Buenos Aires, 22 de mayo (PR/21).– Una experiencia realizada en un campo de Suipacha con muestreos intensivos y dividiendo el lote según las limitantes (tras medir el pH) por materia orgánica y por deficiencia de P, demostró que es posible ganar entre 140 y 640 kg de soja corrigiendo de manera adecuada este nutriente.

En el marco del Simposio Fertilidad 2021, Julián Muguerza, de la firma Glimax, que se dedica a la tecnología de procesos en pos de mejorar sus rendimientos, abordó el tema de agricultura 4.0, con una mirada a las nuevas tecnologías en nutrición de cultivos para una agricultura eficiente, responsable y amigable con el ambiente y la sociedad.

Para hacerlo, Muguerza compartió su experiencia en un campo de la firma en el partido de Suipacha, provincia de Buenos Aires. Señaló que “el empleo del big data y las nuevas tecnologías de nutrición de cultivos pueden ayudarnos a dar valor al campo y a los recursos humanos. Son herramientas para aprender”.

En este sentido, destacó que hay una gran capacidad de generar datos que deben manejarse, es un proceso de información, conocimiento y “saber hacer”.

En su presentación explicó que hay un problema de pérdida de fósforo (P) que sufre la agricultura argentina en casi toda su extensión. “¿Cómo podemos revertir esta situación con tecnología?”, planteó.

Allí propuso un claro ejemplo, que es la adopción de aplicaciones de tasa variable de fósforo, lo que resulta en mayor producción, mayor rentabilidad y mejor asignación de un insumo como el fertilizante fosfatado.

La experiencia que dirigió se basó en la realización de “un muestreo intensivo del suelo”, basado en recolectar muchas más muestras de las que se hacen en el promedio de los diagnósticos, para luego dividir el lote según “las limitantes (tras medir el pH), por materia orgánica y por deficiencia de P”.

Con esos datos se concretó la 2da acción: “la nivelación, nutrir el suelo con aplicaciones variables de fertilizante fosfatado, de 0 a 570 kg/ha”. Con este manejo se consiguieron “multiplicar los rindes por kilo de fósforo aplicado”, ganando entre 140 y 640 kg de soja, según el lugar y la dosis.

Ese proceso se completó con el uso de SoilOptix, un sistema de mapeo de nutrientes de suelo de alta definición que permite generar mapas con 1.000 datos de cada nutriente por hectárea.

“Con ésta generamos mapas de radiación gamma de alta definición tanto de textura, como de macro y micronutrientes. Estos diagnósticos son bastante integrales y nos ayudan a hacer fertilización y manejo de los cultivos en forma mucho más precisa. Y no sirven sólo para la decisión de fertilización, sino también en la siembra variable, la definición de ambiente, para definir rotaciones específicas y hacer un diseño más integral del sistema productivo”, concluyó.

Por último, agregó que hay nuevas tecnologías de asesoramiento, ya disponibles, pero hay mucho más aún por venir y que el objetivo es “aprender y mejorar”.

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Fuente: TodoAgro.com.ar