El INTA inauguró en Balcarce –Buenos Aires– una planta piloto para la investigación y desarrollo de tecnologías orientadas al almacenamiento, acondicionamiento y procesamiento de granos, semillas y subproductos. Es única en Latinoamérica y es el resultado de la articulación entre el INTA, la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) y el Conicet.

Con una superficie de 600 metros cuadrados, la nueva planta piloto realizará actividades de investigación, desarrollo y capacitación en la temática de almacenamiento, acondicionamiento y procesamiento de granos, semillas y productos derivados. Es única en Latinoamérica y es el resultado de la articulación entre el INTA, la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) y el Conicet. Además, ofrecerá servicios de evaluación de productos y procesos específicos, según las necesidades de la industria.

De la inauguración participaron Nicolás Carlino, representante de Coninagro en el Consejo Directivo del INTA, Horacio Berger, director del Centro Regional Buenos Aires Sur del INTA, y Facundo Quiroz, director del INTA Balcarce, entre otras autoridades regionales.

Durante el acto, Carlino destacó la importancia de inaugurar una planta para la poscosecha de granos. “Sin lugar a dudas, tanto para el sector productivo como para las cooperativas, esta planta es muy relevante. Estamos trabajando con tecnologías que nos van a ayudar a mejorar la calidad de las semillas y, sobre todo, su conservación”. Y agregó: “Para nosotros es un orgullo que estemos a la vanguardia y a la altura de las necesidades que plantea el sector productivo”.

En esta línea, Berger señaló que “es un hito para el INTA y para el Centro Regional, por la posibilidad de escalar los ensayos de laboratorio a una instancia que posibilite la conexión con la fase industrial”.

La planta “es una herramienta que posibilitará la articulación interdisciplinaria con enfoque sistémico para trabajar sobre la valorización integral de los alimentos partiendo de la calidad del producto primario”, indicó Berger quien destacó la implicancia que tendrá para el sector productivo, debido a que “es una forma de mejorar la conservación de los alimentos, reducir las pérdidas y el desperdicio, que es uno de los principales desafíos a escala mundial y uno de los objetivos para el desarrollo sostenible”.

A su turno, Quiroz puntualizó que “la nueva planta piloto será una plataforma de ciencia y tecnología, que nos posibilitará cambiar de escala en lo que va desde los laboratorios a la producción, pero al mismo tiempo actuará como puente entre la investigación y las demandas del territorio”.

“El laboratorio nos permitirá articularnos con la industria”, expresó Quiroz quien añadió que “este enfoque nos acerca a la industria dándole valor agregado a los productos de investigación y desarrollo”.

La nueva planta piloto realizará actividades de investigación, desarrollo y capacitación en la temática de almacenamiento, acondicionamiento y procesamiento de granos, semillas y productos derivados. “Por las características que posee, la planta es única en Latinoamérica”, indicó Ricardo Bartosik, especialista en poscosecha de granos y gestor del Programa Pro-Granos del INTA Balcarce –Buenos Aires–. Y agregó: “Gracias a la articulación con empresas del sector, las nuevas instalaciones cuentan con capacidades adecuadas para el estudio, desarrollo y aplicación de tecnologías orientadas al almacenamiento y acondicionamiento de los granos”.

La planta piloto tendrá capacidades para innovar en tecnologías relacionadas a almacenamiento hermético, atmósferas controladas y modificadas, sistemas de monitoreo y gestión de calidad, sistemas de secado –eficiencia y calidad–, control de plagas, segregación y trazabilidad, evaluación de parámetros de calidad, sanidad e inocuidad en granos, semillas y productos derivados bajo diferentes condiciones de almacenamiento, automatizaciones en procesos de poscosecha y procesos de transformación primaria de los granos, entre otros.

“Nuestro objetivo principal con la creación de esta planta es tener una escala intermedia de investigación y experimentación entre lo que son los procesos de laboratorio y la escala real, es decir, para para realizar investigaciones, pruebas de conceptos de diferentes desarrollos, aplicación de tecnologías y herramientas”, expresó Bartosik quien detalló que la escala de laboratorio queda demasiado micro y la escala real demasiado macro.

La planta está ubicada en un edificio de la Unidad Integrada Balcarce –INTA y Facultad de Ciencias Agrarias de la UNMdP, Buenos Aires– y ya cuenta con capacidad para recibir mercadería granel y almacenarla en Big Bags –bolsones para el transporte y almacenamiento de granos–. En este sentido, Bartosik adelantó que se encuentran desarrollando tecnología para poder almacenar en atmosferas herméticas, para controlar plagas sin agregado de productos químicos, etc. “Esta línea de trabajo tiene que ver con la inocuidad, con la trazabilidad de la mercadería, entre otras cuestiones que surgen desde el Programa Pro-Granos”.

 

La parte externa de la planta tiene un espacio dedicado donde se puede recibir mercadería a granel y almacenarla en tres silos metálicos de 5000 kilos de capacidad cada uno, con cinta portátil para carga y descarga. También posee una unidad de secado en tandas, que permite realizar tratamientos térmicos hasta 60 °C y otras herramientas y tecnologías, como tolva para llenado de big-bags, termoselladora industrial, sistema de inyección de gases (N2 y CO2), rotámetros y caudalímetros para crear atmósferas específicas, sistemas para evaluar hermeticidad en envases herméticos y equipamiento necesario para tomar muestras de granos, manipularlas y realizar determinaciones de calidad.

Otro aporte de significancia de la planta piloto es en el área de capacitación, ya que va a permitir la realización de cursos, talleres y jornadas para el público general o a demanda para instituciones o empresas, entrenamiento para operarios en diferentes tecnologías y demostraciones prácticas. Para ello, la Planta Piloto cuenta con un aula taller con capacidad para 30 personas.

De esta manera las nuevas instalaciones complementan las opciones actuales del Pro-Granos (cursos a distancia y cursos teóricos presenciales) con la posibilidad de realizar capacitaciones teórico-prácticas en un ambiente específicamente dedicado y pensado para ello. Finalmente, los alumnos de la Facultad de Ciencias Agrarias de Balcarce (grado y posgrado) se van a beneficiar con instalaciones modelos para aprender sobre las diferentes tecnologías de poscosecha y para realizar tesis de grado y posgrado en la temática.

 

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Fuente: INTA Informa