Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 7, 1-5

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque seréis juzgados como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros.
¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?
¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Déjame que te saque la mota del ojo”, teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita: sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano».

 

REFLEXIÓN

El ojo ajeno

La última parte del sermón de la montaña contiene varias exhortaciones a los discípulos que indican aspectos importantes de su conducta.

San Mateo reúne en estos capítulos palabras de Jesús pronunciadas, probablemente, en diferentes situaciones y lugares. Es una catequesis sobre la vida cristiana, presenta de una manera concreta, breve y directa la vida nueva que trae Jesús y emplea un lenguaje desacostumbrado para los oídos de los judíos.

Un discípulo no juzga a nadie. Juzgar corresponde únicamente a Dios. Además, ignora la intención y sin este conocimiento no se puede ejercer un juicio recto. Aún más, usarán con nosotros la misma medida que usemos con los demás.

Jesús nos señala la deformación de conciencia, a la que llegaremos si llevamos sistemáticamente sobre personas, acontecimientos y cosas una manera de ver dura y condenatoria; perderemos la lucidez sobre nosotros mismos hasta el punto de advertir la mota en el ojo ajeno, sin percibir la viga en el propio.

La inmensa mayoría de la Sociedad en que vivimos se considera juez, ¡qué poco cuesta juzgar, condenar y emitir una sentencia a cualquier hijo de vecino!, cuando en realidad tendríamos que juzgarnos primero a nosotros mismos.

Seremos juzgados por Dios con la misma medida que hayamos aplicado al prójimo. Él es el único que puede dictar sentencia.

¿Con qué facilidad ves la viga de tu ojo?

¿Quizás ves más la mota del ojo ajeno?

Dña. Montserrat Palet DalmasesDña. Montserrat Palet Dalmases
Fraternidad Laical de Santo Domingo (Barcelona, España)