Buenos Aires, 31 agosto (PR/21) — En vísperas de elecciones, la casta política de Argentina tiene hoy en día más de un frente sobre el que operar. La crisis sanitaria por Covid-19 luego devino en una crisis económica y ahora, de acuerdo con predicciones meteorológicas, se suma una nueva preocupación: la posibilidad de una tercera pandemia, la climática. No debería tomar por sorpresa a nadie el cambio climático, el hecho de que es una realidad, que está sucediendo y no puede revertirse a no ser que se tomen medidas activas y coherentes para frenarlo. Las vastas y dramáticas consecuencias están a la vista: incendios masivos, sequías, bajas en los caudales de agua, y muchos más resultados de los cambios en los patrones climáticos de los últimos años.

Expertos meteorólogos advierten sobre diversos eventos que podrían tomar lugar en los próximos meses, como por ejemplo el fenómeno de “La niña”. Es de suma importancia resaltar que estos fenómenos climáticos, combinados con la situación macroeconómica actual, podrían hundir aún más la economía argentina. Esta complicación directa deriva del carácter central que tiene el clima por sobre la producción agrícola, entre otras áreas de la economía. En este sentido, la bajante del Río Paraná, caracterizada por algunos como la peor en 140 años, sería solo el inicio de una serie de catástrofes climáticas y ambientales que complejizan el panorama de una economía ya golpeada.

En relación con la posibilidad de que “La niña” azote el verano del 2022 y afecte de manera drástica las cosechas de la próxima campaña agrícola, sus consecuencias se verían reflejadas incluso en una menor oferta de dólares para el Banco Central (BCRA). Más aún, estos fenómenos climáticos golpearían a una economía ya débil y lastimada, como lo es la economía regional, que se sustenta, principalmente, de las campañas agrícolas.

No obstante, como un presagio que se repite una y otra vez, meteorólogos afirman que Argentina ya cuenta con varias experiencias de este tipo. Se trata de un “patrón económico” que se repite, dicen- hasta ahora, siempre-: cada vez que “La niña” pasa por el país, Argentina entra en un ciclo de crisis económica profunda. La historia lo demuestra y no miente al respecto.

Ahora bien, ¿qué implica este fenómeno? “La niña”, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), “es un fenómeno que produce un enfriamiento a gran escala de la temperatura de la superficie del océano en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, además de otros cambios en la circulación atmosférica tropical, a saber, los vientos, la presión y las precipitaciones. Por lo general, tiene efectos en el tiempo y el clima contrarios a los de El Niño, que es la fase cálida del fenómeno denominado ‘El Niño-Oscilación del Sur´”. Las alarmas ya están encendidas y frente a una situación que se repite históricamente en el país

La pregunta que resta hacernos es: ¿qué se necesita para tomar seriamente el cambio climático? Sus consecuencias están, una vez más, a la vista. En esta ocasión, ¿puede darse la economía argentina el lujo de seguir repitiendo el mismo patrón histórico? Es importante que los gobiernos utilicen este aviso anticipado para organizar su planificación en sectores sensibles al clima como la agricultura, la salud, los recursos hídricos y la gestión de desastres, demostrando que es posible planificar sustentablemente y con vistas al resguardo de la población.

 

Por M. Victoria Urquiza, Centro de Desarrollo Sustentable GEO- Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.

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