Roma/Glasgow, 3 noviembre (PR/21)– Los peligros relacionados con el clima se están intensificando en la región de Asia y el Pacífico, afectando de manera desproporcionada a las comunidades rurales vulnerables. Los responsables de la formulación de políticas deben priorizar las medidas de resiliencia y adaptación al cambio climático para impedir que las comunidades rurales pierdan sus avances en materia de desarrollo económico, según un nuevo informe publicado hoy por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).

En el informe, titulado “Building climate resilience in the Asia Pacific region report” (Fortalecer la resiliencia al clima en la región de Asia y el Pacífico), se examinan los principales resultados y lecciones aprendidas del Programa de Adaptación para la Agricultura en Pequeña Escala (ASAP), una iniciativa respaldada por el FIDA que funcionó entre 2012 y 2017 e invirtió USD 305 millones en proyectos específicos de desarrollo rural que necesitaban apoyo para adaptarse al cambio climático y mitigar sus efectos sobre las comunidades rurales. El ASAP logró importantes progresos en la región y ayudó a más de 510 000 hogares de pequeños agricultores en Bangladesh, Bhután, Camboya, Nepal, la República Democrática Popular Lao y Vietnam a adaptarse al cambio climático.

En el informe se destacan los enfoques diversos, eficaces e innovadores que el FIDA ha desarrollado en cooperación con las comunidades rurales para adaptarse a los efectos nocivos del cambio climático y mitigar sus efectos sobre las vidas y el sustento de las personas del medio rural.

Asimismo, se analizan los enfoques y las acciones que tuvieron éxito y cuya escala puede aumentarse en la región, a fin de sentar una base sólida para la ampliación del Programa de Adaptación para la Agricultura en Pequeña Escala (ASAP+), la nueva etapa del programa, que podría canalizar otros USD 500 millones en financiación para el clima a fin de aumentar la resiliencia al cambio climático de otros 10 millones de personas vulnerables, en particular mujeres y jóvenes.

“Los pequeños agricultores a menudo saben lo que necesitan para ser más resilientes a los efectos del cambio climático, y nosotros podemos ayudarlos a acceder a la financiación y la tecnología adecuadas”, dijo Kisa Mfalila, Especialista Regional en Clima y Medio Ambiente del FIDA para Asia y el Pacífico.

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“El informe confirma que, a través del tiempo, los agricultores han desarrollado con éxito numerosas técnicas de adaptación. Necesitamos actuar con rapidez para aprovechar el conocimiento local”, añadió.

También habrá una actividad en vivo en el Pabellón del FIDA en la COP 26 el miércoles 3 de noviembre de 2021, que incluye una visita virtual sobre el terreno a Bangladesh (uno de los países que se analiza en el informe) para descubrir qué están haciendo los pequeños agricultores para adaptarse al cambio climático. Acompañados por el realizador de documentales Qasa Alom, los asistentes harán un viaje virtual al país para conocer a agricultores que participan en proyectos respaldados por el FIDA y hablar con ellos sobre los desafíos climáticos que enfrentan y cómo se están adaptando a ellos sus comunidades rurales.

Las recomendaciones clave que figuran en el informe son:

 

    • Actuar sin demora, usar la tecnología para acelerar la evaluación de los riesgos y los efectos del cambio climático, y aprovechar la experiencia, los conocimientos y la creatividad de la población local: los pequeños agricultores han desarrollado con éxito numerosas técnicas de adaptación, que se deben identificar, refinar, aplicar y financiar de manera adecuada y rápida.
    • Valerse de las asociaciones entre los sectores público y privado para añadir valor y acelerar la adopción de las soluciones creadas por la población local: las iniciativas del sector público deben combinarse con los esfuerzos de los actores del sector privado, a fin de suministrar insumos y maquinaria, servicios de asesoramiento, soluciones tecnológicas y acceso a los mercados para comercializar productos con mayores márgenes de ganancia.
    • Las comunidades rurales incorporan espontáneamente las medidas de adaptación que han tenido buenos resultados, siempre y cuando se eliminen los obstáculos y se suministre financiación: los pequeños agricultores adoptan con rapidez las innovaciones que mejoran la producción, siempre y cuando existan marcos de política propicios y si las instituciones públicas y el sector privado brindan la financiación y los servicios de asesoramiento que se necesitan.
    • Las plataformas de tecnología de la información y las comunicaciones que se están utilizando para respaldar las iniciativas resilientes al cambio climático también brindan protección contra otros sucesos adversos, por ejemplo, las perturbaciones ocasionadas por la pandemia: las plataformas tecnológicas son un punto de encuentro que facilita los intercambios entre los proveedores, los productores, los compradores y otros interesados, a la vez que protegen a los agricultores y a las cadenas alimentarias de perturbaciones externas, como la pandemia de la COVID-19. Además, las plataformas tecnológicas son útiles para atraer a los jóvenes al sector de la alimentación y la agricultura, lo que mejora la economía rural.

 

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Fuente: FIDA