Rosario, 6 noviembre (PR/20) — La capacidad de siembra vuelve a sorprender, el año pasado se había alcanzado a sembrar 1,1 millón de hectáreas en siete días, en la región núcleo algo que parecía insuperable. Las lluvias de fines de octubre fueron claves para que suceda esto: destrabaron una situación muy difícil y alcanzaron a toda el área, incluyendo el norte y oeste de GEA, zonas que tenían un déficit hídrico de 120 a 180 mm.

Desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) indicaron que en total se avanzó sobre el 52% del área intencionada, cubriendo prácticamente 1,8 millón de hectáreas de soja de primera de la región. La humedad para la siembra es buena aunque en algunas zonas comienza a escasear. “Se va a sembrar hasta el sábado y luego se esperará la lluvia”, comentan los ingenieros de Cañada de Gómez y Villa Eloísa. El tiempo corre para las áreas que arrastran todavía la falta de agua que dejaron los últimos 6 meses. Y nadie quiere perderse esta oportunidad y retrasar aún más una siembra que largó tarde.

Fallas en la emergencia podrían limitar el potencial del maíz
Respecto al maíz, el informe de situación que publicó la BCR remarca que al cultivo le jugó en contra las heladas tardías y en muchos lotes se ven menos plantas y desparejos. Y esto no es algo que haya pasado en forma puntual, porque de esto hablan los ingenieros de Carlos Pellegrini en Santa Fe, La Violeta en Buenos Aires y Marcos Juárez en Córdoba. Y allí, los técnicos advierten que no se logró el stand de plantas deseado por temperaturas frescas, escasez hídrica y deficiencia de vigor. “Hay un 20% menos de stand de plantas y desuniformidad temporal. Esto le pone una limitante al techo de rinde. Incluso en ambientes con napa, que se apunta a 1400 kilos por hectárea ahora el potencial sería 1250 a 1300 kg/ha”, explican. El maíz expande su segunda a sexta hoja mientras se realizan los repasos de controles para malezas y las fertilizaciones pendientes.

En la recta final, ¿al trigo le queda un as bajo la manga?
En pocos días comienza la cosecha de trigo en la región y el cereal se juega su última carta. A poco de finalizar el ciclo, los días frescos son ideales para el buen llenado de granos y ésta puede ser la oportunidad del cultivo para recuperar algunos quintales. En Cañada Rosquín se habla de un aumento de un 40 a 50% del rinde, aunque no dejan de ser rindes bajos: “donde se esperaban 1000 kg/ha van a terminar con 1500 kg/ha y donde se estimaba cosechar 1500 kg/ha ahora van a estar en 2200 o 2400 kg/ha”. En Cañada de Gómez, Carlos Pellegrini y Marcos Juárez las lluvias llegaron tarde, no hay posibilidades de compensar los efectos de la sequía, pero el agua le puso un piso al rinde. El rinde promedio de trigo se mantiene en 29 kg/ha para la región núcleo, pero podría haber buenas noticias.

 

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Fuente: TodoAgro