Buenos Aires, 5 agosto (PR/20) — El santuario porteño de San Cayetano permanecerá cerrado a los fieles durante la jornada festiva del 7 de agosto debido a la pandemia de coronavirus, aunque el viernes se celebrarán tres misas de manera virtual desde el templo del barrio de Liniers para venerar al santo patrono del pan y el trabajo.
Con el lema “Junto a San Cayetano confiamos en Dios y nos ponemos en sus manos”, el cardenal Mario Poli y las autoridades del Santuario invitaron a los seguidores del santo a vivir este año la “Fiesta Grande” de manera remota.
La cuarentena impuesta por la pandemia del coronavirus hizo que se dejaran para más adelante las expresiones masivas de devoción popular del santo del “pan” y el “trabajo”, aunque organizaciones sociales ya anunciaron su intención de movilizarse ese día para instalar ollas populares en las adyacencias del templo.
“Este año, la Fiesta Grande de San Cayetano llegará a todos a través de las redes sociales y de los medios de comunicación. La cuarentena establecida en el marco de la Emergencia Sanitaria Nacional producto del virus Covid-19 impide la realización de celebraciones masivas y el Santuario permanecerá cerrado”, dijeron a NA autoridades parroquiales.
Así, esta vez será el santo quien irá al encuentro del peregrino a través de Youtube, Facebook, la web del santuario de Liniers y los medios.
Para esto, se programaron tres misas virtuales que serán difundidas por esos canales.
La primera será a partir de las cero horas del 7 de agosto, presidida por monseñor Carlos Ares, obispo auxiliar de Devoto, que realizará la apertura virtual de la fiesta.
Luego, a las 11:00, el arzobispo de Buenos Aires, Poli, presidirá la misa principal, que también será virtual y televisada.
En tanto, desde las 19:00, el párroco de San Cayetano, presbítero Alejandro Vignale, junto a los sacerdotes del santuario realizarán la última celebración, que se transmitirá del mismo modo que las anteriores.
Según se informó, las puertas del templo permanecerán cerradas y se preservará en todo momento el protocolo de bioseguridad y de distanciamiento social fundamentales para cuidar y cuidar la salud en medio de la pandemia de coronavirus.
No habrá voluntarios y sólo se habilitará el ingreso a los medios de comunicación, con el mínimo necesario de personal.
Mientras, tampoco se permitirá la concentración de personas en el frente del santuario: personal dispuesto por el Gobierno de la Ciudad preservará el distanciamiento social en todo momento.
Como es habitual, la fiesta de San Cayetano comienza nueve días antes con la celebración de la Novena, son jornadas de oración en contexto de pandemia y con profunda espiritualidad mariana porque el 2020 es el Año Nacional de la Virgen.
Otra de las costumbres que fue dejada de lado es la entrega de estampas y mensajes religiosos de modo presencial por cuestiones del protocolo de bioseguridad, pero cada feligrés podrá encontrar el documento de catequesis en www.sancayetano.org.ar.
La web del santuario reproduce el pedido de un fiel que representa el sentir del pueblo argentino respecto del santo:
“San Cayetano que sos el consejero. Gracias por estar siempre en los momentos justos. Te pido por nuestros hermanos que no falte el pan, el trabajo, que no bajemos los brazos y que miremos de vez en cuando el rostro de Jesús. Dignifica al hombre. Te quiero. Amén”.
Nacido conde de Thiene en Italia en 1480, luego sacerdote, San Cayetano fundó la Orden de Clérigos Regulares Teatinos y dedicó su vida a los más necesitados antes de morir a los 67 años, el 7 de agosto de 1547.
El 12 de abril de 1671 el papa Clemente X lo declaró santo, junto con Rosa de Lima y Luis Beltrán, ambos difusores del Evangelio en Latinoamérica.