En el mercado argentino se están utilizando para interpretar lo que ocurre en los lotes y tomar decisiones agronómicas.

Buenos Aires, 8 de julio (PR/22) .- Está creciendo en Argentina el uso de drones que permiten “escanear” y monitorear los cultivos a fin de analizar su evolución.

La utilización de drones permite interpretar lo que ocurre en los lotes y tomar decisiones agronómicas con el objetivo de incrementar la productividad.

Una de las empresas que brinda el servicio es DroneScope, el producto que ofrece la consultora SmartField.

En la campaña pasada, DroneScope identificó que aumentar 10 puntos la cobertura de surco, de 72% a 82%, equivale a sumar 250 kilos/hectárea de rinde en un trigo de 35 quintales/hectárea.

Equivale a U$S 56/hectárea de ingreso adicional con trigos de U$S 220/tonelada.

Funcionamiento

Los productores pueden recurrir a los pilotos de DroneScope o volar con sus propios equipos el lote a relevar.

Una vez obtenidas las imágenes, se incorporan a una plataforma online desarrollada especialmente para interpretar las condiciones productivas de Argentina.

En cuestión de segundos se obtienen informes de estructura de cultivo, conteo de plantas y cobertura de malezas que permiten realizar aplicaciones de fertilización y pulverización más inteligentes.

Las imágenes pueden quedar allí almacenadas para ser consultadas cuando sea necesario.

Oportuno

Uno de los temas que se plantea es porqué conviene “volar” los cereales de invierno.

Uno de los momentos clave de los cultivos de trigo y cebada es la siembra y posterior emergencia.

Los motivos más frecuentes de falla tienen que ver con el manejo del rastrojo, la profundidad de siembra, la sanidad de la semilla, la calidad de emergencia, y el cierre del surco.

Medir la productividad en esta instancia permite no sólo cuantificar pérdidas sino también corregir estrategias de fertilización, haciendo más eficiente el uso del recurso y el impacto en el resultado.

Al “volar” un trigo al inicio de macollaje, el productor puede saber cuál es el techo de rendimiento potencial y tomar decisiones de fertilización ambientada o sectorizada en función del desarrollo de la cobertura del cultivo.

Ese es un momento en el que las imágenes de satélite no llegan a mostrar ese detalle del lote porque el trigo está aún pequeño. Por eso es una gran opción hacerlo con drones.

También se puede evaluar la cobertura de malezas y decidir dónde aplicar herbicidas, ahorrando U$S 30 o 40 U$S/hectárea al tratar sólo las áreas afectadas.

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