Buenos Aires, 22 abril (PR/19) — ¿Sos de los que creen que en el invierno se come un poco de más? ¿Te da frío comer ensaladas y te alejás de los vegetales? Aquí encontrarás algunos tips para mantenerte en forma durante el invierno y sin prohibirte de las comidas que más te gustan.

Cuando llega el frío nos dan ganas de comer algunos platos que dejamos de lado durante el verano, platos calentitos como guisos, risotto, cazuelas, sopas con arroz o fideos, entre otros. Pero la sorpresa es que modificando algunos de los ingredientes podemos transformar estas comidas en platos livianos y muy nutritivos y hasta platos que te ayuden a bajar de peso.

Otra cuestión por la cual muchas personas dejan de cuidarse en el invierno se relaciona con la imagen corporal y la vestimenta. Claro, por suerte existen los maxi pulóveres que pueden esconder eso que en el verano suele molestar. Debemos recordar que subir de peso es un riesgo para la salud y puede acompañarse de otras complicaciones muchas veces silenciosas. Dejar de cuidarnos no debe ser una cuestión de frío o calor, de verano o invierno. Llevar una vida saludable debe ser una cuestión de todos los días.

¿Cómo hacemos entonces para no terminar el invierno con unos kilos de más? Además de modificar algunas técnicas culinarias e ingredientes, no tenemos que olvidarnos de la actividad física. Muchas personas optan por el aire libre pero cuando hace frío siempre es mejor elegir opciones tales como clases de salón, musculación en gimnasio, natación, crossfit, funcional, pilates, yoga, entre otros.

Si sos de hacer deportes con regularidad es muy probable que los cambios climáticos no afecten tu rutina. Si sos de esos que les da mucha “fiaca” hacer actividad física y en el invierno los atrapa el sillón, tratá de sumar pasos caminando, bajate del colectivo una estación antes, optá por usar escaleras en vez de ascensor, sacá a pasear el perro y aprovechá cualquier ratito de sol para dar unas vueltas por la plaza que más te guste. No dejes de moverte. Eso mantendrá tu metabolismo activo y además beneficiará mucho a tu corazón.

¿Te gusta tomarte un té o café calentito con chocolate o torta? No te prives, controlá la frecuencia y la porción, y si estás en compañía compartí la porción. Recordá que la prohibición aumenta el deseo y el día que no puedas sostenerlo comerás una porción mucho más grande.

Ahora bien, ¿Cómo hacemos con las comidas tan ricas que nos ofrece el invierno? La clave está en modificar las técnicas de cocción y reemplazar aquellos alimentos que nos proporcionan mayor cantidad de grasas, azúcares y en consecuencia calorías.

¿Cómo preparo un guiso light?

Tratá siempre de blanquear la cebolla en agua y evitar el rehogado. No agregues aceites en cocción.

Sumá mucha proporción de vegetales en relación con cereales (arroz, fideos) u hortalizas feculentas tales como papa, batata y choclo.

Usá cortes de carnes magros.

Podés usar legumbres (lentejas, porotos, garbanzos), te van a brindar fibra y saciedad. Detalle: no te olvides de dejarlas en remojo de entre 8 a 12 hs para mejorar su digestión.

Para otras preparaciones como risotto, cazuelas, salsas para pastas y sopas cremas te propongo que reemplaces la crema por queso untable descremado y no utilices manteca. Si sos fanático del queso rallado tratá de moderar la porción y hasta probar con espolvorear levadura gusto a queso, ¿me creés si te digo que puede ser una buena opción?

Muchos refieren que comer ensaladas les da frío y prefieren algo calentito. La idea es poder seguir aportando una buena cantidad de vegetales en las comidas diarias y empezar a transformar las ensaladas en guarniciones tales como revueltos, purés, budines, soufflés, vegetales grillados, al horno, envueltos en papel de aluminio y al vapor. Pero ojo no te quedes con el puré de papa o mixto. Probá nuevas ideas. Animate a variar las alternativas que acompañen tus comidas. ¿Probaste alguna vez el puré de coliflor o el soufflé de brócoli?, ¿Hiciste alguna vez revuelto de berenjenas o budín de puerro y champiñones? O ¿qué tal unas tortillitas de choclo o una tortilla de zapallitos? Sí, aunque no lo creas todas estas son opciones que pueden reemplazar tranquilamente una ensalada. Lo importante es incorporar a través de los vegetales fibra, vitaminas y minerales y aprovechar su poder de brindarnos saciedad, esa sensación que nos permite frenar el impulso de comer a tiempo cuando el organismo ya está satisfecho.

¡Que el invierno no sea una excusa para no cuidarnos! De regalo te dejo una receta rica y saludable para este frío que ya se está asomando:

Cazuela de pollo saludable:

Necesitás para 4 porciones:

2 pechugas de pollo

2 papas pequeñas

2 cebollas

2 cebollitas de verdeo

2 zanahorias

1 choclo grande

200 gr de arvejas frescas

Condimentos a gusto

¿Cómo lo preparás? Dorar el pollo cortado en cubos en una sartén con un poco de rocío vegetal. Por otro lado, pelar las cebollas, las papas y las zanahorias y cortar. En una olla blanquear las cebollas y las zanahorias a fuego moderado y revolver. Incorporar el pollo, las hierbas y el pimentón. Ir agregando caldo casero (no usar caldos procesados) hasta cubrir la preparación. Cocinar media hora y agregar las arvejas. Pasados unos 10 minutos incorporar las papas y el choclo. Revolver y agregar caldo cada tanto. La cazuela estará lista cuando las papas estén cocidas.

Fuente: Eikasía

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