Buenos Aires, 31 de marzo (PR/21) .– “Tengo que agradecerle a los hombres que siempre me han subestimado, porque cuando piensan que no podés hacer algo te dan 10 pasos de ventaja”, dice Lorena Elorriaga mientras le da de comer a la hacienda en el corral en el medio del campo. Así como ella hay cientos de mujeres que se dedican a las tareas agrarias, a veces, en el anonimato por estar dentro de un núcleo familiar, en el rol de emprendedoras o desde el lado de líderes, como es ahora su caso.

Esta semana Lorena fue elegida presidenta de la Asociación Rural de Salliqueló, es la primera mujer en ocupar ese cargo desde que se creó la entidad en 1949. La flamante dirigente, de 45 años, cuenta que desde hace 20 se dedica a la producción agropecuaria: es ingeniera agrónomaproductora y contratista. Desde los 15, relata, empezó su inquietud por las actividades agrarias con un apiario del que ella misma se encargaba para aprender sobre la actividad; con el paso de los años y, en paralelo a una reinvención de su familia compuesta sólo por mujeres, empezó a estudiar en un centro de formación profesional lo que más tarde se terminó por convertir en una carrera universitaria y su estilo de vida.

“No esperemos que las cosas sucedan, hay que salir a buscarlas y trabajar en consecuencia. En mi caso me enamoro de los problemas y no de la solución, cuando hay algo que resolver estoy más entretenida y veo que todo vaya sobre ruedas. Me gustan los desafíos”, asegura. Durante 20 años Lorena trabajó en una empresa donde, ella misma cuenta que lo que importaban eran los objetivos y no “si era hombre o mujer”. “A mí me pagaban por hacer un trabajo y no importaba si subía a la camioneta una mujer o un pibe”, precisa.

En Salliqueló, tierra de abundante producción lechera y cárnica, Lorena cultiva soja, maíz tardío, girasol y ganadería, además de ser contratista rural. El camino se lo ganó con trabajo, educación y determinación, dice. Estuvo siempre vinculada a las instituciones que promueven la agricultura sustentable, las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y el medio ambiente para impulsar comunidades más sanas. Ahora, en tanto, lo hará a través de la Asociación Rural local vinculada a Carbap, donde intercambiará ideas con líderes de todo el país.

El lugar de la mujer en el agro

“El campo es un lugar muy hostil, hay muchas mujeres trabajando de manera silenciosa, ya sea acompañando a su familia o desde un rol como me ha tocado a mí, pero hay que ir buscando los lugarcitos”, razona. Imparable, aguerrida y obstinada, como se califica, cuenta desde el medio del campo que “no hay nada” que la condicione. “Nunca me he frenado por mi condición de mujer, por el qué dirán por cuestiones de género; me convenzo a mí misma de conseguir las cosas”, asegura.

Sabe que en el sector, si bien cada vez son más, no hay muchas mujeres que ocupen puestos en lugares clave, y, si bien tiene una teoría definida sobre el tema, señala que “somos las mujeres las que tenemos que tender el puente” para encontrar los espacios. “Los hombres tienen un perfil más combativo y las mujeres somos más conciliadoras; a veces, tenés que ser combativo y duro para conseguir acuerdos”, dice del perfil que le tocó adquirir a lo largo de su carrera.

Para Lorena, la imposición de un cupo femenino dentro de una institución u organismo resta más de lo que suma a las verdaderas cuestiones de género. Así, observa, el lugar de la mujer debería ser ganado por su capacidad laboral. “Soy la primera que digo que la mujer tiene que estar; estoy convencida de que tiene la misma capacidad que el hombre y me enojo mucho con el tema del cupo y no ver la competencia. Siempre tiene que ser la mejor opción porque los lugares tienen que ser ocupados porque tenés la capacidad”, añade.

Su tenacidad y determinación se lo debe a su historia familiar: se crió en un mundo “matriarcal”, dice sonriente. “Vengo de una familia donde no había hombres, mi papá murió cuando yo tenía 3 años y las mujeres se hicieron cargo del campo para que no se vendiera, siempre han defendido lo propio. Me crié con mi vieja, mi abuela y mi hermana que en la época se hicieron cargo de todo”, narra y confiesa que Laura, su hermana, es la persona que más admira en el mundo.

Actualmente, la entidad ruralista cuenta con cuatro mujeres que dedicaron toda su vida a la producción agropecuaria y hoy ocupan cargos jerárquicos dentro de la comisión directiva por su trabajo en el sector. Para Lorena, ahora, es el momento de acompañar a los productores de la región desde un lugar distinto.

Primicias Rurales

Fuente: Agrofy News