Buenos Aires, 22 de abril (PR/21) .– Hoy se celebra el Día Mundial de la Tierra, una fecha que ya lleva más de 50 años en la agenda de grupos ambientalistas, organismos internacionales y gobiernos, pero que tomó mayor relevancia en las últimas dos décadas. Este día es un llamado a generar conciencia acerca de la interdependencia existente entre los seres humanos, seres vivos y medioambiente natural; y la importancia de la transición hacia un modelo económico más sostenible. 

 

Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), la pandemia de COVID-19 guarda “una fuerte relación con la salud de nuestro ecosistema”. El cambio climático y la pérdida de biodiversidad causada por la deforestación, el desgaste de los suelos y las producciones animales intensivas son solo algunas de las cusas por las que “pueden aumentar el contacto y la transmisión de enfermedades infecciosas de animales a humanos”, afirman desde la ONU y también advierten: “De la salud de nuestros ecosistemas depende directamente la salud de nuestro planeta y sus habitantes”.

¿Vamos camino a una nueva extinción?

En esta línea, durante la presentación del documental “Una vida en nuestro planeta”, David  Attenborough afirmó que la Tierra “se encamina hacia el desastre” y llamó a la sociedad a “aprender a trabajar con la naturaleza y no en contra de ella”. Con 94 años, el científico y divulgador naturalista británico, ferviente luchador contra el cambio climático; reconoce siempre lo afortunado que es con su trabajo. Desde 1952, trabaja en radio y televisión, y su carrera es la que le ha permitido no solo viajar por los lugares más salvajes del mundo sino también ver cómo, a lo largo de 60 años, el planeta fue cambiando.

El divulgador y científico británico David Attenborough. Foto: Jackie Nickerson para TIME.

Ser un testigo privilegiado de esta mutación no solo lo convierte en un vocero calificado, sino que también en un estudioso de la materia. Basándose en datos científicos Attenborough informa que del 66% de zonas vírgenes en el planeta en 1837, actualmente solo contamos con un 35%. “Desde mi primer programa de televisión, la población humana se ha triplicado y ahora nos damos cuenta del terrible daño que hemos causado al planeta”, afirmó en una entrevista a la BBC.

El último documental del periodista tuvo un gran impacto, y a pesar de llevar una larga trayectoria, su primera aparición en redes sociales no lo decepcionó: en solo unos pocos días, sumó cinco millones y medio de seguidores en Instagram. Y esto no se debe a un edulcorado contenido, sino a un fuerte mensaje y a un inmediato llamado a la acción: si no actuamos ahora, para el año 2100 estaríamos al borde de una sexta extinción masiva.

Al respecto también se expresaba Greta Thunberg, la joven sueca que por el 2018 con solo 16 años, comenzó a liderar el movimiento “Viernes por el futuro” y sorprendió a líderes de diferentes países con su mensaje en la Cumbre de Acción del Clima de la ONU de 2019. En en Nueva York, frente a unos 60 representantes del mundo, Greta comenzaba diciendo: “Todo esto está mal. Yo no debería estar aquí arriba. Debería estar de vuelta en la escuela, al otro lado del océano. Sin embargo, ¿ustedes vienen a nosotros, los jóvenes, en busca de esperanza? ¿Cómo se atreven?“.

Greta Thunberg. Foto: Guglielmo Mangiapane para REUTERS.

Interpelando a cada uno de los presentes y a cada persona que estuviera escuhándola, siguió: “Ecosistemas enteros están colapsando. Estamos en el comienzo de una extinción masiva. Y de lo único que pueden hablar es de dinero y cuentos de hadas de crecimiento económico eterno. ¿Cómo se atreven?”.

En el cambio está la esperanza

Afortunadamente, todavía hay una luz de esperanza. Estamos a tiempo de frenar, cambiar el juego y restaurar los ecosistemas. El Acuerdo de París, el tratado internacional sobre el cambio climático adoptado en 2015 por 196 países en la COP21, es una de las principales señales de compromiso de los Gobiernos para trabajar en esta materia.

Con el objetivo de “limitar el calentamiento mundial a muy por debajo de 2, preferiblemente a 1,5 grados centígrados, en comparación con los niveles preindustriales”, los países trabajan en reducir el máximo de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) “lo antes posible para lograr un planeta con clima neutro para mediados de siglo”. A 5 años de su puesta en funcionamiento el 4 de noviembre de 2016, hoy los firmantes del acuerdo deben actualizar sus metas y avanzar hacia mayores y mejores soluciones para alcanzar que el valor de emisiones de carbono llegue a cero.

Como ya comentamos en El Agrario, este objetivo plantea nuevos desafíos a nivel agroindustrial y de transporte suponiendo nuevas oportunidades de negocio para quienes avanzan en este camino hacia la sustentabilidad.

Como menciona el video de la ONG Conservación Internacional al inicio de esta nota, es momento de darnos cuenta que la Tierra no nos necesita y es capaz de evolucionar sin los hombres. ¿Nosotros también podremos?

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