino.

El relevamiento de tecnología aplicada que realiza el equipo técnico de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires muestra que en la región sudeste de Buenos Aires –la principal zona argentina productora de trigo– la cantidad de lotes con un nivel tecnológico elevado en 2014/15 era de apenas 37%, mientras que esa proporción en 2018/19 había trepado al 63%.

Desde el viernes pasado la mayor parte de los distribuidores de fertilizantes suspendieron –en pleno inicio de la siembra de trigo– las ventas de ese agroinsumo ante la necesidad de calcular qué impacto tendrá la intervención del tipo de cambio instrumentada por medio de la “Comunicación A 7030” del Banco Central (BCRA).

La intervención del mercado de cambios para el acceso a divisas destinadas a abonar importaciones implica que los insumos con componentes importados comenzarán a valorizarse con un tipo de cambio más cercano al Contado con Liquidación (114 $/u$s) que al dólar oficial (70 $/u$s).

Las autoridades de la Comisión de Enlace Agropecuaria solicitaron audiencias con el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, y con el presidente del BCRA, Miguel Pesce, para intentar explicar el impacto negativo que lo dispuesto por la “Comunicación A 7030” tendrá en la producción de cereales.

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Fuente: valorsoja.com