Culminó con éxito el primer encuentro virtual de herradores. Todas las disertaciones pueden ser vistas en YouTube. Pronto habrá una instancia presencial.

Buenos Aires, 4 de agosto (PR/21) .– Los herradores cumplen un rol fundamental en el desarrollo y bienestar de los caballos, contar con profesionales cada vez más informados y mejor equipados en este oficio permite pensar en el crecimiento de toda la industria equina nacional. Un buen mantenimiento de los vasos y el uso de la herradura adecuada puede ser la clave para recuperar a un animal con problemas o para permitirle alcanzar su máximo potencial. Por eso fue muy auspiciosa la realización de la Primera Semana del Herrrador Argentino, organizada por la Cámara de la Industria Nacional Equina (CAMINE) y Mustad, la firma líder en productos para herradores, en la que cinco de los mejores herradores de toda la región compartieron conocimientos sobre anatomía y biomecánica equina, contaron experiencias y mostraron las herramientas más modernas con las que cuentan para realizar su trabajo.

“El caballo naturalmente está hecho para huir de los depredadores. Cuando el hombre lo domesticó para montarlo, su pie fue lo primero que se resintió con el desgaste excesivo del casco”, dijo el especialista uruguayo Patricio Guzmán, encargado de inaugurar las disertaciones, en una entretenida charla que fue seguida en vivo por más de 250 personas y que, al igual que todas las demás, se puede volver a ver en el canal de YouTube de CAMINE.

Luego, Guzmán explicó que los caballos pueden correr a 70 kilómetros por hora y que hay momentos en que el vaso debe resistir todo el peso del animal. “Hay 50 millones de años de evolución para llegar al casco actual, que es una obra de ingeniería de la naturaleza que le permite absorber 500 kilogramos a 70 kilómetros por hora. Si este casco falla, lógicamente va a provocar patologías y dolores por los que el caballo no va a poder desenvolverse bien”, remarcó.

Con esta premisa, según comentó Guzmán, desde más de mil años antes de Cristo se empezó a proteger los cascos de diversas maneras. Se dice que los celtas, que manejaban muy bien el acero, fueron quienes inventaron la herradura. “Habría que averiguar bien y hacerle un homenaje al que la creó”, dijo el uruguayo.

Por su parte, el herrador argentino Pedro Pechar puso el foco en el uso de herraduras terapéuticas y contó ejemplos concretos en los que los problemas o patologías puntuales fueron resueltos con las distintas herramientas con las que cuenta hoy un herrador. Por sus manos, mientras explicaba de forma didáctica la utilidad de cada una, fueron pasando la herradura corazón, las plantillas de cuero para agregar al herraje en algunas ocasiones y proteger el vaso y el talón del animal, el Confortmix -un producto de Mustad para la reparación y reconstitución de los vasos-, herraduras de doble pestaña, herraduras ancha fina para el tratamiento de problemas de entre-cuerda o tensión superficial, herraduras talón de cebolla… Con esa variedad de “calzados” y la ayuda siempre valiosa de una soldadora, una amoladora y un yunque se puede encontrar la pieza adecuada para cada caballo. Pero tal como remarcó Pechar, “el 90 por ciento del trabajo es hacer un buen desvase”.

Respecto a la realización de la Semana del Herrador, Pechar dijo: “Me hizo revisar y estudiar un poco más, prepararme. Me gustó muchísimo la participación de la gente, creo que es algo que se podría replicar todos los años con el objetivo principal de ayudar a nuestros caballos y a que los profesionales que los tratamos cada día estemos mejor informados y técnicamente mejor equipados para dar un mejor servicio”.

El equipo de herradores disertantes de la Primera Semana del Herrador Argentino se completó con Octavio Perin, quien puso el foco en la proporción y puntos de referencia de los cascos para desbase y forja; el chileno Sergio Beltrán, quien abordó mitos y creencias populares en el herrado de caballos de rodeo chileno; y Agustín Holmberg, quien brindó una interesante charla sobre el uso de herraduras de aluminio.

“Es muy positivo estar en las redes y generar participación de la gente, y comunicar la gran amplitud y variedad de herramientas que hay me parece fundamental”, afirmó Holmberg, y añadió: “Personalmente, escuchar a otros herreros me ayuda a mejorar muchos aspectos, sobre todo en cómo explicar, cómo enseñar”.

Para Dimas Patrón Costas, gerente de CAMINE, tras la realización del evento quedó demostrada la importancia que tiene este oficio para la industria. “Todo el mundo sabe lo que es una herradura pero muy poca gente sabe cómo se coloca. El arte de herrar requiere una gran precisión y detalle, se trata de milímetros que pueden significar un buen desempeño, un buen galope… Si bien un caballo puede andar descalzo sobre el pasto, para muchas disciplinas o para andar por la montaña necesita una herradura, y el herrado es un arte de precisión, no cualquiera lo puede hacer: para herrar, hay que saber, y para hacer las cosas correctamente hay que saber elegir los productos”, remarcó.

Por su parte Felipe Dandois, Coordinador de Marketing de Mustad, se mostró muy satisfecho por la organización y por la sinergia lograda con CAMINE, y remarcó: “Siempre buscamos aportar a la capacitación de los herradores, para que cada día haya más y mejores profesionales. Los herradores que elegimos tienen una gran experiencia y pudieron contestar a todas las preguntas que les hicieron, vimos grandes presentaciones que ojalá muy pronto las podamos replicar de manera presencial y práctica, con los caballos”.

En efecto, cuando las condiciones sanitarias lo permitan, la Primera Semana del Herrador Argentino se completará con actividades presenciales que serán puntualmente comunicadas.

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