Buenos Aires, 08 julio (PR/20).- “En el actual escenario, para la campaña 2020/21 un precio de maíz temprano (con entrega en marzo/abril de 2020) del orden de 135 u$s/tonelada es razonable para comenzar a hacer promedios”.

Así lo indicó Enrique Erize, director de Nóvitas S.A., durante una charla realizada hoy en un evento virtual sobre soja y maíz organizado por la región CREA Sur de Santa Fe.

En cambio, para la soja con entrega en mayo de 2021 el analista consideró que un valor aceptable debería ubicarse en un rango de 230 a 240 u$s/tonelada.

“Los fundamentos de la soja no son bajistas, especialmente si reaparece con fuerza la guerra comercial entre EE.UU. y China”, alertó en referencia a la fortaleza que mostraron los precios FOB de la soja originada en el Mercosur cuando recrudeció el conflicto entre ambas potencias.

El principal factor de mercado en soja es la necesidad por parte de China de recomponer reservas de soja luego de consumir buena parte de sus existencias en el marco de la guerra comercial con EE.UU. Y el hecho de que en las últimas tres campañas Brasil pasó a ser el principal proveedor de soja del mundo en desmedro de EE.UU.

“Luego de la importante devaluación del real que mejoró de manera notable los precios de los bienes exportables, los productores brasileños ya comprometieron ventas de soja 2019/20 por un volumen equivalente al 94% de la cosecha, que en esta campaña fue récord, mientras que ya vendieron por adelantado el 40% de la cosecha de soja 2020/21”, advirtió Erize.

El analista de mercado de granos indicó que en la actual coyuntura no puede descartarse que Brasil se quede sin stock de soja suficiente para poder empalmar con la nueva cosecha. Y que, en caso de tener que recurrir a un proveedor externo de soja, Brasil estaría obligado a comprar poroto o harina de soja en el ámbito del Mercosur debido a la barrera del Arancel Externo Común del 8% y al mayor diferencial de flete de embarques provenientes del Golfo de México (EE.UU.). “Se trata de un factor de mercado amigable para nuestra soja”, explicó.

Erize argumentó que la equiparación de alícuotas de derechos de exportación del poroto de soja con la harina y el aceite de soja instrumentada desde septiembre de 2018 por la gestión de Mauricio Macri y reforzada por el actual gobierno de Alberto Fernández restó poder de compra de la industria aceitera argentina y eso opera en contra de los intereses del productor.

“La cadena comercial del sector más dinámico de la economía argentina está en terapia intensiva con los casos de Molinos Cañuelas, BLD, Vicentín y otros más”, apuntó.

El analista advirtió que en el ámbito interno no puede descartarse una intervención del mercado cambiario para la liquidación de granos por parte del gobierno nacional, para la cual la única manera de cubrirse sería tomar posiciones en contratos de dólar futuro de Matba Rofex.

Erize explicó que la reciente corrección del área de siembra de maíz en EE.UU. por parte de USDA junto con perspectivas de altas temperaturas y lluvias menores a las normales en el período actual –coincidente con la fase crítica de la floración– contribuyeron a promover cierta recuperación de los alicaídos valores que venían mostrando los precios del maíz en el mercado estadounidense.

Sin embargo, apuntó que no existe aún evidencia suficiente para saber si tales movimientos corresponden a un cambio de tendencia o bien a una variación propia del período de “mercado climático” estadounidense.

El analista alertó que EE.UU. cuenta con un stock elevadísimo de maíz (132,6 millones de toneladas al 1 de junio) a causa del derrumbe de la demanda interna (etanol + forraje) promovido por el desastre económico generado por el aislamiento obligatorio.

Por último, recordó que el maíz temprano argentino ingresa al mercado internacional prácticamente en soledad, mientras que el maíz tardío debe competir con el cereal proveniente de Brasil, lo que constituye una desventaja comercial que suele reflejarse en los precios

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Fuente: valorsoja.com