Buenos Aires, 26 de enero (PR/21) .- Electricidad, rayos láser, agua caliente, vapor, microondas, control mecánico… Todo vale en la carrera tecnológica para combatir las malezas sin utilizar herbicidas.

 

 

La agricultura global avanza hacia formas más eficientes en el uso de los recursos, con el menor impacto posible sobre el medio ambiente.Una de las tendencias más firmes de cara al futuro es el reemplazo progresivo de los productos fitosanitarios en el control de las malezas.

En rigor, hasta ahora se ha avanzado más en minimizar el uso de agroquímicos (por ejemplo, con los dispositivos de aplicación selectiva), que en la eliminación lisa y llana de su empleo, al menos en la agricultura extensiva.

No obstante, a nivel mundial ya existe una decena de opciones para el control de malezas sin herbicidas.

La lista incluye desde nuevas tecnologías aplicadas a la eliminación de plantas no deseadas, hasta el rescate de soluciones tradicionales de control mecánico adaptados a los requerimientos de la agricultura actual.

La compañía alemana Zasso inventó un sistema de control de malezas mediante la aplicación de altos voltajes de electricidad.

Zasso se asoció a CNH Industrial para potenciar el desarrollo de esta tecnología.

En Argentina, la empresa Agro-Thrive desarrolló a partir de la experiencia de Zasso una alternativa de control de malezas con electricidad aplicable a establecimientos agrícolas de gran escala.

Por su parte, la empresa norteamericana The Weed Zapper desarrolló el sistema de control eléctrico de malezas Annihilator (aniquilador). El dispositivo se monta en la parte delantera del tractor y elimina las plantas que toca, aplicando 155.000 watts.

La startup alemana Crop.Zone desarrolló un desmalezador electrofísico que incorpora un rociador en la parte delantera, a fin de aumentar la conductividad y, de esa manera, hacer más efectiva la aplicación de la electricidad sobre las malezas.

Croop.Zone se asoció a la multinacional Nufarm para imponer esta tecnología en el mundo.

La empresa argentina Mapplics desarrolló el robot GBOT, equipado con un dispositivo láser para controlar las malezas, complementado con vapor de agua.

En la misma línea trabaja en Alemania el Laser Zentrum Hannover (LZH).

En ambos casos, el objetivo es que la radiación láser degrade los mecanismos sensibles de crecimiento de las plantas no deseadas.

La empresa británica Weedingtech desarrolló el sistema de control de malezas Foamstream, un dispositivo que opera a través de la aplicación de agua caliente (alrededor de 100ºC), combinada con aceite vegetal.

La aplicación forma una espuma que produce un efecto “invernadero”, manteniendo la planta por encima del punto de muerte durante 2/3 minutos.

La compañía noruega SoilSteam diseñó un equipo que inyecta vapor a presión a 30 cm de profundidad.

Según la compañía, este sistema permite destruir 90/100% de las semillas de malezas presentes en el suelo.

Otra variante del control de malezas con vapor es el equipo desarrollado por el fabricante francés Simon.

En este caso, se trata de Steam R, una máquina autopropulsada de funcionamiento autónomo que elimina las malezas mediante planchas inyectoras de vapor a presión.

El equipamiento incluye un motor diésel que calienta el agua a 180ºC y puede matar plantas y semillas a 9 cm de profundidad.

La compañía holandesa WeedControl diseñó un sistema de control de malezas mediante la aplicación de aire caliente.

El desarrollo se acopla al vehículo autopropulsado eléctrico de la empresa AllTrec, conformando una unidad desmalezadora con cero emisiones y sin agroquímicos.

En la Universidad de Melbourne (Australia), desarrollaron un sistema para controlar malezas con el uso de la tecnología de microondas.

También en Australia inventaron un sistema aniquilador de semillas que se acopla a la cola de las cosechadoras y “pulveriza” las semillas de malezas antes de ser expulsadas junto a los demás restos de la cosecha.

De esa manera, se reduce considerablemente la multiplicación de malezas para la siguiente campaña.

El denominado Seed Terminator es comercializado en el mundo por la empresa alemana Zürn Harvesting.

Otras soluciones similares fueron desarrolladas por Tecfarm y Redekop.

La alternativa del control mecánico de malezas cuenta con vasta experiencia en campos de todo el mundo.

El desafío es desarrollar soluciones adaptadas a los requerimientos de la agricultura actual, especialmente en planteos de siembra directa.

En Argentina, la empresa Agro Seri desarrolló el Sistema BES, un dispositivo que combina cuchilla de corte delanteras  con un conjunto de rejas ubicadas detrás.

También Ingersoll viene trabajando intensamente en el tema para proveer estos accesorios a equipos de distintas marcas.

La gama de opciones de control mecánico incluye discos encadenados, brazos acondicionadores de suelos, aletas desmalezadoras, etc.

Empresas como Fragar y Grass-Cutter presentaron con éxito soluciones para el control mecánico de malezas sin remoción del suelo, adaptándose a las demandas de la siembra directa.

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Fuente: MaquiNac