Buenos Aires, 10 de diciembre (PR/20) .- Un relevamiento de la Bolsa de Cereales y Productos de Bahia Blanca destaca que uno de los efectos inmediatos del confinamiento como consecuencia de la pandemia de Covid-19 fue el cambio en los hábitos de consumo de las personas. En particular, gran parte de la población buscó proveerse de alimentos ricos en carbohidratos, como las pastas.

“Si bien este plato está muy presente en el hogar de los argentinos, su consumo se incrementó en este período”.

En este sentido, este informe repasa la producción, el comercio y el consumo de pasta en el mundo: “Cuando se analiza el mercado de las pastas alimenticias a nivel mundial, Italia lidera en más de un sentido, dado que es el principal productor y exportador”.

En 2019, el volumen producido a escala global, según la International Pasta Organization (IPO), fue de 16,5 millones de toneladas, mostrando un incremento anual del 13,8%. Italia ocupa el primer lugar, con una participación que ronda el 23%, seguida por Estados Unidos y Turquía.

Por su parte, Argentina, alcanzó una escasa participación del 2,1%, con una producción de 348.031 toneladas (+0,3 % i.a) (UIFRA, 2020).

Desde la Bolsa de Bahía Blanca repasan que, de un total de 7,3 millones de toneladas comercializadas a escala global durante 2019, Italia participó con el 30,9%. Le siguió Turquía, con el 17,5%, mientras que las exportaciones argentinas solo representaron el 0,3%.

  • Alemania ocupó el primer puesto con una participación de 7,9%
  • Estados Unidos (7,1%)
  • Francia (6,8%)
  • Reino Unido y Chile completan los 5 principales compradores

Por último, los 5 países con mayor consumo per cápita para el año 2019 son (en Kg/hab/año):

  • Italia (23,1)
  • Túnez (17)
  • Venezuela (12)
  • Grecia (11,4)
  • Chile (9,5)

Por su parte, Argentina posee un consumo per cápita de 8,5 Kg/año, con una clara predilección por las pastas secas, cuya participación en el total es del 86,5%.

La pasta en Argentina

En lo que se refiere a la distribución geográfica de la producción industrial de pastas en Argentina, la Provincia de Buenos Aires es la que concentra la mayor cantidad de plantas, sobre todo en el sudeste. A su vez, según datos oficiales de Agricultura y Producción, es la provincia que mayor superficie destina a los cultivos de trigo pan y candeal.

En cuanto al mercado global, tal como se mencionó, si bien Argentina se ubica dentro de los 10 principales productores, su participación tanto en la producción como en el comercio es muy pequeña.

En 2019, las ventas externas alcanzaron las 25.152 toneladas, equivalentes a U$S 17,6 millones (INDEC). Si se comparan estos valores con el año previo, el tonelaje comercializado no mostró una variación significativa (-0,5%), mientras que el valor exportado se incrementó un 3,5%, dada la suba en el precio promedio (+3,8%). En el período Enero-septiembre 2020, el total exportado alcanza las 22.073 toneladas, equivalente a U$S 13,9 millones.

En cuanto a los principales destinos de las pastas argentinas, Chile históricamente ocupó el primer lugar, con más del 80%, seguido por otros países de la región.

Por último, al analizar la evolución del volumen exportado durante la última década, se observa una marcada caída entre 2012 y 2015. En parte, esto se explica por las políticas adoptadas en ese período que restringían las exportaciones de trigo – insumo para la elaboración de pastas – en busca de proteger el mercado interno: “Esto generó el encarecimiento de los productos elaborados a base de harina de trigo”, explica la Bolsa de Cereales y Productos.

Esta situación puede observarse en el siguiente gráfico, donde la caída en las exportaciones en el periodo mencionado está acompañada por un incremento en el valor.

Desafíos del sector

Entre las conclusiones del relevamiento se destaca que son diversos los aspectos que pueden ser planteados como desafíos para la industria de las pastas alimenticias en Argentina: “La innovación asociada a la calidad de los productos es uno de ellos; en particular, en lo que refiere al perfil nutricional”.

En un contexto donde las harinas y carbohidratos son cada vez más cuestionados y donde las personas buscan modificar sus hábitos alimenticios, una de las oportunidades del sector se encuentra asociada a nichos, como, por ejemplo, el de las pastas libres de gluten, las elaboradas con harinas integrales y con sémola de trigo candeal.

Respecto al consumo interno, y dado el contexto de estancamiento de este, los esfuerzos del sector deben dirigirse a reducir la monotonicidad en la preparación de la pasta, buscando lograr una mayor diversificación en la elaboración del plato: “A esto se suma la necesidad de generar productos diferenciados y de alto valor agregado”.

Por último, una de las características del mercado argentino es la concentración de los destinos de exportación, donde Chile es prácticamente el único comprador: “De allí la necesidad de lograr una mayor diversificación y así reducir la fuerte dependencia con el país transandino”.

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Fuente: Agrofy News