Buenos Aires, 1 agosto (PR/22) — El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) difundió algunas medidas de bienestar animal en ovinos para prevenir problemas en la esquila preparto.

Las razas ovinas destinadas a la producción de lana son esquiladas para la extracción del vellón, el cual es comercializado con distintos fines. Para la oveja esto representa un factor de estrés importante, principalmente en sistemas de producción extensiva en los que debe ser arreada y luego encerrada en corrales para su posterior manipulación y esquila, la cual además le quita la protección del frío.

Por otro lado, la práctica de esquila aporta beneficios para los animales: ayuda a minimizar los parásitos externos, la ceguera de la lana y las moscas. Además, una lana voluminosa puede interferir con la movilidad y aumentar la susceptibilidad al estrés por calor. Por ello, los ovinos deben ser esquilados al menos una vez al año.

Para poder afrontar este reto, es necesario que el animal goce de bienestar. Esto es: estar bien alimentado e hidratado, sin lesiones ni enfermedades, bien protegido de los distintos factores ambientales, con la posibilidad de expresar sus necesidades de comportamiento y con estados afectivos predominantemente positivos.

La época del año en que se realiza la esquila puede variar según la categoría animal, las demandas de mercado y la disponibilidad de mano de obra. La primera esquila suele realizarse entre los 8 meses y el año de edad, siguiendo luego un régimen anual. Los carneros pueden ser esquilados durante la primavera o a fines del verano e inicio de otoño, previo a la estación reproductiva. Algunos estudios señalan que esquilar a los carneros antes de la época de servicios mejora la tasa de fertilización y las ovejas montadas presentan una mayor proporción de embriones viables. Las ovejas pueden ser esquiladas en el final de la gestación o el período de lactación.

Cuando se opta por realizar la esquila preparto (20 a 30 días antes de las pariciones), hay que incrementar los cuidados ya que la gestación es un estado fisiológico crítico y el período de mayor requerimiento nutricional. Además, en algunas regiones del país puede coincidir con la época más fría del año, en la que la pérdida de la capa naturalmente aislante del ovino puede generar el síndrome de hipotermia-inanición, de elevada mortalidad.

A continuación, se ofrecen algunas recomendaciones para minimizar los riesgos asociados a la esquila preparto.

Antes de la esquila

Realizar una desparasitación de los animales y luego utilizar pasturas seguras (verdeos, pasturas de primer año o lotes no pastoreados en los últimos 2 meses).

Controlar la fecha de servicio, para concentrar las pariciones en un momento adecuado y poder determinar la fecha de esquila apropiada, dependiendo de la zona.

Mantener a los carneros aislados de la majada en el período previo al servicio, para evitar partos anticipados e indeseados en los corrales de esquila.

Procurar que los animales lleguen al momento de la esquila con una condición corporal no menor a 2,5.

*Monitorear el pronóstico del tiempo y no esquilar si existe riesgo de temporal, a menos que se cuente con refugio y alimento adicional.

Realizar los arreos sin apurar la hacienda y evitar que los animales se aprieten o golpeen en los bretes de esquila.

Utilizar únicamente perros de arreo bien entrenados para recibir órdenes y no dañar ni sobre exigir a la hacienda.

Reservar un buen potrero dónde los animales que han sido arreados puedan comer, tomar agua y descansar.

Encerrar a última hora de la tarde a los animales que se esquilarán en la mañana siguiente, y antes del mediodía a los que se esquilarán por la tarde.

Contar con instalaciones de corrales para juntar, esquilar y soltar con prontitud a los ovinos durante la esquila.

Durante la esquila

Maximizar el buen trato, ya que cualquier movimiento brusco puede ser un riesgo para el cordero y la madre.

En climas extremos usar el peine de nieve, que deja un remanente de lana mayor y reduce el riesgo potencial de hipotermia.

Utilizar siempre la esquila desmaneada (protocolo PROLANA).

Tratar inmediatamente a los animales que sufran lesiones durante la esquila, con alivio del dolor en lesiones severas, y sacrificar humanitariamente a aquellos que no puedan recuperarse.

Luego de la esquila

Ofrecer acceso a agua y alimento lo antes posible.

Asegurar el alimento necesario para que las ovejas puedan mantener su temperatura corporal y sigan desarrollando el feto sin perder condición corporal, para evitar enfermedades del tipo
metabólico como la toxemia de la preñez.

En condiciones de campo natural, separar los animales según estado corporal y, de ser posible, tipo de gestación (simple o melliceras), para ofrecer los mejores lotes a los animales que más lo necesiten.

Si la esquila fue realizada con peine tradicional, encerrar a los animales bajo reparo ante tormentas o temporales.

Recordar: los problemas del bienestar animal no sólo afectan la calidad de vida de los ovinos, sino que impactan negativamente tanto en el rendimiento productivo como en la calidad del producto.

Bienestar animal, una ventaja para todas las especies.

 

 

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Fuente: Senasa