Sudamérica se encuentra rodeada por un intenso cinturón de alta presión, que forma un puente anticiclónico, ya que el anticiclón del Pacífico Sur se une al anticiclón del Atlántico Sur, dificultando la entrada de los vientos tropicales, cálidos y húmedos, e inundando al continente con una masa de aire polar continental, fría y seca, que causa una sequía continental, que llega hasta el sur de la Amazonia.

Al mismo tiempo, los fuertes vientos polares impulsan la corriente marina fría de Humboldt hacia el Ecuador, donde se encuentra con la corriente marina fría de California, combinando sus aguas
para desplazar hacia el Asia a la corriente marina cálida ecuatorial, enfriando la Costa Americana y el Océano Pacífico Ecuatorial, dando un cuadro muy similar a un episodio de “La Niña”.
Afortunadamente, El Océano Atlántico presenta un mecanismo que favorece al margen oriental del área agrícola.
Los vientos polares empujan hacia el norte la corriente marina fría de Malvinas, pero al mismo tiempo, los vientos del trópico empujan hacia el sur la corriente marina cálida del Brasil, generando un
área de encuentro entre ambas corrientes que produce precipitaciones sobre el litoral fluvial y marítimo.
.
Pronóstico de Anomalías Térmicas del Pacífico Ecuatorial emitido por NOAA (EE.UU.) anunciando un episodio cercano a una “La Niña”, que disminuirá su intensidad a partir de mediados de la primavera.

“LA NIÑA POLAR”
Los episodios típicos de “La Niña” son causados por una aceleración de los vientos Alisios, que soplan a ambos lados del Ecuador, generando una baja presión que “succiona” la corriente de Humboldt, haciéndola ascender hacia el norte, mientras los vientos polares se mantienen en su nivel normal. Este proceso suele empezar en el otoño de un año, y alcanza su máximo en el verano
del año siguiente, produciendo un fuerte impacto negativo sobre la formación del rendimiento de la cosecha gruesa.
En cambio, en el proceso observado durante la campaña pasada, pareciendo repetirse en la campaña actual, los vientos Alisios se mantienen en su nivel normal, y la corriente de Humboldt asciende
hacia el Ecuador, empujada por los vientos polares, constituyendo lo que podría denominarse “La Niña Polar”. Este proceso suele alcanzar su máximo en el invierno del primer año y finaliza con
la llegada de la primavera de ese mismo año, por lo que su impacto sobre las precipitaciones del verano es mucho menor.
La campaña agrícola 2019/2020 fue un ejemplo muy típico del desarrollo de una “La Niña Polar”, que produjo una sequía muy intensa durante el invierno 2019, pero al llegar la primavera redujo su intensidad, permitiendo la que el régimen hídrico mantuviera un nivel cercano a lo normal durante la primavera 2019 y el verano 2021, lográndose una cosecha que, aunque no fue récord, alcanzó un buen volumen.
En caso que los Alisios mantengan una intensidad moderada a baja, al llegar la primavera 2020, los vientos polares retrocederán hacia el sur, permitiendo una reactivación de las precipitaciones,
y permitiendo que el verano 2021 observe precipitaciones adecuadas, según lo anticipa el pronóstico difundido por NOAA.
En caso que los Alisios asuman una intensidad elevada, podría producirse un episodio fuerte de “La Niña”, extendiendo la sequía hacia el verano, y causando un fuerte impacto.
Durante la mayor parte de la presente temporada, los vientos Alisios se mantuvieron dentro de su rango normal  y, aunque recientemente lo superaron levemente, no alcanzaron hasta ahora un nivel crítico, por lo que puede mantenerse la hipótesis de que se repita una evolución parecida a la de la campaña 2109/2020.

RELEVAMIENTO AL 09/10/2020

PRIMAVERA
(Octubre a diciembre 2020)
Si los Alisios continúan moderados a débiles, al haber llegado la primavera, los vientos polares, fríos y secos, retrocederán hacia el sur, permitiendo la entrada de la circulación tropical, cálida y húmeda, permitiendo una gradual reactivación de las precipitaciones. Asimismo, se elevará la temperatura media, pero se mantendrán irrupciones tardías de vientos polares, con riesgo de
heladas tardías.

 Octubre experimentará una reactivación parcial de las precipitaciones, concentrando su actividad sobre el NOA, el sur del Paraguay, el norte de la Región Pampeana, el Litoral Fluvial, el sur del Brasil y el Uruguay, pero dejando amplios focos secos sobre partes del cerrado brasileño, centro de Chile y el centro y el sur
de la Región Pampeana, mientras se producirán algunas irrupciones tardías de aire polar. Las altas cuencas de los grandes ríos comenzarán a recibir moderado aportes pluviales.

 En Noviembre se observarán precipitaciones abundantes, pero irregulares, en la mayor parte del área agrícola del Cono Sur, aunque se mantendrá la sequía en Cuyo y en el centro de Chile. Las tormentas cordilleranas reducirán su intensidad, moderándose
paralelamente las irrupciones de aire polar.

 Diciembre continuará observando precipitaciones abundantes, aunque algo irregulares. Se acentuarán las tormentas sobre el centro y el este del NOA. Se notará un marcado ascenso de la temperatura, pero continuarán registrándose entradas de aire polar
que brindarán pausas en el calor. Un amplio foco con precipitaciones bajo la media afectará al norte de la Región Pampeana, el sur de la Mesopotamia, el extremo sur del Brasil y el Uruguay.
Los grandes ríos recuperarán gradualmente su caudal, siendo posible que alcancen un nivel cercano a su valor medio hacia fines de diciembre.

VERANO
(Enero a marzo 2021)
Durante el verano 2021 “La Niña Polar” reducirá sensiblemente sus efectos, permitiendo que el sistema climático se comporte en forma cercana a lo normal, aunque conservando algunos rasgos perturbados. El régimen hídrico observará un comportamiento
levemente inferior a lo normal, mientras el régimen térmico se mantendrá algo por encima de la media.

 Enero experimentará precipitaciones muy abundantes sobre el centro del Brasil, partes de Bolivia y el NOA, mientras el sur del Brasil, gran parte del interior de La Argentina, el Paraguay y el Uruguay experimentarán registros abundantes, pero con algunos
focos secos. Las altas cuencas de los grandes ríos continuarán recibiendo aportes abundantes que contribuirán a su recuperación.

 En Febrero las precipitaciones continuarán siendo abundantes en gran parte del Cono Sur, pero se notarán algunos focos tempranos de sequía en el Centro-Este del Brasil, Cuyo y el oeste de la Región Pampeana

 Marzo observará una evolución parecida a Febrero, con lluvias abundantes en gran parte del área, pero acentuándose los focos tempranos de reducción de las lluvias en Cuyo y el oeste y el sur de la Región Pampeana.
Las altas cuencas del Paraná y del Paraguay continuarán recibiendo lluvias abundantes, que contribuirán a mantener sus niveles.

OTOÑO
(Abril a junio 2021)
Como es normal en esta época del año, el otoño 2021 observará una gradual retirada de las precipitaciones, pero con una velocidad algo superior a lo normal, al mismo tiempo que se notará un avance temprano de los vientos polares.
Es probable que se repita el comportamiento observado en las temporadas precedentes de 2019 y 2020, pasándose rápidamente a un ambiente seco, y aunque la temperatura media se mantendrá algo superior a la media estacional, las irrupciones de aire polar se harán frecuentes produciendo heladas tempranas.
Al reducirse el aporte pluvial en las cuencas de los grandes ríos, éstos entrarán en bajante en forma temprana, volviendo a obstaculizar el funcionamiento de los puertos fluviales.

CONCLUSIONES
El presente informe confirma la tendencia esbozada en el anterior, en el sentido que va definiéndose un panorama climático con rasgos análogos a los de la temporada precedente, pero cuya intensidad todavía no es posible evaluar con precisión, debiendo mantenerse la vigilancia climática.
La probabilidad de que la actual tendencia se revierta y el sistema climático pase a un estado positivo, tipo un “Neutral Cálido” o un “El Niño Suave”, es muy baja y pude ubicarse alrededor de un 5%.
La probabilidad de que los vientos Alisios se mantengan débiles, y “La Niña Polar” se retire a mediados de primavera, permitiendo el retorno de las lluvias, tal como se describe en el presente informe, puede situarse en un 75%.
A la alternativa negativa, que los vientos Alisios se potencien, causando un episodio pleno de “La Niña”, que se extendería a lo largo de toda la primavera y el verano puede asignársele una probabilidad del 25%.
Por último, a la alternativa positiva que el escenario climático evolucione hacia un estado más favorable que el descripto puede dársele una chance del 5%.

Primicias Rurales

Fuente: Eduardo Sierra. Bolsa de Cereales de Buenos Aires